Con la negociación con el FMI, para refinanciar los USD 45.000 millones del crédito concedido a la Argentina en 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri, entre ceja y ceja, el ministro de Economía, Martín Guzmán, partirá esta tarde rumbo a Alemania, primera escala de su periplo europeo, en el que también visitará Italia, España y Francia.
Los objetivos del viaje son “construir consensos y entendimientos sobre lo que la Argentina necesita para estabilizar su economía. El objetivo es conseguir los apoyos necesarios de los accionistas del FMI (especialmente G7 y G20) para concretar un programa que le sirva a la Argentina”, señalaron desde Economía, aonde apuntaron que amén de reunirse con sus pares europeos, Guzmán se verá también con representantes de la sociedad civil, esto es, del sector privado.
Acompañado por el director ante el FMI por la Argentina y el Cono Sur, Sergio Chodos; la titular de la Unidad de Coordinación y Gestión de Asuntos Internacionales, Maia Colodenco, y la jefa de gabinete del Ministerio de Economía, Melina Mallamace, el ministro arrancará su serie de entrevistas en Berlín, donde mañana por la tarde se entrevistará con el Ministro de Asuntos de Economía y Energía, Peter Altmaier, y el martes con el secretario del Ministerio de Finanzas, Wolfgang Schmidt.
La posición de Alemania es importante no sólo por ser el país de la Unión Europea con mayor poder de voto (5,60%) en el FMI, sino porque también es –por lejos- el mayor acreedor de la Argentina en el Club de París, el segundo objetivo de la gira de Guzmán. Alemania detenta en ese grupo de acreedores oficiales, que negocia las acreencias bilaterales de un conjunto de 37 países y agencias gubernamentales que financian y garantizan flujos de comercio e inversión, la condición de acreedor de nada menos que 37,4% de la deuda argentina ante el Club bautizado con el nombre de la capital de Francia, donde tuvo lugar la primera reunión y funciona su secretariado.
Mirando al Sur
Después de los tres días de gestiones en Alemania, la gira se acelerará hacia el sur europeo. El miércoles 14, Guzmán & Cía estarán en Roma. En la capital italiana, el ministro de reunirá con su par de Economía y Finanzas, Daniele Franco. El jueves ya estará en Madrid, donde verá a la Ministra de Economía y Vicepresidenta Segunda del gobierno español, Nadia Calviño, y el viernes llegará a Francia, donde prevé reunirse con Bruno Le Maire, el ministro de Finanzas del gobierno de Emmanuel Macron.
Además de transmitir ideas y prioridades del gobierno argentino, Guzmán escuchará reclamos. Como anticipó Infobae, las empresas europeas instaladas en la Argentina ya transmitieron a los 4 ministros de Economía que recibirán a su par argentino la preocupación por las trabas a la importación que, afirman, les impiden producir con normalidad en el país. Para peor, mientras enfrentan esos obstáculos, el ministerio de Desarrollo Productivo las intima a producir “al máximo de su capacidad”.
“Hay empresas que no pueden producir con esas trabas; se está rompiendo la cadena productiva”, dijo una fuente del sector privado europeo, quien agregó que “nadie (del Gobierno) nos da una solución”. En autos de esas cuestiones, los funcionarios europeos se las plantearán a Guzmán.
Propuestas e inquietudes argentinas
En la reciente reunión (virtual) de primavera del FMI y el Banco Mundial, donde los principales socios de los entes multilaterales dieron el visto bueno a la propuesta para que el Fondo emita el equivalente a USD 650.000 millones en “Derechos Especiales de Giro” (DEG, la “moneda” del FMI), que automáticamente significarán una asignación a los Bancos Centrales de los países miembros en proporción a la cuota del respectivo país en el Fondo, Guzmán y su par mexicano Arturo Herrera Gutiérrez, propusieron un esquema de reasignación de esos recursos, para mejorar el acceso de los países de ingresos bajos y medios.
En los encuentros con los ministros europeos, Guzmán podrá explicar más en detalle la propuesta. Además, insistirá en la necesidad de que el Fondo cambie la política de “cargos” de sus préstamos, que se encarecen a medida que superan cierta proporción de la cuota de un país en el FMI y se alarga el período de repago. Estirar esos tiempos es, a su vez, el principal reclamo de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, jefes de la coalición de gobierno, que han señalado la necesidad de que el período de repago de los USD 45.000 millones que la Argentina le debe al Fondo se estire hasta 20 años, el doble del máximo posible en un “Acuerdo de Facilidades Extendidas” como el que Guzmán viene conversando con el Fondo hace varios meses. El propio ministro dijo, en una entrevista en CNN, que conseguir esos cambios implica una tarea diplomática que excede las urgencias actuales de la Argentina.
Plata fresca
Según coincidieron fuentes locales e internacionales, la acreditación en el BCRA de los cerca de USD 4.350 millones que corresponderán a la Argentina de la emisión de DEGs del FMI ocurrirá en agosto, después del plazo que tiene la Argentina para pagar un vencimiento de USD 2.400 millones con el Club de París (el vencimiento es en mayo y tiene un período de espera de hasta 60 días).
Esos recursos sí estarían disponibles cuando venza, en septiembre, la primera cuota, por USD 1.910 millones del crédito que el FMI concedió a la Argentina en 2018. La segunda, del mismo monto, recae en diciembre. Pero ayer, Geoffrey Okamoto, el subdirector del Fondo, dijo que la emisión de DEGs no es un sustituto de nuevos créditos ni debe usarse para evitar las reestructuraciones de deuda, sino para reforzar las reservas internacionales de los Bancos Centrales. El Club de París ha señalado, además, que para renegociar vencimientos la Argentina debe alcanzar un acuerdo con el Fondo, suerte de “auditor” de sus créditos.
Tales los estrechos límites que deberá resolver, en los próximos meses, Guzmán, y que confieren tanta importancia a la misión que inicia este domingo en Berlín.
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