El campo es uno de los sectores más importantes de la Argentina, y en tiempos de crisis económicas, cada vez más constantes en nuestro país, su rol se vuelve aún más preponderante. Es por eso que a pesar de la incertidumbre y la fuerte sequía que afectó al cúmulo de actividades rurales, el agro está dispuesto a aumentar su producción y a invertir para lograrlo.
Así lo demuestra una encuesta realizada a las empresas integrantes del Movimiento CREA en marzo. Allí, el 78% de las 1.147 compañías relevadas afirmaron haber sido afectadas por la dura sequía que se dio en gran parte del país durante el año, pero que a pesar de esa circunstancias, aspiran a aumentar la producción tanto de cultivos de invierno, como así también del rodeo ganadero y de leche.
En esa línea, el 71% de los empresarios manifestó intenciones de realizar inversiones en el presente año, tanto en lo que respecta a mantenimiento (alambrados, corrales, etcétera) como en equipos y maquinaria agrícola, mientras que el 28% indicaron que “planean realizar inversiones destinadas a generar mejoras en la capacidad productiva o la eficiencia” de la compañía.
En diálogo con Infobae, el miembro de CREA Bragado y directivo a cargo del área de Comunicación e Integración a la Comunidad, Fernando De Nevares, indicó que una de las razones que impulsan al productor a apostar a invertir en pos de una mayor producción es una actitud defensiva ante las adversidades que puede plantear el entorno climático, como así también económico y político.
De Nevares explicó que “a pesar de ser muchas las empresas en todas las regiones que fueron afectadas por la sequía, en algunos casos de manera muy grave, se puede ver que en promedio se esperan decisiones de crecimiento y una decisión de invertir en mantenimiento o eficiencia de producción”.
Asimismo, expresó que “no se puede dejar de atender a que el entorno económico, traccionado por el aumento de los valores de los commodities, genera, más allá de lo climático, situaciones no demasiado castigadas a nivel general y la forma más defensiva que conoce el productor agropecuario de enfrentar situaciones de dificultad es apostando a las inversiones y al crecimiento. Difícilmente en nuestra industria retrayéndonos podamos ser más defensivos en los momentos de adversidad”.
Así, uno de los datos más sobresalientes de la encuesta es un aumento en la intención de siembra de los cultivos de invierno. Según detalla el informe, se espera que la participación de la fina alcance el 28% en la campaña 2021/22, cuando el ciclo pasado fue del 22% y en la 2019/20 fue del 21%.
Para De Nevares, este aumento responde a dos cuestiones. La primera es financiera, ya que “después de un año climáticamente adverso, el productor está viendo que a fin de año o antes de los habitual se van a necesitar recursos financieros, por lo que apuesta a los cultivos de invierno. También, un doble cultivo implica una diversificación frente a cualquier adversidad climática. Quien sale de un año complicado en lo climático, puede apostar en mayor proporción a la final”.
Ganadería y lechería
También hay datos alentadores en la ganadería y lechería y, en el caso de la primera, apostando a largo plazo. Así, la encuesta reflejó que el 46% de los ganaderos relevados manifestó planes para aumentar la cantidad de vientres, una cifra diez puntos superior a la del mismo mes de 2020. Así, en promedio, las empresas de cría aumentarían la cantidad de vientres por entorar un 3,8%, mientras que en marzo de 2020 el incremento medio esperado era del 0,6%.
Asimismo, el 39% y 49% de los encuestados indicaron que incrementarían la superficie de verdeos de invierno y pasturas en implantación, respectivamente, en 2021 versus el año anterior. El aumento promedio interanual planificado de la superficie de verdeos de invierno sería del 7%, mientras que en el caso de las pasturas se ubicaría en 10%.
Para De Nevares, “esto responde a una expectativa del negocio. Además, el productor tiene el anhelo de crecer y cuando tiene una posibilidad de crecer en términos de inversión, busca retener un poco más. Respecto a la siembra de pasturas y verdeos responde a una menor oferta forrajera de campos naturales por la sequía”.
Por último, los empresarios tamberos también apuntaron a lograr una mayor producción, a pesar de la dura crisis que atraviesa el sector. En este sentido, el 68% de las empresas espera aumentar la producción total en los próximos doce meses con un incremento promedio del 6% respecto del año anterior, el cual se planea alcanzar tanto en base a un aumento de la cantidad de vacas en ordeñe como de la mejora en las producciones individuales logradas.
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