La pandemia de covid-19 y las consecuentes restricciones para circular y trabajar que estuvieron vigentes desde el 20 de marzo de 2020 -luego se flexibilizaron hacia fin de ese año- agudizó la recesión que atravesaba el país desde principios de 2018 y generó el cierre de miles de empresas y comercios en todo el país.
Los sectores más golpeados fueron entre otros, el gastronómico, el turismo, el de servicios y el de la educación. Cientos de pyme, empresas grandes, monotributistas y emprendedores tuvieron que reinventarse para poder seguir su actividad bajo estrictos protocolos y reconfigurar sus modelos de negocios y de trabajo.
Los emprendimientos relacionados a cuidado de la salud y bienestar, gastronomía, arte y entretenimiento fueron los más afectados por la pandemia en la Argentina, hasta el momento el 27% de los que se vieron impactados por la crisis tuvo que cerrar en forma definitiva.
Estos datos que muestran un capítulo de la crisis económica en la Argentina se desprenden de una encuesta realizada por la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA), que se hizo para conocer el impacto del covid-19 en los emprendimientos a un año de iniciada la pandemia en la Argentina.
Infobae dialogó con 5 emprendedores de distintos puntos del país para dar cuenta de diferentes casos que lograron salir a flote y hoy se encuentran con más herramientas para enfrentar distintas restricciones ante la segunda ola de contagio de covid-19.
Quienes se dedicaban al rubro servicios vinculados a la organización de eventos sufrieron un gran impacto durante el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) decretado el 20 de marzo de 2020 y finalizado en noviembre. Y, si bien durante el verano pudieron ir retomando la actividad bajo protocolos y aforos, lo cierto es que la segunda ola de contagios se aceleró y representa nuevos desafíos.
Un caso es el de María Emilia Castillo es una emprendedora mendocina de 40 años y dueña de Living Life Ambientaciones, una empresa de alquiler de mobiliario y ambientaciones de eventos en Mendoza de la que también participa su marido y socio.
El rubro de eventos fue uno de los más afectados por la pandemia, y uno de los primeros en que por decreto debió dejar de trabajar y de los últimos en volver tímidamente, ya que nunca pudieron normalizar la actividad.
Frente a ese cuadro María y su esposo se encontraron con que sus ingresos bajaron a cero y tuvieron que pensar cómo salir adelante, y decidieron vender parte del stock de la firma para lanzar el Galpón de María, una tienda online de venta de artículos de decoración, bazar y regalos.
“Muchas empresas y colegas no sobrevivieron, y cerraron definitivamente sus puertas. Por suerte no fue nuestro caso, logramos repensarnos de manera práctica y urgente, no había tiempo de grandes ideas, ni de planificar demasiado, mucho menos de soñar a lo grande. Entonces con mi marido y socio, fuimos a un rubro que conocíamos, y que podía funcionar en el mismo lugar donde tenemos nuestro depósito, así pudimos optimizar los recursos que teníamos. Y en medio de la pandemia, nació El Galpón de María”, detalló en diálogo con Infobae.
Y agregó: “El Galpón de María se maneja totalmente en forma remota, ambos emprendimientos utilizan los mismos recursos humanos y el espacio físico para funcionar, la logística (entrega de productos) esta tercerizada, contamos con colaboradores externos que nos ayudan a comercializar los productos”.
Como a muchos emprendedores y empresarios pymes, la crisis los encontró con muchas cuentas por cobrar. Hoteles, salones de eventos, empresas y particulares dejaron de pagar ante la incertidumbre de no saber cuándo podrían hacer sus eventos.
“No contábamos con mucho capital para arrancar con un nuevo emprendimiento y tampoco queríamos tomar grandes riesgos, por lo que primero vendimos cosas que teníamos sin usar en Living Life para juntar más dinero. Luego trabajamos sobre un mínimo de proveedores mayoristas posibles, readaptamos un espacio en nuestro depósito para armar el showroom y creamos una tienda online”, afirmó.
“No contábamos con mucho capital para arrancar con un nuevo emprendimiento y tampoco queríamos tomar grandes riesgos, por lo que primero vendimos cosas que teníamos sin usar” (Castillo)
La pandemia obligó a María a “amigarse” con la tecnología. Tal es así que generó una tienda online en 20 días. “Los años me enseñaron que hay que prestarle mucha atención a todas aquellas cosas que quizás no te gustan hacer, pero definitivamente te potencian. En mi caso la tecnología es una de ella, no es lo que más me gusta, así que aproveche el tiempo para hacer cursos, participar de charlas, trato de aprender de otros emprendedores, ver que hacen, como se reinventan”, explicó.
Desde marzo del 2019 a marzo del 2020 la empresa facturó casi tres millones de pesos. Las restricciones hicieron que la empresa deje de operar e impacte en su facturación a cero. Sin embargo, con la tienda online lograron recuperar los ingresos solo en un 40% aproximado del ingreso habitual.
“No pedimos ningún préstamo, nos manejamos con ahorros que teníamos y la venta de productos que ya no utilizábamos de Living Life. La inversión inicial para poner en marcha el proyecto, entre diseño de marca publicidad, productos y armado de showroom, fueron aproximadamente $390.000. En ese sentido, los ingresos siguen siendo absolutamente inferiores a antes de la pandemia, nos permite solo mantener la estructura y seguir trabajando, que no es poco”, aseguró.
Coctelería en casa
Alejandra Alessi tiene 32 años, es licenciada en Comercio Internacional y junto con su hermano contador, Luis Alessi (34) fundaron American Bar, una empresa en San Juan que se dedica a ofrecer un servicio de barra de bebidas para eventos sociales y corporativos. Con la irrupción de la pandemia dejaron de facturar dado que los eventos en salones y hoteles fueron cancelados.
“Nuestros ingresos durante dos meses fueron prácticamente nulos, y cuando en los primeros meses post aislamiento nos surgió el e-commerce y la facturación fue cerca del 50% de un mes promedio en condiciones normales. Hoy en día solo con este canal de venta ya superamos el 80% de un mes promedio en el 2019”, dijo Alejandra a Infobae.
El emprendimiento comenzó en el 2015 con un modelo de barras móviles de coctelería que según Alejandra, funciona muy bien en otras provincias que triplican la población de San Juan. “Eso nos llevó a amoldarnos a la necesidad de la provincia, ofreciendo no solo una barra en el baile si no también un servicio más completo, desde la recepción hasta que termine el evento. Dada a la situación de la pandemia, la imposibilidad de movernos de casa y obviamente la cancelación de todos los eventos sociales, nos surgió la necesidad de reconvertirnos”, aseguró.
Para eso tuvieron que pedir dos créditos para iniciar con la página web y mantenerse hasta que las ventas empezaran a surgir. Con respecto al futuro, Alejandra remarcó: “Las expectativas son geniales, ya que se nos abrió una nueva unidad de negocio dentro de la empresa gracias a este canal de ventas, el cual seguirá creciendo día a día como lo viene haciendo”.
“Las expectativas son geniales, ya que se nos abrió una nueva unidad de negocio dentro de la empresa gracias a este canal de ventas” (Alessi)
Mariano Carmona tiene 30 años y es técnico en gestión Gastronómica y licenciado el Hotelería y Turismo. Junto a su esposa y colega, Marta Botti fundó La Madeleine, un petit bistrot y casa de té que funciona en la Alianza Francesa de San Juan, en el centro de la ciudad.
Comenzaron en 2014, como jóvenes profesionales, con 24 años con el concepto de cocina francesa, priorizando el uso de ingredientes locales y de estación.
La pandemia -dijo a Infobae- fue una experiencia difícil y traumática. “Hasta ese momento, nuestra propuesta no tenía formato de envío a domicilio o retiro en sucursal. Funcionábamos solo como restaurant tradicional. Por eso, el hecho de tener que cerrar nuestra sala fue muy difícil. En tan solo 48 horas tuvimos que repensar el producto y lanzar nuestra propuesta delivery”, relató.
Mariano y su esposa comenzaron con un servicio de menú de tres pasos para almorzar o cenar, todos los días de la semana. “Tuvimos una gran adhesión y apoyo por parte de nuestros clientes. Si bien el modelo no se comparaba con nuestra operación normal, al menos permitía cubrir algunos costos que nos quitaban el sueño”, detalló.
Unas semanas después de iniciada la cuarentena, comenzaron a ofrecer un menú degustación de cinco pasos, con vinos locales, y de manera online vía youtube. “Cada semana teníamos una propuesta diferente que cautivó a nuestros clientes en sus hogares. Fue una manera de llevarles un ambiente distendido dentro de sus hogares, luego de tanto encierro”, contó.
“Cada semana teníamos una propuesta diferente que cautivó a nuestros clientes en sus hogares. Fue una manera de llevarles un ambiente distendido dentro de sus hogares” (Carmona)
Y agregó: “En ese momento comenzamos a gestar nuestra idea de delivery, que se materializaría hacia fines del 2020, abriendo Chimi, una choripanería gourmet. En este concepto de delivery pretendemos poner en valor el clásico sándwich argentino, realizando embutidos artesanales de ternera, cerdo, pollo, cordero e incluso vegetarianos que, con nuestro pan de masa madre, combinan en un sándwich muy singular”.
Mientras tanto, las restricciones se fueron flexibilizando en San Juan los que les permitió volver a abrir los locales a finales de junio, para lo que refuncionalizaron los espacios abiertos. “La apuesta era funcionar aplicando todos los protocolos posibles, para cuidarnos y cuidar a nuestros clientes.
Con las restricciones el horizonte del emprendimiento era facturación cero. “Implementamos el delivery en el local y pudimos mantenernos con un 30 o 40% de facturación. Luego retomamos la normalidad con los mismos niveles pre-pandemia, con la ventaja de que pudimos resolver muchos problemas de costos y cuestiones operativas que aumentaron la eficiencia. La apertura de Chimi aún no representa una gran diferencia, ya que se encuentra en etapa de crecimiento y re-inversiones”, expresó Mariano que, además, destacó que se tuvo que endeudar con familiares para salir adelante. “Recuperamos bien el nivel de facturación, aunque recién ahora estamos terminando de saldar cuentas de proveedores y deudas contraídas. Y esperando no tener sorpresas de nuevo, ya que podría ser un golpe muy duro”, aseguró.
Diseño
Natalia Blache es una diseñadora marplatense de 42 años y dueña de Wish, un emprendimiento dedicado a la papelería para eventos que incluye kits de fiestas, cajas de festejo y regalos para mamás y bebés como cuadernos y libretas pediátricas, carteles de nacimiento, reglas medidoras y kits de regalo.
Cuando todos los eventos sociales (bodas, fiestas de 15, comuniones, bautismos y cumpleaños en salones) y los rubros relacionados quedaron suspendidos desde el primer día en que se decretó la cuarentena, tuvo que reinventarse para no ver caer su emprendimiento como sucedió con tantos otros a lo largo y ancho del país.
“El mayor desafío fue reinventar el negocio teniendo en cuenta que los eventos sociales iban a ser los últimos en volver a la actividad. Fue el momento de desarrollar ideas que teníamos en mente y por una cosa u otra, veníamos postergando. Nuestro producto estrella en la cuarentena y el cual nos permitió poder seguir viviendo de nuestro proyecto fueron las cajas festejo. Se trata de unas cajas de cumpleaños –incluye banderín, la decoración para la torta –adorno de torta, vela y bengala–, globos, confeti para decorar, toppers, silbato, bonete y una tarjeta de cumple– tanto para grandes y chicos, que tienen todo lo que necesitás para poder pasar un lindo día en tu casa. Si bien, ofrecíamos algunos productos por separado, la propuesta de tener todo en un solo lugar fue acertada y nuestra comunidad lo recibió muy bien”, dijo a Infobae.
Conforme las imprentas y talleres reanudaron su actividad, Natalia pudo retomar el desarrollo de los productos infantiles que hoy son el fuerte de la marca.
Sobre el aprovechamiento de las herramientas digitales en pandemia, destacó: “Las citas y reuniones presenciales en el show room se cancelaron y tardamos meses en poder regresar. Potenciamos la comunicación desde WhatsApp Business, ofrecimos videollamadas para que nuestros clientes pueden observar los productos y trabajamos mucho desde nuestro sitio web. La virtualidad tiene muchos beneficios como poder vender a todo el país y poder trabajar remotamente desde cualquier lugar del mundo”.
“La virtualidad tiene muchos beneficios como poder vender a todo el país y poder trabajar remotamente desde cualquier lugar del mundo” (Blache)
En ese marco, dijo Blache que la expectativa para lo que viene es poder incorporar más productos infantiles y que su emprendimiento se convierta en una tienda infantil.
Capacitación virtual
Mariana Jiménez tiene 39 años y es arquitecta. Sin embargo, dejó atrás su profesión para fundar una agencia de capacitaciones llamada Agencia i junto con tres socias en Tucumán.
Se unieron en 2016 con la idea de armar un “hub” de innovación social, que impulsa proyectos innovadores y de triple impacto, es decir proyectos que tienen foco en resolver una problemática social y ambiental.
“Empezamos a partir de esa idea y nos fuimos especializando en sensibilizar, capacitar y acompañar a las instituciones y personas a poder desarrollar y hacer crecer proyectos que sea trasformadores impactando positivamente en la sociedad y el medio ambiente. Actualmente, somos una comunidad de agentes de cambio que incluye, equipo local, un team de speakers, consultores y especialistas prestigiosos de diferentes provincias y agencias hermanas”, describió Mariana en diálogo con Infobae.
La pandemia y las consecuentes restricciones le significaron al principio un gran shock. “En muy pocos días vimos muchos proyectos desvanecer, eventos, capacitaciones y actividades canceladas. Todas las unidades de negocio que se brindaban de manera presencial fueron destruidas por el tsunami de la pandemia. Esto nos puso en un lugar de mucho desconcierto como a la mayoría de los emprendedores”, expresó.
A pesar de la difícil situación y el contexto que las rodeaba, Mariana y sus socias tomaron la decisión de crear una nueva versión de Agencia i con los recursos que disponían. “Rápidamente desarrollamos una plataforma para brindar capacitaciones virtuales. Nuestra mayor sorpresa, fue que tuvimos un impacto positivo en muy pocos meses, superando en un mes la facturación del año 2019. También impacto positivamente en nuestro equipo. Pasamos de ser ocho personas a más de 15, trabajando desde diferentes provincias y países, lo que nos permitió tener un mayor alcance e impacto en nuestras propuestas”, destacó Jiménez.
“Rápidamente desarrollamos una plataforma para brindar capacitaciones virtuales. Nuestra mayor sorpresa, fue que tuvimos un impacto positivo en muy pocos meses” (Jiménez)
En cuanto a los clientes, pasaron de tener una visión de posicionamiento regional a una proyección hacia Latinoamérica y Europa. “En el caso de las capacitaciones tuvimos alumnos no solo de otras provincias, sino también de otros países, lo que hizo que nuestra óptica cambie en un 100%”, remarcó.
“Casi todo nuestro capital lo invertimos en migrar de lo presencial a lo virtual. A unos pocos días de que el presidente anunciara las medidas de aislamiento, contactamos a una agencia de marketing, quienes rápidamente desarrollaron una plataforma de E-learning, apostamos todo nuestro capital a ese camino”, afirmó.
Y concluyó: “En cuanto a los procesos, tuvimos que modificar muchas de las actividades y aprender nuevas herramientas, es decir el cómo lo hacíamos. Y ahí el propósito fue nuestro norte, nuestra brújula y lo que nos permitió atravesar todos los desafíos que vinieron con la pandemia”.
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