Un grupo de senadores oficialistas cercanos a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner presentó un proyecto de declaración en el que le solicitan al ministro de Economía, Martín Guzmán, usar los alrededor de USD 4.350 millones que le corresponden al país por el aumento del capital del Fondo Monetario Internacional (FMI) para combatir la pobreza y el desempleo en lugar de destinarlos a reducir la deuda con el propio organismo internacional o el Club de París.
El proyecto que lleva las firmas de Oscar Parrilli, José Mayans, Anabel Fernández Sagasti, Carlos Caserio, María de los Ángeles Sacnun, Alfredo Luenzo, José Neder y Jorge Taiana busca influir en el programa financiero del titular de Hacienda que enfrenta este año cerca de USD 5.000 millones en vencimientos con el el FMI y el Club de París. Guzmán debe negociar un refinanciamiento de esos pagos o caer en default con el organismo.
“La Honorable Cámara de Senadores de la Nación declara solicitar al ministro de Economía de la Nación, Martin Guzmán, que los fondos que le corresponden a la Argentina, estimados en 4.350 millones de dólares, como consecuencia de la próxima emisión de Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional, se apliquen para financiar la puesta en marcha de políticas públicas tendientes a resolver los graves problemas de la sociedad argentina derivados de la pandemia de COVID 19, tales como salud, reducción de la pobreza, educación, vivienda, generación de trabajo, entre otros, y no a al pago de la deuda por capital, intereses o gastos, que el país mantiene con dicho organismo financiero internacional y/o con otros países englobados en el Club de Paris y que en ambos casos se encuentran en vías de negociación”, reza el proyecto.
“Se han manifestado algunas voces en la Argentina que indican que el Gobierno Nacional debería analizar la posibilidad de destinar la parte que le corresponde de esta nueva emisión de DEG para el pago de los vencimientos que la Argentina tiene con el FMI y con el Club de París”
El FMI emitirá este año el equivalente a USD 650.000 millones en Derechos Especiales de Giro (DEG, la moneda del Fondo) para inyectar capital a sus países miembro en medio de la pandemia de Covid-19. Como la Argentina tiene una participación equivalente a algo menos de USD 0,7% del capital del organismo, recibirá en torno a USD 4.350 millones de esa emisión. Los fondos casi coinciden con los pagos que tiene que hacer el país este año al organismo.
Guzmán maneja un delicado programa financiero para este año, con vencimientos abultados tanto ante el FMI como ante el Club de París para los que la inyección de DEG resultarían de utilidad de manera tal de financiar esos pagos sin caer en default ni la necesidad de cerrar un acuerdo que, se espera, se demore al menos hasta después de las elecciones legislativas de este año.
“Según declaraciones públicas de Geoffrey Okamoto, Vicedirector Ejecutivo del FMI, en la Reunión de Primavera de dicho organismo, esos fondos tendrán el objetivo de ser utilizados en temas de “salud y vacunación contra el Covid. Si esa será la condición, la Argentina no podría utilizar esos fondos para saldar vencimientos previstos para septiembre y diciembre de este año con el FMI”, argumentan los senadores firmantes en los fundamentos del proyecto de declaración.
“Se han manifestado algunas voces en la Argentina que indican que el Gobierno Nacional debería analizar la posibilidad de destinar la parte que le corresponde de esta nueva emisión de DEG para el pago de los vencimientos que la Argentina tiene con el FMI y con el Club de París en concepto de capital e intereses y con vencimiento en el corriente año. A nuestro entender, esta decisión configuraría un grave error económico, social y político y no se cumpliría con el principal objetivo que dicen tener dichos fondos, ya que a través del pago de deuda el dinero volvería a los países ricos, aumentando la desigualdad e inequidad”, agregaron.
“Es decir los países no endeudados con el FMI contarían con ingentes recursos para afrontar las consecuencias negativas de la Pandemia Global y los países pobres y endeudados le pagarían la deuda a los países ricos para que incrementen sus recursos. Nada más injusto e inequitativo”, agrega el texto.
El senador José Mayans, uno de los firmantes del proyecto, dijo en conversación con Infobae que “es evidente que la Argentina no está en condiciones de hacer frente a los pagos de este año y los años próximos por el paquete del FMI, el Fondo nos tiene que dar plazos y tasas que nos permitan pagar”.
“Es importante no continuar el esquema de la especulación financiera que devastó a la economía argentina y usar estos fondos no para pagar deuda, sino utilizarlos para combatir los efectos de la pandemia, la pobreza y el desempleo, así como hicieron Europa y los Estados Unidos”, agregó Mayans.
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