Las empresas europeas les solicitaron a los cuatro ministros de Economía que recibirán a Martín Guzmán la semana próxima que transmitan su preocupación por las serias trabas a las importaciones que, afirman, les impide seguir produciendo con normalidad en la Argentina.
Así lo indicaron a Infobae calificadas fuentes del sector privado, que indicaron que los países de los cuatro gobiernos que recibirán al ministro de Economía, quien partirá este sábado, ya están al tanto de esta sensible cuestión, que parece escalar día a día, porque mientras las empresas se quejan por la falta de insumos, el Ministerio de Desarrollo Productivo paradójicamente las intima a producir más, como ocurrió este viernes.
“Ya no se trata de una crisis de importación, sino de producción. Hay empresas que no pueden producir con estas trabas y por lo tanto se está rompiendo la cadena productiva”, aclaró la fuente del sector privado.
La fuente aclaró que, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, “ahora hay buen diálogo con el Banco Central y el Ministerio de Desarrollo Productivo, pero nadie nos da una solución y afirman que el problema es de otro organismo”.
Esta situación de “bloqueo” fue transmitida por las empresas de Alemania, Italia, Francia y España a sus respectivos ministros de Economía, que la semana próxima se encontrarán con Guzmán.
El ministro comenzará su gira el lunes en Berlín, seguirá por Roma, Madrid y terminará el viernes en Berlín. Aunque su objetivo principal es tratar de aplazar los pagos al Club de París y al Fondo Monetario Internacional (FMI), también dialogará sobre la situación de las inversiones en el país y, en ese contexto, seguramente aparecerá este reclamo, que muchas compañías ya llevaron a la justicia.
De hecho, la Eurocámara Argentina, que aglutina a más de 2.200 empresas que dan empleo directo a 230.000 personas en el país, ya expresó su postura el mes pasado al ministro Matías Kulfas, sugiriendo una serie de medidas para flexibilizar el acceso a las divisas y facilitar las importaciones.
Al respecto, la entidad que preside Giorgio Alliata di Montereale sugirió agilizar el proceso de autorización de licencias no automáticas del Sistema Integral de Monitoreo de las Importaciones (SIMI) para que las empresas radicadas acá puedan completar sus procesos productivos en el país.
“Argentina es un neto importador de tecnologías e insumos para la producción. Una interrupción en la cadena de pagos y proveedores amenaza la continuidad en el flujo de inversiones y la generación genuina de divisas de nuestro país”, indicó el ejecutivo.
Además, reclamó que el Banco Central autorice los pagos de deudas atrasadas correspondientes a ejercicios fiscales pasados entre filiales con sus casas matrices y con terceros, incluyendo los pagos de materias primas, de bienes de capital, los préstamos financieros y los pagos de servicios.
“Una interrupción en la cadena de pagos y proveedores amenaza la continuidad en el flujo de inversiones y la generación genuina de divisas de nuestro país” (Alliata di Montereale)
También, pidió flexibilizar la exigencia de la utilización previa de activos externos para liquidar importaciones, “ya que es en muchos casos imposible debido a palancas o encajes propios de las regulaciones de las empresas o de las autoridades de control, y que se traducen en mayores costos para las organizaciones productivas”.
“En nombre de las empresas europeas presentes en el país, ofrezco toda nuestra colaboración para identificar conjuntamente mecanismos simples y ágiles, que faciliten un intercambio comercial que sostenga y promueva la producción local, las inversiones, las exportaciones nacionales y el empleo”, concluyó.
Un planteo similar se hizo días atrás en un seminario organizado por la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana.
Pablo Lavigne, director de Abeceb, dijo a Infobae que “las importaciones vienen con muchas trabas, en los sectores sensibles primero y luego en insumos y bienes finales”.
“Lo que va a suceder es que los pocos que puedan importar por contactos o corrupción van a ganar mucho dinero” (Lavigne)
“Hay dos cuestiones: una es ideológica, porque el Gobierno cree que con las trabas va a generar más demanda local de insumos y la otra es la falta de dólares; lo que intentan hacer es forzar al aparato productivo para que produzcan todo lo que puedan, pero con menos dólares. Por supuesto que esto impulsa la inflación, porque con menor oferta, suben los precios, mayor atraso cambiario y menos inversión”, indicó. Además, se lamentó, “lo que va a suceder es que los pocos que puedan importar por contactos o corrupción van a ganar mucho dinero”.
En tanto, el experto Marcelo Elizondo consideró que “hay una creciente preocupación de las empresas europeas por las trabas a las importaciones de bienes de capital, pago de deuda y repatriación de utilidades; hay un problema muy serio que desacredita al Gobierno, porque el 80% de las importaciones son para producir en el país, pero es peor la creación de un clima de desaliento que después no se podrá corregir con regulaciones virtuosas, porque se pierde legitimidad”.
Si bien el Gobierno había prometido relajar el cepo luego del canje de la deuda, lo hizo en cuentagotas y las restricciones se hacen sentir más ahora que el nivel de actividad comenzó a recuperarse.
Por lo tanto, a muchos empresarios les resulta contradictorio que el equipo económico intente que la actividad termine de repuntar luego de la caída catastrófica del 9,9% del año pasado y que, a la vez, no permita que ingresen al país los insumos necesarios para fortalecer la industria nacional que tanto se defiende en términos retóricos.
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