El martes próximo volverá a operar Arrebeef, el frigorífico bonaerense que había cerrado sus operaciones hace 40 días por un conflicto sindical, según informó la agencia de noticias NA.
Ubicado en el partido bonaerense de Ramallo, tiene 1.000 empleados. El 26 de febrero último había cerrado sus operaciones en la localidad de Pérez Millán, en medio de un conflicto sindical.
A partir del diálogo entre el director general de la empresa, Hugo Borrell, y el secretario general de la Federación de la Carne, Alberto Fantini, se logró retomar la actividad y sostener el empleo para la mayoría de los trabajadores.
Arrebeef tiene una capacidad de faena de 30.000 animales por mes y es uno de los principales exportadores de carne de la Argentina.
Los problemas habían arrancado en septiembre último, cuando debido a la cuarentena se suspendieron las elecciones gremiales y un grupo de trabajadores acusó al delegado zonal del Sindicato de la Carne, Luis Pérez, de no defender sus salarios.
La situación se complicó en el verano, porque en diciembre y enero disminuyó la cantidad de hacienda y se trabajó menos. Cuando los trabajadores recibieron el sueldo de febrero, que reflejó en el bolsillo el 30% promedio de merma de faena, se agudizaron las protestas.
Arrebeef tiene una capacidad de faena de 30.000 animales por mes y es uno de los principales exportadores de carne de la Argentina
En febrero comenzó una huelga, y Borrell anunció el cierre de la empresa y el despido de los operarios, “cansado de las presiones sindicales”. Los trabajadores tomaron la planta, hicieron un escrache en la sede sindical y hubo incidentes con la Policía.
Según narró Borrel, el conflicto comenzó en septiembre del año pasado en momentos que un grupo de trabajadores había planteado la realización de elecciones en el sindicato, pero las mismas no se pudieron organizar por las restricciones impuestas para prevenir el coronavirus.
Mientras eso sucedía, la empresa siempre estuvo ajena a la situación. Pero los trabajadores avanzaron con su pedido de organizar los comicios y se negaron a realizar la faena diaria de animales. Plantearon una instancia de diálogo con la firma, que se negó a negociar debido a la ausencia de representación gremial.
“Ya tomé la decisión: la salud es lo más importante. Creo que se tienen que cumplir los ciclos. Son los hijos los que tienen que llevar el cajón de los padres y no los padres los cajones de los hijos. Y no los veía bien a mis hijos, como para que me tocara un caso de esos. Entonces ayer en un momento me puse mal, me tomé un tranquilizante, me fui al frigorífico, después de un año sin ir, agarré el megáfono y le informé a la gente que cerraba el frigorífico. Y punto”, había afirmado el titular del frigorífico en medio del conflicto.
“Esta situación no se va a revertir, venga quien venga. Esta fábrica va a dejar de funcionar, no tiene marcha atrás”, aseguró en ese momento mediante un megáfono en la puerta de la planta y ante el reclamo de los trabajadores.
Cabe señalar que el frigorífico cumplía 100 años y forma parte del Consorcio ABC, que maneja las exportaciones de carne. El presidente de ABC, Mario Ravettino, había solicitado la intervención del Gobierno nacional para salvar la producción en proceso.
El frigorífico dijo que cumplió con los compromisos salariales, a pesar de los 40 días que estuvo paralizado. Finalmente no hubo telegramas de despido y las negociaciones continúan en el marco de la conciliación obligatoria, con el compromiso de Fantini de que “se harán elecciones libres y transparentes en la delegación local del sindicato, y si la lista opositora a Pérez triunfa, conducirá el gremio en Pérez Millán”.
Entre los puntos a resolver se encuentra la continuidad de unos 60 operarios que encabezaron la toma del frigorífico. Si bien en principio los dueños del frigorífico resistían su continuidad en la empresa, se estaría abriendo la posibilidad de negociar su continuidad, indicaron fuentes sindicales.
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