Mudanza en medio de la pandemia: cuánto cuesta vivir en un barrio cerrado y cuánto en un departamento en CABA

En medio de la pandemia de covid-19 y tras las nuevas restricciones ante la llegada de la segunda ola de contagios, son muchas las familias de los sectores de medios a altos ingresos que ante la posibilidad de ejercer el teletrabajo busca más espacio verde y deja la ciudad. Incluso aquellas que tenían casas de fin de semana, comenzaron a convertirlas en viviendas permanentes.

El aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO), en un principio y las nuevas restricciones en la actualidad pusieron en jaque una cuestión fundamental a la hora de decidir dónde vivir, sobre todo en los suburbios, que es la distancia al trabajo.

Según un relevamiento que llevó a cabo Infobae entre corredores inmobiliarios, las expensas en barrios cerrados en la provincia de Buenos Aires, van desde $12.000 hasta $60.000, dependiendo de los servicios que ofrezcan y que tienen que ver con actividades deportivas y recreativas, y espacios de servicios múltiples, además de los servicios básicos y la seguridad.

En tanto, las expensas de un departamento en la Ciudad de Buenos Aires oscilan entre $25.000 y $50.000, de acuerdo a un relevamiento de Izrastzoff Propiedades.

En este caso hay que considerar el barrio, los amenities que ofrece el edificio como también la seguridad y si tiene parrilla, pileta y cochera. Y por supuesto, los metros cuadrados de las unidades y la cantidad de departamentos por los que se divide el gasto total.

Además, en muchos casos, los propietarios que disfrutan de la actividad deportiva, individual o grupal, deben considerar el gasto de una cuota social de un club en la Ciudad de Buenos Aires, que según el barrio y las prestaciones van desde $2.500 hasta más de $5.000, mientras que en los espacios cerrados y countries, en algunos casos se incluye en la expensa general, y en otros cada actividad está arancelada, con valores que oscilan entre $1.500 a $4.000 por persona.

“Tener una casa con tres dormitorios, jardín y pileta cuesta lo mismo que un departamento de dos dormitorios en Capital Federal”, dijo a Infobae Esteban Edelstein director de Castex Propiedades.

En ese sentido, remarcó Edelstein que “existe muy poca diferencia entre las expensas en un departamento en la Ciudad de Buenos Aires y un barrio cerrado, donde se tiene la posibilidad de construir una casa, con parrilla, galería, piscina y dimensiones mucho más amplias y adaptadas a las necesidades de los habitantes además de acceder a practicar diferentes deportes como fútbol o tenis o actividades náuticas”.

Cabe destacar que hubo un segmento del mercado que floreció durante estos meses de pandemia y continúa activo hasta la fecha y tiene que ver con los terrenos ubicados en barrios privados y countries de la Zona Norte y Sur de Buenos Aires.

Se trata mayormente de familias jóvenes con hijos chicos en busca de espacios verdes, que se pueden adaptar al home office y que estiman que en “la nueva normalidad” seguirán trabajando desde sus casas, por lo menos algunos días de la semana.

Según Horacio Benvenuto, gerente general de Izrastzoff, un departamento de tres o cuatro ambientes con seguridad, con amenities, servicios centrales como calefacción y agua caliente, tiene expensas que arrancan en $25.000 y van hasta 50.000 pesos.

“Vendiendo un departamento en CABA por USD 150.000 podrías comprar el año pasado un terreno y construir una casa en un barrio cerrado. Hoy todavía se puede hacer ese movimiento pero se van a tener que ajustar un poco más en metros por el aumento de los terrenos y del costo de la construcción. Desde agosto para acá los precios de los lotes subieron más del 50%”, dijo Benvenuto a Infobae.

Pero hay que tener siempre presente, que el pase de la ciudad a un barrio cerrado, genera gastos adicionales, como en matenimiento de jardines, pileta, e incluso espacios exteriores.

Con respecto al perfil de las personas que buscan mudarse a lugares abiertos con jardín y espacio para la actividad recreativa y deportiva, dijo Benvenuto que si bien es heterogéneo, se centra principalmente en personas de entre 35 y 45 años con hijos.

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