El presidente Alberto Fernández participó ayer por la tarde de la presentación del nuevo Régimen de Fomento de Inversiones para las Exportaciones que quedó oficializado a través de un decreto en el Boletín Oficial. De esta manera, y tal como anticipó Infobae la semana pasada, el Gobierno flexibilizará los controles cambiarios para exportadores.
Para ese fin, la iniciativa brinda previsibilidad tanto a la inversión extranjera directa como a la nacional financiada con crédito externo destinada a incrementar las exportaciones, ya que permite que el 20 por ciento de las divisas obtenidas en las exportaciones vinculadas a una nueva inversión sean de libre aplicación, con un tope máximo anual equivalente al 25 por ciento del monto bruto de divisas ingresadas para el proyecto.
Esos fondos podrán destinarse al pago de capital e intereses de pasivos en el exterior, utilidades y dividendos de balances cerrados y auditados, y repatriación de inversiones directas de no residentes. También podrán ser depositados hasta su utilización en cuentas en el exterior de entidades financieras argentinas y/o en cuentas locales en moneda extranjera en bancos argentinos.
Del anuncio presidencial ante representantes de empresas de los sectores petrolero y automotriz, entre otros, participaron el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; el de Economía, Martín Guzmán, y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca. Por el sector privado, participaron Alfredo Vitaller (Cámara Empresarios Mineros), Daniel Herrero (Toyota), Martín Galdeano (Ford), Thomas Owsianski (Volkswagen), Federico Veller (Profertil), Teófilo Lacroze (Raizen) y Juan Martín Bulgheroni (Pan American Energy). También participaron de manera virtual Hugo Eurnekian (CGC) y Pablo Vera Pinto (Vista).
Según se informó oficialmente, el nuevo régimen busca “incrementar las exportaciones, crear más empleo, fortalecer la competitividad, fomentar un crecimiento económico sustentable y equitativo, y promover la sostenibilidad ambiental”.
El nuevo régimen permite que el 20 por ciento de las divisas obtenidas en las exportaciones vinculadas a una nueva inversión sean de libre aplicación, con un tope máximo anual equivalente al 25 por ciento del monto bruto de divisas ingresadas para el proyecto
El régimen está dirigido a los sectores foresto industriales, agroindustriales, hidrocarburífero, minero y de industrias manufactureras y aplicará a los nuevos proyectos o a aquellos ya establecidos pero que busquen ampliar su capacidad productiva a fin de exportar.
El beneficio, que tendrá una duración de 15 años, requiere la presentación de un proyecto de inversión no menor a los 100 millones de dólares, para lo que no serán consideradas las colocaciones financieras y/o de portafolio, la fusión o adquisición de empresas o la compra de cuotas y/o acciones o participaciones societarias.
“Queremos proteger al que confía en la Argentina, invierte en la Argentina y gana en la Argentina y después necesita pagar compromisos que ha tomado en el exterior. No queremos hacerles difícil el negocio de la inversión a esos empresarios, queremos hacer difícil el juego de los especuladores, pero no a los que vienen a producir”, aseguró Alberto Fernández por videoconferencia.
Además, expresó que el nuevo régimen “es una señal clara de cuál es nuestro ánimo, nuestra vocación”. También señaló que “la Argentina no tiene más espacio para la especulación y tiene un espacio inmenso para el desarrollo productivo”.
En ese marco, Kulfas indicó que el régimen “genera un marco de mayor previsibilidad y un régimen especial de acceso al mercado de cambios para grandes inversores, que van a tener disponibilidad de hasta un 20 por ciento de las divisas de su exportación para ser aplicados a inversiones, que incluye a empresas de diferentes sectores y que traccionan a gran cantidad de pymes, por lo que van a generar gran cantidad de empleo y desde el punto de vista productivo es una señal muy importante”.
Por su parte, Guzmán remarcó la necesidad de “converger hacia un esquema de inversiones de capital que facilite y que aliente las inversiones en la economía real y desaliente el movimiento de capitales de muy corto plazo que generan movimientos desestabilizantes en el tipo de cambio que afectan negativamente a la economía real”.
Todesca, en tanto, reconoció que “las regulaciones del mercado de cambios en la Argentina hacen de la tarea productiva que siempre es un desafío un desafío aún mayor”.
En diciembre último, el Banco Central había flexibilizado el acceso al mercado para aquellas empresas que requirieran importar bienes para incrementar la capacidad productiva de exportación, al permitir usar la totalidad de los ingresos de anticipos y prefinanciaciones del exterior con un plazo mínimo de 180 días corridos, cuando el destino fuera el pagos anticipado de bienes de capital.
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