El ministro de Economía Martín Guzmán llegó a Buenos Aires el viernes tras la gira de una semana por Estados Unidos, donde mantuvo reuniones con un grupo de fondos de inversiones y con funcionarios del Fondo Monetario, el Banco Mundial y el Tesoro norteamericano. Como principal novedad, se trajo la confirmación de que el FMI enviará unos USD 4.354 millones en los próximos meses por la ampliación de capital hacia sus países miembro. Pero ya prepara un nuevo viaje: en las próximas semanas llegará a Europa para despejar vencimientos con el Club de París.
Se trata, en definitiva, de una negociación que buscará aplazar el pago de deuda más oneroso que afronta este año el Gobierno. A fines de mayo vencen los USD 2.400 millones que quedaron pendientes del período original para cancelar los pasivos con ese consorcio de naciones acreedoras, que terminó en 2019 y que se extendió con una actualización que incluye una tasa de interés de 9% anual.
Según explicaron fuentes oficiales a Infobae, el viaje del ministro de Economía al Viejo Continente tendrá lugar entre el 12 y el 16 de abril, y su hoja de ruta incluiría capitales como Londres, París, Roma y Berlín. Si bien no está confirmado que sea de forma presencial, Italia como anfitrión del G20 este año tendrá el 7 de abril la segunda reunión de ministros de Economía y presidentes del Banco Central. Una vez que finalice esta segunda etapa del road show de la negociación de la deuda en Europa, habrá espacio para un tercer capítulo más adelante, con viajes a China y a Japón.
La gira buscará “construir entendimientos sobre lo que la Argentina necesita para estabilizar su economía. El objetivo es conseguir los apoyos necesarios de los accionistas del FMI, en especial del G7 y el G20, para concretar un programa que le sirva a la Argentina”, agregaron las fuentes.
El objetivo del viaje será preparar el terreno para despejar los vencimientos para este año con ese grupo de países. La fecha original de pago es a fines de mayo pero el Estado argentino cuenta con 60 días de plazo de gracia para girar esep pago antes de ingresar oficialmente en default. Para evitar eso, deberá o bien cancelar esa deuda o conseguir un acuerdo mínimo entre los miembros de ese consorcio –las decisiones requieren unanimidad– para postergar esas obligaciones.
La Argentina dejó de pagarle al Club de París en 2019 y desde ese momento los pasivos pendientes comenzaron a acumularse con una tasa de interés en aumento. Al haberse postergado la definición con el FMI para este año, el resultado de esa mesa negociadora quedará como pieza testigo para pactar nuevas condiciones con el Club de París. La clave que destacan funcionarios y analistas privados es que las sillas del directorio del Fondo están ocupadas por los mismos países acreedores del club parisino, por lo que de cierta forma se están discutiendo los dos acuerdos casi en simultáneo.
Guzmán adelantó que buscará que los pasivos pendientes con el Club de París tengan un tratamiento similar al que le dio el Palacio de Hacienda al resto de la deuda en moneda extranjera objeto de reestructuración: reducir las tasas de interés y conseguir plazos de gracia antes de reiniciar los pagos. El acuerdo con los privados incluyó quitas, algo que tradicionalmente no está en el menú de negociación con los organismos internacionales.
Guzmán adelantó que buscará que los pasivos pendientes con el Club de París tengan un tratamiento similar al resto de la deuda en moneda extranjera objeto de reestructuración: reducir las tasas de interés y conseguir plazos de gracia antes de reiniciar los pagos.
El Club de París está integrado por Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Corea del Sur, Holanda, Noruega, Rusia, España, Suecia, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos, que representan aproximadamente un 60% del PBI mundial. Pero además hay otro grupo de naciones que actúa en negociaciones particulares, que son Emiratos Árabes Unidos, Argentina, China, República Checa, India, Kuwait, México, Marruecos, Nueva Zelanda, Portugal, Sudáfrica, Trinidad y Tobago y Turquía.
Poco tiempo después de encarar la reestructuración de la deuda, el ministro Martín Guzmán anunció al consorcio de naciones que buscaría postergar un año el pago. El 13 de marzo, el ministro de Economía envió una carta a los miembros del Club de París expresando la decisión de posponer hasta el 5 de mayo de 2021 el pago de USD 2.100 millones (es decir, los USD 1.900 millones más la tasa de interés) originalmente vencido el 5 de mayo de 2020.
Días después Guzmán les adelantó que buscaría un cambio en las condiciones del acuerdo. El 7 de abril, el Palacio de Hacienda envió una segunda carta al Club de París con una propuesta para modificar los términos, y anticipó que pretendía discutir principalmente una extensión de las fechas de vencimiento y una “reducción significativa” en la tasa de interés.
Algunos jugadores están en las dos canchas, tanto en Washington como en París. Porque los acreedores del consorcio de naciones también tienen sus sillones en el directorio del FMI. En detalle, más de la mitad de la deuda argentina al Club de París está concentrada en dos países: Alemania (37%) y Japón (22%). Más atrás le siguen Holanda (casi 8%), España (6,68%), Italia (6,29%) y Estados Unidos (6,28 por ciento).
Más de la mitad de la deuda argentina al Club de París está concentrada en dos países: Alemania (37%) y Japón (22%). Más atrás le siguen Holanda (casi 8%), España (6,68%), Italia (6,29%) y Estados Unidos (6,28 por ciento)
Durante su gira por Estados Unidos, Guzmán y las autoridades del FMI coincidieron en cuatro puntos sobre las medidas económicas que necesita el país: sostenibilidad de la economía y “proteger” la recuperación post pandemia, bajar la inflación con políticas macro y coordinación de expectativas, aumentar las exportaciones para tener más reservas y desarrollar el mercado de capitales local.
En ese sentido, marcaron desde el FMI: “Hubo un entendimiento común respecto a la necesidad de garantizar la sostenibilidad macroeconómica y de salvaguardar la recuperación post-COVID en curso. Hubo acuerdo en que la inflación es un fenómeno multicausal y que reducirla requiere políticas macroeconómicas consistentes y esfuerzos de coordinación para ayudar a anclar las expectativas de inflación”, enumeraron.
En tercer lugar, las autoridades del organismo apuntaron que “hubo un reconocimiento compartido de la importancia de políticas para impulsar las exportaciones con agregación de valor y la productividad, lo que respaldaría una mayor acumulación de reservas internacionales, haría que la economía estuviera en mejores condiciones para hacer frente a los shocks externos y apuntalaría una trayectoria de crecimiento más sólida y sostenida por un incremento en la inversión privada”, dijeron.
Por último, el comunicado del FMI planteó que “las autoridades argentinas y equipo del Fondo también coincidieron en que el desarrollo continuo del mercado de capitales nacional sería fundamental para que Argentina financie de manera sostenible las inversiones necesarias y fortalezca su resiliencia macroeconómica. El equipo del FMI y las autoridades argentinas continuarán trabajando juntos con miras a profundizar los entendimientos en estas áreas clave”.
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