Las principales empresas italianas le plantearán hoy al ministro Martín Guzmán su interés en participar en inversiones en obras de infraestructura y energía, aunque le expresarán su preocupación por la inestabilidad de las reglas del juego y, en particular, por las trabas para girar dividendos fuera del país.
Fuentes al tanto del encuentro que hoy Guzmán, luego de su amable paso por Berlín, compartirá en Roma con unos 12 empresarios italianos indicaron a Infobae que el espíritu será constructivo, a la espera de las definiciones del funcionario, entre otras, para saber si el Gobierno pagará su deuda con el Club de París, ya que eso las ayudaría en muchos casos a invertir más en el país.
Los ejecutivos que tienen previsto sentarse con el ministro en la embajada de la Argentina en Roma, en principio, son de las firmas Ghella; CMC; We Built (ex-Salini-Impregilo); Saipem; ENI; Pirelli; Fiat; Grupo Leonardo; Ferrovie dello Stato; Ferrero; Carraro; SACE y BST.
Más allá de las relevantes Fiat y Pirelli, cabe precisar que Ghella participó de una parte del soterramiento de la línea Sarmiento; CMC de la provisión de agua potable en el área metropolitana; We Built del desagüe del Río Matanza; Saipem y ENI son empresas de energía muy interesadas en el Golfo San Jorge.
Además, Ferrero es clave en el sector de agroalimentos; Ferrovie dello Stato, creada en 1905, había firmado un convenio con la Argentina durante el gobierno de Macri para optimizar el transporte de cargas; Carraro está en el sector de mecánica para tractores; y BST trabaja en la estratégica industria del litio.
En tanto, Leonardo, líder en el sector satelital y de hecho maneja el GPS europeo, tiene un convenio bilateral con la Coneau y ha desarrollado una buena cooperación con el Instituto Balseiro.
Finalmente, SACE es la agencia italiana de crédito a la exportación, de la cual dependen las demás para hacer sus inversiones en el extranjero y por lo tanto la resolución del tema del Club de París es fundamental para que pueda darle su bendición al resto. Dado que en promedio la inversión de estas empresas es de 500 a 1000 millones de dólares, más allá de la cuestión de las trabas a las importaciones que afecta sobre todo a las pymes, su preocupación gira en torno del giro de dividendos a sus casas matrices.
Pero también, a la regularización del acuerdo con el Club de París y el FMI, dado que el Banco Mundial en muchos casos financia las licitaciones de las que participan.
Hacia adelante, el gran interés de estas compañías reside en el sector de petróleo y gas, en el que el potencial todavía supera a la realidad. Al respecto, las empresas están conformes con el nuevo plan Gas que impulsó el Gobierno, pero quieren tener alguna certeza de que, si cambian las circunstancias de corto plazo, no les cambiarán ni las reglas ni el precio. En este sentido, lo que ocurrió con el abrupto cambio en la ley de la economía del conocimiento, con una ley votada en forma unánime en 2019 por el Congreso que fue dejada de lado un año después para reemplazarla por otra, no resulta un antecedente favorable.
Estos y otros temas similares también serán debatidos por Guzmán con su par italiano Daniele Franco, el ministro, ex banquero y mano derecha del premier Mario Draghi, antes de partir a Madrid y, finalmente, a París para cerrar su intensa gira el viernes al mediodía con el ministro Bruno Le Maire y su mano derecha, Emmanuel Moulin, presidente del Club de París.
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