Por cada 10% de aumento que se aplica a los precios de combustibles, el precio del kilo de manzanas avanza 0,9%, el litro de leche un 0,17% y el de las gaseosas 0,08% por el aumento en los costos de transporte. Los datos surgen de un análisis de la consultora Economic Trends encargado por el Centro de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), una entidad que nuclea a estacioneros.
Con estas cifras, los pequeños empresarios del sector de combustibles buscan algo más que debatir el impacto de los aumentos en los surtidores sobre el resto de la economía, ya que quieren ponerle números a su incidencia.
“Es algo que se dice hasta el hartazgo y que hasta yo mismo decía hasta que lo aprendí. Es lógico que el aumento en los combustibles se traslada al resto de los bienes por el costo del transporte, pero lo que no es lógico es que sea un impacto proporcional”, dijo Gabriel Bornoroni, presidente de Cecha.
Cecha presentó su informe mensual de despacho de combustibles y datos del sector. Y, en esta ocasión, lo aprovechó para dar su mirada respecto a cuál es el rol de los combustibles líquidos a la hora de explicar los costos de transporte.
“Es lógico que el aumento en los combustibles se traslada al resto de los bienes por el costo del transporte, pero lo que no es lógico es que sea un impacto proporcional”, explican en la Cecha
Según el economista Gastón Utrera, de Economic Trends, la incidencia de los aumentos de combustibles y sus costos en el transporte afecta al resto de los bienes, pero en forma limitada. Así, 10% de aumento en surtidores explica -en promedio simple- un 0,45% en el resto de los precios del Índice de Precios al Consumidor. Llevado a casos concretos es que argumentan que, si bien el precio del gasoil incide sobre el resto, su impacto suele ser sobredimensionado.
Mientras tanto, el consumo de combustibles en el país volvió a retomar la senda del crecimiento durante febrero luego de haber caído en enero, pero todavía no se logró volver a los niveles de consumo de la prepandemia. A pesar del salto, los estacioneros son precavidos a la hora de pronosticar el rumbo teniendo en cuenta que el gobierno nacional analiza nuevas medidas restrictivas para frenar la segunda ola del coronavirus.
El informe mensual de Cecha muestra que los volúmenes de venta de combustibles líquidos treparon 3,9% en febrero respecto a enero de este año, en camino a la recuperación que está experimentando el sector luego de haber llegado a contraerse 90% durante la cuarentena más estricta del año pasado.
“Todavía, sin embargo, estamos un 11% por debajo del nivel de febrero de 2020, un año antes de la pandemia, que nos permite comparar el nivel de actividad que teníamos antes de que empezara el distanciamiento social”, dijo Bornoroni.
“Para nosotros es positivo, es una forma de ver que va levantando lentamente el consumo y con ello la circulación, pero no cantamos victoria ni decimos que está solucionado todo, por varias razones. Venimos de un año de receso por el Covid y hoy no tenemos más espalda. Además, hay posibilidades de nuevas restricciones y eso nos preocupa mucho”, agregó el presidente de Cecha.
Todavía no hay ninguna provincia que haya vuelvo a los niveles de venta previos a primer brote de coronavirus del país. Y por lo visto lo más probable es que con las inminentes medidas restrictivas no se vuelva a los valores prepandemia en el corto plazo.
“Venimos de dos años de recesión y si nos vuelven a generar restricciones y se nos vuelven a caer las ventas, con las deudas que tenemos, porque asumimos compromisos para pasar el Covid, el panorama es hostil tirando a oscuro”, señaló Bornoroni.
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