Los dólares del campo le están permitiendo al Banco Central recuperar lentamente su nivel de reservas. Además de haber regresado ayer al nivel de USD 40.000 millones, el mayor desde el 27 de octubre, el dato más relevante es que ahora ganó algo de “poder de fuego” para intervenir en el mercado, porque a su vez incrementó las denominadas reservas “netas”.
Hasta marzo, el Banco Central había comprado más de USD 2.200 millones, pero las reservas prácticamente no se movieron. Una parte de esos dólares se fueron al pago de deuda con organismos, otra a la demanda del sector privado también para hacer frente a vencimientos de bonos, pero también para intervenir en el mercado y mantener bajo control el dólar financiero.
Con estas últimas compras, las reservas netas ahora superan levemente los USD 5.000 millones. Este volumen incluye, según detalla el economista Fernando Marull, el oro en poder de la entidad, los DEG emitidos del FMI y dólares líquidos, que apenas superarían los USD 600 millones.
La enorme diferencia con las reservas “brutas”, es decir, con el monto total, son básicamente dos. Una, la porción que corresponde al canje de monedas (o swap) con el Banco Central de China, integrada en yuanes, que equivale a casi USD 20.000 millones, la mitad de las reservas brutas. Otra parte que no puede considerarse líquida son los encajes de depósitos en dólares, que en realidad no pertenecen al BCRA sino a los depositantes.
En marzo se registró una liquidación récord por parte del agro, que llegó a los USD 2.700 millones. La expectativa es que en este trimestre se registren fuertes volúmenes de liquidaciones a partir de la cosecha de soja y los elevados niveles de precios de la oleaginosa a nivel internacional.
Ese “poder de fuego” será de utilidad para que el titular del BCRA, Miguel Pesce, tenga un mayor colchón para intervenir en las semanas previas a las PASO y de las legislativas. El propio funcionario reconoció que puede haber más turbulencia a medida que se acerquen los comicios, por lo que seguramente habrá que salir con reservas para calmar las cotizaciones. Para el Gobierno es fundamental evitar un shock cambiario, que tendría fuerte impacto en el ánimo de los votantes.
Las reservas netas llegan ahora a USD 5.100 millones, pero no todo se puede usar para intervenir en el mercado. En esa cuenta hay más de USD 3.000 millones de oro y Derechos Especiales de Giro del FMI. Por eso, el Central tiene que seguir ganando poder de fuego, es decir acumulando dólares líquidos
No sólo se trata de mantener a raya el dólar oficial, que ya aumenta a un ritmo menor a 2% mensual. También es clave que la brecha cambiaria no se dispare. El “contado con liquidación” tuvo un salto en los últimos días y finalizó ayer a $ 151.
Se estima que el ingreso de dólares extra por el “efecto precio” no bajaría de los USD 8.000 millones. Sin embargo, la gran pregunta es cuántos de esos dólares quedarán en el Banco Central y engrosarán las reservas y, por otro lado, cuánto finalmente saldrá a través de la “puerta giratoria”.
Abril tuvo un arranque más auspicioso que los meses anteriores. No sólo aumentaron las compras del BCRA. Además, prácticamente el 50% de los más de USD 1.000 millones producto de esas intervenciones quedaron en sus arcas, engrosando el volumen de reservas líquidas.
Esta tendencia se mantendría por lo menos hasta junio, coincidiendo con la liquidación de la cosecha gruesa, lo que le permitirá al BCRA aumentar su nivel de reservas y también su poder de intervención en el mercado. El objetivo es evitar cualquier sorpresa con la evolución del dólar financiero y que no aumente la brecha cambiaria.
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