La compra de propiedades a través de las criptomonedas avanza en la Argentina. Ahora es posible tokenizar un inmueble de la mano de la tecnología. Los tenedores de este activo financiero comenzaron a movilizar su capital para adquirir unidades en proyectos ubicados en el Gran Buenos Aires y la Ciudad Autónoma.
Hernán Nucifora, CEO de Global Investments, dijo a Infobae: “Concretamos operaciones con criptomonedas en las Torres Cardón, en Tigre. Este tipo de acuerdos son ideales para unidades a estrenar o en pozo. Se transfiere a una cuenta del vendedor, y cuando está acreditado se entrega la propiedad, previo boleto de compraventa, como si fuera una transferencia bancaria”.
Las criptomonedas se toman a la cotización del día de la operación, sean Bitcoin, Ethereum u otras, y en algunos casos el desarrollador inmobiliario absorbió el costo del cambio de moneda, el cual puede llegar a 4% y 5%, aproximadamente.
“Es como recibir dólares, siempre y cuando el comprador del inmueble los tenga declarados como criptomonedas. Si no los tiene registrados se ofrece la alternativa de ingresar al blanqueo de capitales para la construcción, el cual cuenta con una ventana de 60 días, y afrontar un cargo del 5%, que en realidad es al tipo de cambio oficial, por lo que al cambio libre se reduce a un 3,5% para el comprador”, agregó Nucifora.
“Es como recibir dólares, siempre y cuando el comprador del inmueble los tenga declarados” (Nucifora)
“Aceptamos Bitcoin, Ethereum, Litecoin, entre otras. En cuanto a lo legal y fiscal falta mucho trabajo por hacer, no sólo en la Argentina sino en el mundo. La forma más conveniente de tratar una operación inmobiliaria, ya que se trataría de un activo financiero intangible, sería similar a una permuta”, contó Juan Tapiola, CEO de Spazios.
En el acto de escritura, lo más usual, es que el escribano detalle que el acuerdo se efectuó como un canje. Donde el vendedor a cambio de la vivienda recibe de parte del comprador la cantidad equivalente de criptomoneda por el valor pactado del inmueble.
Por efecto del ASPO y DISPO, muchos inversores, sobre todo jóvenes, exploraron alternativas, y así descargaron las llamadas Wallet (billeteras virtuales) donde pueden capitalizar sus ahorros.
La tokenización
Se trata de transformar una propiedad en una criptomoneda, que no es más que una representación digital de esa construcción. Esto le da al inmueble todas las posibilidades que tienen esos activos: puede ser fraccionado, transferido en segundos y a costo virtualmente cero, entre otras ventajas.
“En nuestra empresa, estamos trabajando hace un tiempo en estas tecnologías junto con gente de la comunidad de Bitcoin. De hecho, fuimos la primera desarrolladora en ofrecer inmuebles valuados en Bitcoin. Recuerdo cuando publicamos un departamento de 2 ambientes en un buscador muy famoso hoy, en 2013, y en ese momento se vendía a 100 Bitcoins”, reseñó Tapiola.
La operatoria es muy sencilla: se juntan la constructora y la compradora en la escribanía, ambos con su billetera virtual (generalmente en un celular o notebook) y la compradora le transfiere sus criptomonedas desde su dispositivo. Tapiola, explicó, que, “apenas la vendedora confirma que recibió las criptomonedas, la vendedora firma el boleto o escritura. La compra de un inmueble con criptomonedas tiene menos riesgos que con dinero en efectivo, es más rápida y confiable para ambas partes”.
Una de las principales ventajas de las criptomonedas es que abren el mercado financiero y del dinero a todos. “Nadie se queda afuera, sin importar su posición social. Cualquiera que pueda tener una billetera de Bitcoins en su celular (solo hay que descargarla y es gratis) puede comprar y recibir ese activo digital. Además, como es posible fraccionar hasta en 100 millones de veces (Satoshi), cualquiera podría acceder a la transacción”, añadió Tapiola.
“Una de las principales ventajas de las criptomonedas es que abren el mercado financiero y del dinero a todos” (Tapiola)
Los especialistas coinciden en que el blanqueo de capitales para la construcción puede atraer a quienes disponen de criptomonedas no declaradas al fisco.
La experiencia en el resto del mundo
La criptoeconomía se apoya en la tecnología blockchain, que está formada por un conjunto de herramientas digitales, que permiten registrar una transacción, contrato o cualquier otro tipo de actuación en Internet de manera verificable, infalsificable y transparente, sin necesidad de que un tercero verifique su validez, entre otras opciones.
Criptokuántica, compañía conformada por socios argentinos y españoles, es accionista y desarrolladora de Onda Serrano SL, emprendimiento ubicado en Málaga que propone fondearse a través de captar a tenedores que cuentan con este activo financiero. Su CEO, Néstor Kreimer, contó a Infobae: “Existen más de 8.300 criptomonedas en circulación, encabezadas por el dominio de Tether y Bitcoin. Las primeras 5 criptos movilizan un volumen diario por arriba de los USD 232.000 millones”.
“Cualquier inmueble puede ser tokenizado, ya que se trata de fraccionar cualquier activo. Luego se deberá evaluar si la envergadura de la operación justifica los costos de estructuración. Un inmueble tokenizado no se vende a través del token. El derecho real de dominio (propiedad) sólo se transmite por escritura pública, con su debida inscripción posterior en el Registro de la Propiedad Inmueble de la jurisdicción de cada caso; y con la intervención de un notario local”, aclaró a Infobae, Nicolás Barilari, director de operaciones en Criptokuántica.
“Cualquier inmueble puede ser tokenizado, ya que se trata de fraccionar cualquier activo” (Barilari)
De hecho, se concretó el primer caso en la historia del Real Estate de una tokenización por oferta, utilizado para financiar un desarrollo inmobiliario, con una serie de innovaciones en el modelo de negocios. “Allí, los tokens se colocan por oferta pública, dada su registración en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España. Se han tokenizado títulos de deuda, que, como producto de su colocación en el mercado, permitirá financiar la construcción de 3.500 m2 por un monto a emitirse equivalente a USD 6 millones”, dijo Néstor Kreimer.
La primera propiedad tokenizada de la historia fue por el equivalente a 6.500.000 euros, tratándose de un inmueble en Francia, inaugurando lo que luego fueron otras operaciones, principalmente en los Estados Unidos y centradas en el modelo de compra para explotación en renta.
Barilari, dijo, que, “desde la Argentina se puede aplicar sin inconveniente alguno, con el fin de lograr el atributo de oferta pública -sin depender de la Comisión Nacional de Valores- dado que la normativa española permite que el activo subyacente a la tokenización pueda estar fuera de ese país”.
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