Como cierre de una gira que abarcó Alemania, Italia, España y Francia, el ministro de Economía, Martín Guzmán viajará en las próximas horas a Rusia, donde junto a la asesora presidencial Cecilia Nicolini intentará impulsar la producción de la vacuna Sputnik V en la Argentina.
Acompañado del representante argentino en el directorio del FMI, Sergio Chodos, Guzmán se encontrará con Nicolini, asesora presidencial y gestora de la vacuna rusa, y ya agendó reuniones para el lunes con el ministro de Finanzas, Anton Siluanov, y miembros de la cancillería rusa.
La visita a Rusia no había sido anunciada, porque no estaba confirmada, dijeron desde Economía. Allí, Guzmán seguirá buscando apoyo para las negociaciones con el FMI y sobre reglas para un aumento de la liquidez global que favorezca a los países de ingresos medios, como la Argentina. Propuesta que el ministro presentó, junto a su par mexicano, Arturo Herrera Gutiérrez, en la reciente reunión FMI-Banco Mundial.
Misión Sputnik
Pero el principal objetivo en Rusia, el más importante proveedor de vacunas contra el Covid para la Argentina, es avanzar en “esquemas productivos y de financiamiento” y lograr inversiones para que la Sputnik V se produzca en nuestro país, posibilidad que hasta ahora vienen empujando Nicolini y la ministra de Salud, Carla Vizzotti.
Guzmán no tiene injerencia en política sanitaria (aunque el proceso de vacunación es visto hoy como el principal condicionante de la evolución de la economía) “pero podemos sumar en esquemas productivos y de financiamiento de la producción; si la Argentina termina produciendo vacunas, serían desarrollo y divisas para el país”, dijo –off the record– una fuente de la cartera, quien destacó además la importancia de las relaciones bilaterales y el hecho de que Rusia es un “actor relevante” en el ámbito internacional.
Guzmán se reunió este viernes con el ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, y con el director general del Tesoro francés y presidente del Club de París, Emanuel Moulin.
Con Le Maire conversó sobre las negociaciones con el FMI y el Club de París, cuestiones estrechamente ligadas. La Argentina tiene el 31 de mayo un vencimiento de USD 2.400 millones con el Club, suerte de laxa agrupación de acreedores estatales que tiene por práctica refinanciar vencimientos (que por regla se pueden estirar un máximo de 60 días) solo si el deudor firma antes un acuerdo con el FMI.
Los tiempos para eso son improbables, reconoció una fuente ligada a la negociación, por lo que Guzmán busca una “solución creativa” que “alinee las voluntades” de las partes, a partir de dos premisas; 1) ni a la Argentina le conviene que el Club de París lo declare en default, por el ruido y la presión sobre las reservas del BCRA que eso generaría, 2) ni al Club le conviene que la Argentina le pague al costo de debilitar su ya débil posición de reservas e impedir una recuperación económica que lo torne un deudor más solvente.
Por ahora, sin embargo, esa “solución creativa” no está a la vista, pese a los contactos que Guzmán mantuvo en Alemania con los ministros de Asuntos de Economía y Energía, Peter Altmaier, y el de Finanzas, Wolfgang Schmidt (los créditos de agencias estatales alemanas explican el 37% de la deuda argentina con el Club).
Molto buona
En Roma, Guzmán tuvo una “muy buena reunión” con su par italiano, Daniele Franco, y en España con Iván Redondo, jefe de Gabinete del gobierno español, y Nadia Calviño, vicepresidenta segunda y ministra de Economía en la gestión de Pedro Sánchez.
Más allá de las reuniones, el Club de París mantiene el pedido de que, si quiere refinanciación, la Argentina acuerde primero con el FMI. En 2014 la Argentina esquivó ese pedido con un acuerdo “ad-hoc”, muy oneroso en términos de plazos, tasas de interés y cargos punitorios, que negoció el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof.
En 2014 la Argentina esquivó ese pedido con un acuerdo “ad-hoc”, muy oneroso en términos de plazos, tasas de interés y cargos punitorios, que negoció el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof
Desde Economía subrayaron que en la gira Guzmán encontró “bastante más comprensión de la que esperábamos” en cuanto al apoyo en la negociación con el FMI e interés en sus propuestas de cambio a la actual “arquitectura financiera internacional”.
Menos tasa, más plazo
Los temas de esa parte de la agenda son la asignación y distribución de los USD 650.000 millones en DEG (la “moneda” del FMI) que el directorio del FMI aprobaría en junio y podría acreditar a los Bancos Centrales de los países socios en agosto, un cambio a la política de “cargos” del organismo (que aumentan en función del volumen y el plazo del crédito) y una ampliación de los plazos de pago.
Respecto de la asignación de los DEG (de modo que aumenten aún más la liquidez de los países de ingreso medio), una fuente dijo que la Argentina logró “instalar el debate”, pero reconoció que Alemania (el país europeo de mayor poder de voto en el directorio del Fondo) tiene una posición muy ortodoxa al respecto.
Las demás cuestiones demandan una diplomacia y unos tiempos que exceden los de la gira de Guzmán y aun de los que dispone para acordar con el FMI y encontrar una “solución creativa” con el Club de París.
SEGUIR LEYENDO: