La semana financiera, ya con cinco ruedas operativas a pleno después de los feriados, dejó un saldo con escasas variantes en cuanto a las acciones y los bonos, pero con algunos datos salientes en el plano cambiario.
El dólar libre tocó el miércoles un piso de $139, el precio más bajo desde septiembre del año pasado, para terminar ofrecido a $140 el viernes, mientras que las paridades bursátiles tuvieron un repunte contenido pero con más demanda, en $149,83 para el “contado con liquidación” -en un máximo de dos meses- y $144,35 para el dólar MEP.
El BCRA permite un deslizamiento gradual del dólar mayorista, que sube 9,9% en 2021, a $92,44, y acumula compras netas por unos USD 3.400 millones en los últimos cinco meses.
Pero también interviene fuerte en el mercado de bonos, con venta de títulos del canje contra pesos y recompras contra dólares. Es decir que revende las divisas que adquiere en la plaza oficial a valor MEP, lo que explica el escaso crecimiento de las reservas internacionales.
El récord de contagios de COVID-19 en Argentina acentuó la demanda de dólar Bolsa, pero la intervención del BCRA contuvo el alza de precios
De esta forma, la entidad mantiene estabilizado el precio implícito de los dólares paralelos y reduce la brecha cambiaria, que ahora es de un 51,4% respecto del libre, y de un 56% respecto del MEP. Hay que recordar que en la última semana de octubre la diferencia de precios había alcanzado un 150% y 110%, respectivamente.
“El BCRA podría estar aprovechando la buena cosecha para perseguir un objetivo múltiple: ancla cambiaria y recomposición de reservas. Pero esto último no es claro: en lo que va del año las reservas no subieron, aunque el Banco Central compró más de USD 2.000 millones en el MULC. Lo que ocurre es que el BCRA enfrenta un tercer objetivo: influir decisivamente en la cotización del dólar paralelo para controlar la brecha. Estimamos que gastó alrededor de USD 800 millones en lo que va del año para tal fin”, indicó un informe de Consultatio Plus.
“El mercado está en un momento ‘bisagra’. Hasta la semana pasada, cuando la segunda ola del COVID-19 era una posibilidad, no había interés en el MEP porque los agentes económicos estaban convencidos del éxito de la política cambiaria del BCRA, ajustando el dólar mayorista a un ritmo de 2,5% mensual. Todo esto en un contexto en el que la economía crecería por encima de 6%, se necesitarían inyectar pesos en las empresas, entonces ahí está la justificación de que el MEP esté ofrecido. Pero esta semana los fundamentos estarían cambiando”, advirtió Walter Morales, presidente de Wise, consultora en economía, finanzas y estrategia.
La brecha entre el tipo de cambio oficial y el dólar libre se acercó al 50% por primera vez desde el 15 de abril del año pasado
“La segunda ola no es una posibilidad, sino un hecho concreto. Aún resta conocer el detalle de cómo van a ser las restricciones a la circulación pero lo que sí sabemos es que por mínima que sea, va a aumentar el déficit fiscal en relación al estimado para este año y con ello la emisión y la tasa de interés para esterilizar el mercado. Lo más lógico es que frente a este escenario vuelva la tensión cambiaria... en este punto es en el cual lo barato que está el dólar MEP luce tentador y el motivo por el cual, tímidamente, pueden aparecer compradores”, subrayó Morales.
Fue, justamente, el récord de contagios y decesos por COVID-19 de fines de octubre de 2020 el marco en el que se dio la escalada de los dólares alternativos. Con el reciente recrudecimiento de los casos, el “blue” no reaccionó, pero el MEP y el “liqui” subieron dos pesos o 1,5% en la semana.
En la primera semana hábil de abril el BCRA sumó compras por unos USD 520 millones, y en lo que va del año totalizó un saldo a favor de casi USD 2.800 millones
El BCRA mantiene desde diciembre un sendero de compras en el mercado de contado por el que acumula un saldo a favor de casi USD 2.800 millones en lo que va de 2021. En la primera semana hábil de abril el BCRA sumó compras por unos USD 520 millones, frente a USD 611 millones en el mismo lapso de marzo.
“Las reservas, por su parte, no aumentan a pesar de que le compra los dólares al campo. Y esto tiene que ver con la estabilidad cambiaria que hay hoy. Hay flujos públicos o de afuera que están vendiendo o comprando y tanto en el dólar MEP, como el contado o el oficial, se ve una cierta intervención de manos amigas, que evita que haya saltos abruptos en el tipo de cambio, metiéndose en el juego de oferta y demanda”, comentó Joaquín Bagües, Head of Strategy de Portfolio Personal Inversiones.
Acciones y bonos
En el exterior, el S&P 500 y el Dow Jones de Wall Street reafirmaron nuevos máximos históricos, mientras que el S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires ganó un 1,8% en pesos, aunque la suba quedó neutralizada en dólares por el ascenso del “contado con liqui”.
Entre los papeles argentinos negociados en el exterior descolló la suba semanal de 44% para las acciones de Bioceres, para acumular una ganancia en dólares de 136% en lo que va del 2021, una rentabilidad mayor a la del Bitcoin.
Distinto fue el panorama para los bonos soberanos. Las cotizaciones de los títulos Globales exhibieron una baja semanal de 1,5% promedio, mientras que el riesgo país de JP Morgan continuó alcanzó los 1.618 puntos.
Javier Rava, director de Rava Bursátil, señaló que “los tres principales índices de Estados Unidos continúan expandiendo su tendencia alcista, sobre todo impulsados por el sector tecnológico”, donde las acciones “repitieron los buenos avances, escalando a grandes pasos luego de la rotación de carteras con que se vieron afectadas”.
“En este contexto, y a pesar de la recaída negativa de los datos semanales de subsidios por desempleo, las tasas del Tesoro se expresaron con nuevas bajas, dándoles un empujón positivo a las las mencionadas tecnológicas que lo supieron apreciar y sirvieron de tracción para los avances en los índices norteamericanos que, además de codearse entre los máximos, el S&P 500 vuelve a marcar un nuevo récord”, agregó Javier Rava.
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