El Gobierno prorrogó el programa de Precios Máximos, un mecanismo creado por el Gobierno durante la pandemia para frenar la suba de una canasta de productos en comercios de todo el país, hasta el 15 de mayo próximo. La extensión, sin actualización de los valores tope después de tres meses en los que la inflación acumuló cerca de un 11% de avance según datos del Indec y estimaciones privadas a marzo, hace más pesado para las empresas el sostenimiento de los valores. Y, los costos que no se ven en las etiquetas de precios, se están viendo en variedades y cantidades según un informe privado.
Una investigación de Focus Market vía Scanntech -un lector de scanner en 670 puntos de venta de todo el país- detectó que sobre 1865 ítems de consumo masivo relevados cae un 72 % interanual el surtido de las primeras marcas. Esto es, que las empresas obligadas a congelar los precios de sus productos reducen al mínimo la cantidad de variantes que ofrecen para no incurrir en mayores costos.
En muchos casos las grandes empresas se ven obligadas a discontinuar líneas de productos que eran sostenidas por la rentabilidad de sus productos estrella que en el actual contexto de congelamiento de precios las obliga a retirar productos y marcas del mercado o a disminuir el volumen de producción de las mismas, según señala el informe.
“Surtido en góndola, por ejemplo, implica que dentro de una misma línea de galletitas variantes de sabor, tamaño, etc. La profundidad de una línea dentro de una categoría de productos. Cuando el Estado dictamina el nivel de precio que tiene el producto estrella, lo primero que genera es que se reduce la cantidad entregada porque pierde rentabilidad. Pero también lo que pasa es que esa rentabilidad estaba financiando el ingreso al mercado de nuevos productos que estaban en el ciclo de introducción, todavía no alcanzaban su madurez. Lo que se ve, es que hay reducción de esas líneas en el mercado”, dijo Damián Di Pace de Focus Market.
“El resultado es que vas a ver menor oferta en el mercado. El surtido dentro de las propias empresas va disminuyendo, eso genera menores opciones, menor nivel de oferta y menor nivel de empleo porque si se cierran líneas la actividad dentro de las empresas cae”, agregó.
Con los precios frenados, por otro lado, ganan peso dentro de la canasta de compras las primeras marcas. La participación de mercado de los productos mejor considerados por los consumidores argentinos pasó del 49% al 52% en un año.
Pero esa mayor propensión a optar por primeras marcas es muy diferentes según el nivel socioeconómico de cada consumidor. “Las segundas marcas muestran un crecimiento en la elección por parte de los niveles socio económicos bajos con 309 ítems seleccionados frente a los 201 ítems por parte del nivel socio económico alto”, remarca el informe.
Precios Máximos se creo en los primeros días de la pandemia de COVID-19 como un intento del Gobierno para contener aumentos en una canasta de productos, justo cuando muchos sectores trabajadores o habían perdido el empleo por cierres en la actividad o bien estaban afectados por recortes salariales.
El programa incluye a todos los almacenes, mercados, autoservicios, supermercados e hipermercados, a excepción de las mipymes y establecimientos mayoristas de venta de productos de consumo masivo, que cuenten con salón de ventas. También rige para todos los distribuidores, productores y comercializadores de cosas muebles, obras y servicios, y prestaciones que se destinen a la producción, construcción, procesamiento, comercialización, sanidad, alimentación, vestimenta, higiene, vivienda, deporte, cultura, transporte y logística, y esparcimiento.
La última actualización de precios había tenido lugar el 4 de febrero, con vencimiento el 31 de marzo pasado.
SEGUIR LEYENDO: