La pandemia y las medidas de aislamiento social que restringieron la actividad económica representaron un impacto considerable al mercado laboral, que mostró a lo largo del 2020 algunos de sus peores números en más de una década y media. De todas formas, el efecto en el empleo fue desigual analizado por regiones: los grandes centros urbanos fueron los más perjudicados, mientras que algunos conglomerados lograron terminar el año con un porcentaje de desocupación menor que el que tenían antes de la crisis sanitaria.
La tasa de desempleo aumentó a 11% hacia fines de 2020 por el impacto de la pandemia en el mercado laboral, según informó este jueves el Indec. Implica un aumento de más de un punto porcentual en relación al cuarto trimetre de 2019, cuando había sido de 8,9 por ciento.
Durante los primeros meses de pandemia, los puestos de trabajo del mercado laboral llegaron a caer en 4 millones. En los meses siguientes se atenuó en 3,1 millones, por lo que la pérdida de empleos neta desde que comenzó la pandemia se acerca a los 900.000.
El Gran Buenos Aires, que tuvo hacia finales de 2020 una desocupación de 14,1%, lo que implica en relación con un año antes un incremento de 3,3 puntos porcentuales, ya que había finalizado el 2019 con un índice de 10,8 por ciento.
El impacto medido por los distintos centros urbanos que considera el Indec para medir la situación del mercado laboral muestra que el efecto fue desigual. En ese sentido, los datos oficiales muestran que siete de los 31 conglomerados incluidos en el informe tuvieron una tasa de desempleo de dos dígitos.
Al frente quedó el Gran Buenos Aires, que tuvo hacia finales de 2020 una desocupación de 14,1%, lo que implica en relación con un año antes un incremento de 3,3 puntos porcentuales, ya que había finalizado el 2019 con un índice de 10,8 por ciento. Le sigue el Gran Rosario, que tuvo una suba del desempleo de casi 5 puntos entre el 8,7% de hace un año con el 13,6% con el que terminó el año de la pandemia.
Más atrás quedaron el Gran Córdoba, con un 13% de índice de desocupación (había sido de 9,5% en 2019); Ushuaia-Río Grande (12,8%), Santa Rosa-Toay (11,2%), Mar del Plata (11,1%) y el Gran Mendoza (10,6 por ciento).
Otra forma de medir el impacto regional es a través de los niveles de ocupación. De acuerdo a un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), “cinco aglomerados urbanos tuvieron una caída en la ocupación mayor que el promedio”, explicaron en un informe publicado horas después del informe del Indec.
Los datos oficiales muestran que siete de los 31 conglomerados incluidos en el informe tuvieron una tasa de desempleo de dos dígitos.
En ese listado, en orden, aparecen: “Los partidos del Gran Buenos Aires (-9,8%, -507 mil personas), CABA (-8,3%, -129 mil personas), San Nicolás-Villa Constitución (-7,7%, -6 mil personas), Corrientes (-6,6%, -10 mil personas) y Formosa (-6,0%, -5 mil personas). En el otro extremo 11 aglomerados tuvieron aumento de personas ocupadas. Se destacan el Gran San Juan, Gran Santa Fe, Gran la Plata, por su peso, entre otros”, concluyeron desde Iaraf.
Ese fue, justamente, otra de las particularidades que dejó la pandemia. En algunos conglomerados el mercado laboral terminó el 2020 en una mejor situación en relación al inicio del año, al menos respecto a la tasa de desempleo. Un centro urbano como Rawson-Trelew, por ejemplo, redujo a la mitad su desocupación (desde 10,9% a 5,4 por ciento).
Por su parte, Jujuy-Palpalá recortó su índice de 6,8% a 4%, el Gran Resistencia lo hizo de 7,4% a 5,3% en el último año, mientras que Salta lo hizo de 10,3% a 9% y Santiago del Estero, de 5,2% a 3,9 por ciento.
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