Nuevas medidas de restricción a la movilidad “intensivas, transitorias y localizadas” como las que planifica el Gobierno tendrían un impacto diferente según el sector de la economía del que se trate. Pero, más allá del golpe focalizado en los rubros más dependientes de la circulación de personas, esto también se contagiaría al resto de la economía por la caída en el ingreso, el costo fiscal de los paquetes de ayuda que serían necesarios y la emisión monetaria que debería pagar por ese mayor déficit.
La ministra de Salud, Carla Vizzotti, admitió que se analizan nuevas restricciones ante el repunte de los casos de Covid-19 y la situación que vive el sistema sanitario. En ese contexto, los economistas intentan calcular cuál podría ser el efecto de esas nuevas medidas luego del fuerte golpe que sufrió la actividad económica en 2020.
Por ejemplo, un informe de Consultatio Plus partió de su escenario base esperado para este año y le incluyó el caso de nuevas restricciones “sectorizadas”, distintas a las Fase 1 que se aplicó el año pasado.
“El impacto en la actividad podría no ser dramático, pero si costar entre 0,5 y 1,5 puntos de crecimiento para este año”, concluye el reporte que pasa a analizar el golpe que sufriría cada sector.
“No todos los sectores económicos enfrentan el mismo riesgo respecto de medidas de aislamiento. En general, los servicios se encuentran mucho más expuestos que los sectores que producen bienes, por definición”, asegura el reporte que asignó niveles de riesgo ante un cierre por sector de acuerdo a qué tan afectada vería su actividad, con un sistema de calificación que va del 0 al 3.
“Las actividades que representan el mayor grado de riesgo (hoteles, restaurantes y otros servicios) representan solo 4% de la actividad económica, pero al sumarse los sectores con nivel de riesgo 2 (construcción, actividades inmobiliarias, comercio, transporte y comunicación y servicios personales), el alcance es de el 49% del PBI”, agregó Consultatio. En ese sentido, el golpe sobre el comercio es clave por su peso del 18% en el PIB y su rol en el empleo.
Un análisis similar hizo la Fundación Mediterránea-IERAL, que toma datos del año pasado para mostrar que la caída estuvo concentrada en los rubros más afectados y que el resto de la economía no pudo compensar el parate, a pesar de haber cerrado el año con números positivos.
No sólo va a ser importante el impacto directo, sino también el indirecto. Me refiero al déficit fiscal (Rajnerman)
“Aquellos sectores que aún encuentran serias dificultades para normalizar su actividad representan aproximadamente un 26,2% del PIB. Las actividades comprendidas en este cuadrante son Transporte y Comunicaciones, Administración Pública, Enseñanza, Explotación de Minas y Canteras, Servicios Comunitarios, Sociales y Personales y Hoteles y Restaurants. Tomando el promedio ponderado, se tiene a Diciembre 2020 una caída interanual de 14,41% para estos sectores más afectados por el Covid”, registró un reporte del centro de estudios.
“El resto de los sectores de la economía registraron a diciembre de 2020 un crecimiento interanual de 3,96% en el promedio ponderado”, agregaron.
“Dentro de los sectores con actividad más erosionada por el Covid se tiene Hoteles y Restaurantes, con una merma en su actividad de 47,1% interanual en Diciembre 2020. Otras caídas dentro de este grupo fueron: Transporte y Comunicaciones (-19,2%), Servicios Comunitarios, Sociales y Personales (-14,7%), Minas y Canteras (-9,2%), Administración Pública (-7,8%) y Enseñanza (-3,5%)”, concluyeron.
Las empresas y trabajadores de esos rubros serían las que más duramente sufrirían nuevas restricciones, pero los análisis advierten que el peso del impacto económico no es aislado.
La vuelta de las restricciones forzaría 0,9 puntos extra del PIB de déficit que tendrían que financiarse con 2,8 puntos del PIB de emisión monetaria, con consecuencias en materia cambiaria (Consultatio)
“No sólo va a ser importante el impacto directo, sino también el indirecto. Me refiero al déficit fiscal, en un contexto en el que hay un poco más de financiamiento que el año pasado pero no llegamos a cubrir todo. Por ejemplo, trabas desde las 22 horas no deberían ser tan importantes, pero el costo fiscal de sostener eso es grande porque no hay margen para ello”, dijo Matías Rajnerman de Ecolatina.
Consultatio Plus, por ejemplo, calcula un costo de 0,9 punto del PIB extra en caso de entrar en restricciones debido a la necesidad de sostener a empresas y trabajadores con mayores gastos, además de las pérdidas en cuanto ingresos por impuestos. Eso, explican los especialistas, implica la necesidad de mayor emisión monetaria -2,8 puntos extra del PIB- para financiar los mayores gastos con su consecuente efecto en inflación y y en la dinámica cambiaria.
“En condiciones normales, la mayor monetización del déficit pondría presión a la brecha cambiaria (eso fue lo que vimos durante la mayor parte del 2020). Sin embargo, dentro del nuevo esquema de desdoblamiento de facto del Gobierno, la imposición de mayores restricciones a la circulación seguramente, al final del cambio, termine implicando una necesidad mayor de venta de reservas (entre USD 500 millones y USD 1.500 millones) para controlar el tipo de cambio libre de cara a las elecciones”, calculó Consultatio.
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