La pandemia arrojó a 22 millones de personas bajo la línea de pobreza durante 2020 en los países de la región, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). De esa manera, 209 millones de personas son consideradas pobres y, de ese total, 78 millones son indigentes. Latinoamérica fue uno de los territorios más impactados por la crisis sanitaria y todas las naciones experimentaron subas en sus índices.
Este miércoles la Argentina dio a conocer que la cifra final de pobreza del año pasado fue de 42%, un incremento de 6,5 puntos porcentuales en relación con el año anterior. La indigencia trepó al 10,5 por ciento. Es uno de los primeros datos oficiales que se conocen entre los países de la región sobre el impacto del coronavirus en ese indicador social. Entre otros países con incrementos elevados del índice de pobreza se ubicaron Ecuador (7,4%), México(7%) y Perú (5,8%).
En Latinoamérica 209 millones de personas son consideradas pobres y, de ese total, 78 millones son indigentes.
Otros que ya publicaron sus estadísticas oficiales fueron Uruguay, que marcó de acuerdo a su instituto de estadísticas un aumento de 8,8% hasta 11,6 por ciento. Esto implicaría casi 100.000 personas que cayeron en la pobreza, lo que totalizaría 409.586 personas en esa situación. Para Uruguay representa el tercer año consecutivo en que aumenta la pobreza: de 7,9% en 2017 a 8,1% en 2018, a 8,8% en 2019 y a 11,6% en 2020. Con esta última cifra, el país vecino tuvo su número más alto desde 2013, cuando había sido de 11,5 por ciento.
Paraguay, por su parte, midió que como consecuencia de la crisis sanitaria un 26,9% de sus habitantes están por debajo de la línea de pobreza, mientras un año antes ese número era de 23,5 por ciento. En una población de unos 7 millones de habitantes, ese 26,9% se traduce en que alrededor de 1,9 millones de personas vivieron en 2020 con ingresos per cápita inferiores al precio de la canasta básica de consumo, que incluye alimentos y servicios básicos.
Por su lado, Ecuador registró un salto desde 25% a 32,4%, por lo que afecta a 5,6 millones de personas. Mientras tanto, el 14,9% de los ecuatorianos estaba en situación de pobreza extrema hacia diciembre. Eso significó un aumento de 6 puntos porcentuales entre 2019 y 2020 en este indicador.
Cabe aclarar que cada país tiene su propia metodología de medición de la pobreza, por lo que no es posible hacer una comparación lineal entre las estadísticas oficiales de cada caso.
Hace algunos días el Fondo Monetario Internacional hizo una estimación sobre cuál fue la variación de pobreza en Perú, en el marco del informe del artículo IV que el organismo suele realizar de manera anual entre los países socios. En ese reporte, el FMI calculó que el incremento en ese índice fue de 21,7% hasta 27,5 por ciento.
En tanto que México, tampoco por el momento con cifras oficiales, habría tenido un aumento desde 49% a 56%, de acuerdo a un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Según estos porcentajes medidos por el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED), se habrían agregado a la pobreza extrema 6,5 millones de personas y 9 millones a la pobreza.
De acuerdo a un relevamiento de Cepal, todos los países de la región experimentan incrementos en sus índices de pobreza. Entre los países con mayores índices de pobreza tras el impacto del coronavirus se ubicaron Honduras (58,6% con un incremento desde 52,3% el año anterior), Bolivia (39% desde 31,1%), Colombia (38,7% desde 31,7%) y El Salvador (38% desde 30,4%). Chile, por ejemplo, tuvo un incremento mucho menor que el resto de los países, desde 10,7% a 10,9 por ciento.
De esta manera, más allá de las comparaciones entre países, en términos proporcionales las mayores subas de la pobreza las registraron Uruguay, ya que su salto de 8,8% a 11,6% representa un aumento de ese índice de un 31,8%; le siguen Ecuador (29,6% entre su tasa de pobreza de 2019 y el de 2020), Perú (26,7%), Bolivia (25,4%) y Colombia (22 por ciento).
La crisis derivada de la pandemia de coronavirus en América Latina supondrá un retroceso de 12 años en términos de pobreza y de 20 años en términos de pobreza extrema, de acuerdo con la Cepal. Considerando todos los países de forma conjunta, la pobreza extrema subió de 11,3% en 2019 a 12,5% el año pasado, mientras que la pobreza se incrementó de 30,5% a 33,7%.
Entre los países con mayores índices de pobreza tras el impacto del coronavirus se ubicaron Honduras (58,6% con un incremento desde 52,3% el año anterior), Bolivia (39% desde 31,1%), Colombia (38,7% desde 31,7%) y El Salvador (38% desde 30,4%).
El incremento en la pobreza estuvo relacionado con la pérdida de empleos que significó la pandemia. La desocupación alcanzó el 10,7% en 2020, un incremento de 2,6 puntos porcentuales respecto del valor registrado en 2019, con una importante salida de personas de la fuerza de trabajo y una escasa posibilidad de teletrabajo, ya que sólo el 21,3% de los ocupados en la región pudo llevar a cabo el trabajo a distancia.
Los países con mayores tasas de desempleo registradas a lo largo del año fueron, según la medición de Cepal, Argentina (20,9%), Colombia (21,8%), Costa Rica (20,1%) y Perú (39,5%).
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