La agroindustria no solo aportó durante el año pasado 7 de cada 10 dólares que ingresaron al país, posicionándose como la columna vertebral de la economía argentina, sino que también es la gran financiadora de la mayoría de los sectores productivos que presentan marcados déficits en su balanza comercial a partir del considerable superávit que registró durante 2020.
Así lo confirma el Monitor de Exportaciones del segundo semestre del año pasado publicado por la Fundación Agropecuaria por el Desarrollo de Argentina (FADA). Según el informe, durante 2020 la agroindustria tuvo un superávit comercial (exportaciones menos importaciones dentro del rubro) de USD 30.974 millones, erigiéndose como el sector con mejor performance en este aspecto y que se ubicó muy por encima de las otras actividades superavitarias, como la minería con USD 474 millones y combustibles y energía, con USD 149 millones.
De esta manera, solo tres ramas de la economía argentina presentan un ingreso superior de dólares a los egresos en sus respectivos sectores, mientras que la gran mayoría de los rubros cerraron con déficits en sus cuentas, como es el caso de química y conexos, con USD 5.731 millones, maquinaria nuclear e industrial, con USD 5.226 millones, la electrónica, con USD 5.771 millones, y la textil, con USD 1.376 millones, entre otros.
En diálogo con Infobae, el economista jefe de FADA, David Miazzo, puntualizó que “solo hubo tres sectores que tuvieron más exportaciones que importaciones y por lo tanto le aportaron dólares al país. El resto fueron deficitarios, con importaciones por encima de las exportaciones, por lo que, en vez de aportarles dólares al país, los consumen”.
En esta línea, Miazzo remarcó que “el gran rol del agro en cuanto a las exportaciones es la generación de dólares, vital para el país por múltiples razones, entre las cuales una de ellas es para que estos sectores puedan importar. Por ejemplo, si uno compra un auto de fabricación nacional, tiene un 70% de partes importadas. Un celular, aunque este ensamblado en Tierra del Fuego, tiene todas sus partes importadas”.
“Es por esto que los dólares que genera el campo sirven para cubrir todo el déficit que generan los otros sectores, que significa que en la vida diaria de los argentinos genera los dólares para que podamos utilizar un celular, un auto o mirar Netflix”, concluyó el economista.
Sin embargo, cabe destacar que aun con presencia de superávit comercial en los tres rubros mencionados, puede decirse que por el lado del sector agroindustrial dicha diferencia positiva entre exportaciones e importaciones se vio reducida en un 11% en 2020 respecto al año pasado.
Exportaciones
Como ya se ha dicho, las exportaciones de los complejos agroindustriales son vitales para el funcionamiento de la economía del país. En 2020, el sector alcanzó ventas al exterior por USD 38.055 millones, mientras que el país, en total, comercializó USD 54.883 millones. Esto quiere decir que la agroindustria, a pesar de haber caído en despachos un 8%, representó el 69% de las exportaciones totales de Argentina (5 puntos porcentuales más que en 2019). O dicho de otro modo, explicó el ingreso de 7 de cada 10 dólares al país.
De los más de USD 38.000 millones el 68% provino de las cadenas granarias, 16,5% de economías regionales, el 9,5% carnes, 3% lácteos y 3% de otros productos. En el primer caso, el complejo sojero fue el que más aportó, con una participación del 39% al ingresar USD 14.863 millones. A pesar de que el año pasado el país se consolidó como el primer exportador mundial de harina y aceite de soja, los despachos totales de la cadena cayeron 19% en volumen y 12% en valor.
Por su parte, el complejo maicero culminó con un alza en valor del 2% hasta los USD 6.146 millones y del 3% en volumen con 37,2 millones de toneladas embarcadas. En contraposición, los ingresos por trigo mermaron 13% hasta los USD 2.458 millones y 6% hasta las 11,6 millones de toneladas.
Punto aparte merece el maní. Esta oleaginosa, que se cultiva casi exclusivamente en Córdoba, viene con un crecimiento constante a través de los años, lo que permitió que el país se posicione como el principal exportador mundial concentrando el 23% del mercado global. Durante 2020, aumentó sus exportaciones 22% hasta las 840.000 toneladas por USD 1.070 millones, un 27% más que en 2019.
Por el lado de las carnes, el complejo bovino exportó un 10% más, aunque los ingresos cayeron 13% hasta los USD 3.126 millones por menores precios internacionales. El avícola tuvo una fuerte baja tanto en volumen (-14% a 250.000 toneladas) como en valor (-27% a USD 324,3 millones), al igual que el ovino (-52% en valor y -38% en volumen). El porcino fue el único que presentó ambos índices positivos, con un crecimiento en valor del 71% hasta los USD 65,8 millones y del 67% en volumen hasta las 35.839 toneladas.
En cuanto al complejo lácteo, las exportaciones mostraron un crecimiento tanto en valor como en volumen del 23% hasta los USD 1.139 millones y 373.000 toneladas respectivamente, mientras que el sector pesquero, otra importante actividad para la economía argentina, mostró un aumento del 3% en tonelaje hasta las 491.742 toneladas, mientras que los ingresos mostraron una merma del 7% a USD 1.683 millones.
Respecto a las economías regionales, con un amplio abanico de actividades que la integran, tuvo un cierre dispar en 2020. Por ejemplo, el complejo de la uva cerró con un aumento de exportaciones del 17% hasta las 569.820 toneladas, mientras que los ingresos se retrajeron 5% a USD 977,4 millones. En el caso de peras y manzanas, se despachó 476.086 toneladas (+7%) por USD 359,2 millones (+2%). En legumbres se embarcó 616.789 toneladas (+9%) por USD 458,7 millones; y en limón se comercializaron 328.075 toneladas (+8%) por USD 521,8 millones (-8%).
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