El Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó que se analizará el pedido de la Argentina de reducir el costo de los créditos del organismo, pero sin dejar de tomar en cuenta los mecanismos prudenciales propios de una entidades financiera global
Así lo señaló hoy la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, en una conferencia de prensa virtual que brindó desde Washington para el inicio de la reunión de la primavera boreal del FMI y el Banco Mundial, en la que que reiteró que el diálogo con el gobierno es muy constructivo pero no indicó si habrá acuerdo antes de las elecciones de octubre.
“Tenemos una relación muy constructiva con Argentina. Los dos equipos, el nuestro y el argentino, están trabajando. Así, durante la visita del ministro Guzmán, mantuvimos una reunión constructiva. Los dos equipos han acordado algunos principios generales para el programa y el trabajo continúa. Avanzaremos en ello. Y entonces, cuando el acuerdo esté en marcha, lo llevaremos a nuestro directorio”, indicó, sin responder sobre las fechas, que dependen más del gobierno que del organismo.
Sobre el pedido de Argentina de reducir el costo de las tasas de interés y los sobrecargos de los créditos del Fondo, indicó: “Esto se plantea en el momento en que el Fondo va a pasar por su revisión periódica de nuestros cargos. Y ese es el momento en el que se pueden discutir este tipo de cuestiones”.
Sin embargo, aclaró que “hay una razón por la que el Fondo ha introducido en el pasado recargos por acceso excepcional, y es para crear un incentivo para que los países entren y salgan de los programas de la manera más eficaz y rápida posible”.
Georgieva aclaró que hay que analizar con cuidado el pedido de Argentina de reducir el costo de los créditos que otorga el FMI, debido a que se trata de una entidad financiera global que debe ser prudente
“Dado que el Fondo es una institución que presta a los países la mayoría de las veces cuando se enfrentan a dificultades, eso supone un alto riesgo y, por lo tanto, requiere que el Fondo también construya para los miembros, no para la administración ni para los miembros, que construya fortaleza a través de cargos precautorios. En ese sentido, una una gestión financiera prudente de los recursos se toma se deciden los cargos. Y como he dicho, habrá una revisión. Y como siempre, escuchamos a los miembros y luego buscamos un camino hacia lo que tiene más sentido y donde está el consenso entre los miembros”, concluyó. Dado que la Argentina es un socio del organismo, también deberá opinar si quiere que se bajen los costos de los créditos, lo que podría llevar a un mayor riesgo en las finanzas del organismo y a incentivar en exceso (moral hazard) que los países vayan al Fondo a pedir dinero en lugar de aplicar medidas que le permitan hacerlo en el mercado privado, cuando están dadas las condiciones para hacerlo; además, podría bloquear así la chance de los países pobres de pedirle recursos al FMI, ya que de ningún modo tienen acceso al mercado.
El mes pasado, el vocero del organismo, Gerry Rice, había aclarado que “los recargos permiten al Fondo seguir desempeñando un papel de prestamista mundial de última instancia en tiempos de crisis. Algo que hemos visto en todo su esplendor durante la pandemia de COVID-19″.
“Por tanto, contribuyen a reforzar la capacidad financiera del FMI. En particular, nos permiten proporcionar recursos a los miembros a tipos de interés asequibles, a menudo cuando están bloqueados en los mercados de deuda privada, o se enfrentan a tipos de interés a niveles insostenibles. Nos permiten ayudar a nuestros miembros de bajos ingresos en particular, reforzando nuestra capacidad financiera. Sólo se pagan recargos cuando el crédito pendiente de un país miembro es alto y prolongado”, aclaró en uno de sus conferencias habituales.
“Los recargos son importantes para fortalecer la capacidad financiera del FMI, en particular para permitirnos ayudar a nuestros países miembros de menores ingresos y más vulnerables. Y, a este respecto, es importante señalar que la mayor parte de los préstamos del FMI a los países de bajos ingresos se conceden en el marco de nuestro mecanismo fiduciario para el crecimiento y la reducción de la pobreza, que se otorga en condiciones muy favorables, a menudo a un tipo de interés cero, y sin recargos”, agregó.
Por otra parte, Georgieva también se refirió hoy a la propuesta de Argentina y México de redireccionar los recursos adicionales que emita el FMI a los países de ingresos medios y reiteró que esta inyección de recursos se discutirá en los próximos meses y no llegará al menos antes de agosto o septiembre.
“Ahora que sabemos que tenemos un fuerte apoyo como la realocación de los DEGs, hemos estado recibiendo algunas ideas en cuanto a lo que estas opciones pueden ser. Evaluaremos cuidadosamente esta propuesta. Nos pondremos en contacto con nuestros miembros para asegurarnos de que las opciones que presentemos cuenten con un amplio apoyo por parte de los miembros y que se definan sobre la base de contribuir de la manera más eficaz a las necesidades de los países vulnerables”
“Así que la forma de definir estas opciones es un trabajo que se hará en el próximo paso de forma intensiva en los próximos meses”, aclaró.
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