Semana financiera: Argentina agregó ruido político a un escenario adverso para los países emergentes

Los bonos Globales cayeron 4% y el riesgo país regresó a la zona de 1.600 puntos después de un discurso de Cristina Kirchner. Las acciones argentinas perdieron en promedio un 3,8% en dólares

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Mientras Wall Street sube, le
Mientras Wall Street sube, le quita impulso a una recuperación de activos emergentes.

La semana financiera se despidió con números positivos para las acciones de Wall Street, pero también con una mayor aversión al riesgo que quedó patente en la suba de precios -y baja de la rentabilidad- de los bonos del Tesoro de los EEUU.

Los índices de las bolsas de Nueva York extienden en marzo un movimiento lateral, aún próximos a los récords del jueves 18, aunque aún faltos de impulso para aspirar a nuevos máximos.

En la semana, el Dow de Industriales y el S&P 500 y el Nasdaq finalizaron con ganancias de 1,4% y 1,6%, respectivamente, mientras que el tecnológico Nasdaq perdió 0,6 por ciento. La tasa de los bonos del Tesoro de los EEUU a 10 años -la referencia para el riesgo país de JP Morgan-, cedió después de tocar un máximo en 14 meses de 1,74% a 1,66% anual, producto de una mayor demanda por cobertura.

El discurso de Cristina Kirchner fue un antes y un después para los bonos argentinos: las dudas del mercado regresaron al riesgo país a la zona de los 1.600 puntos

Así quedó definido un escenario inversor un poco más adverso para los países emergentes. Por caso, el índice Bovespa de la Bolsa de San Pablo cedió un 1% a lo largo de las cinco ruedas, pese al rebote experimentado jueves y viernes.

Jorge Viñas, de la compañía de servicios financieros AdCap, indicó que “se acumulan nubarrones para los mercados emergentes. Además de las condiciones financieras globales menos laxas y los desafíos sanitarios y económicos que todavía genera la pandemia, para los mercados emergentes han surgido en la última semana nuevos focos de preocupación”, como el derrumbe de la lira turca y la corrección de las materias primas, con un ajuste de precios para el petróleo y los granos.

Como era de esperarse, el efecto negativo se amplificó para la Argentina, dada la debilidad de su economía y el añadido del “ruido” político por las declaraciones de Cristina Kirchner en medio de las negociaciones del ministro de Economía, Martín Guzmán, con el FMI y acreedores en los EEUU.

El riesgo país de Argentina, en torno a los 1.530 puntos por la tarde del miércoles 24, escaló 50 puntos a 1.580 unidades al cierre del viernes, luego de que la Vicepresidente aseguró: “No podemos pagar la deuda porque no tenemos la plata”. El jueves por la mañana, anotó un máximo de 1.603 puntos.

Medidos en dólares, los bonos y las acciones argentinas cayeron en torno al 4% en la semana

En este sentido, los bonos Globales -en dólares con ley extranjera- emitidos con el canje de deuda perdieron un 4% en promedio respecto del viernes de la semana anterior y permanecen un 31% por debajo del valor de su lanzamiento al mercado en septiembre.

No obstante, atenuó el desplome de los papeles de deuda un comunicado del Fondo Monetario que señaló el jueves avances con el Gobierno argentino en la definición de algunos principios clave que podrían sustentar un programa económico para ayudar a abordar los desafíos a corto y mediano plazo.

“Esos ejes marcan una macroeconomía sustentable y salvaguardar la recuperación post-COVID en curso”, indicó un reporte de Research for Traders. “Pero más allá de todo esto, todavía no se definió cuáles serán los plazos para alcanzar un acuerdo. Con lo cual, la volatilidad en los precios de los bonos en dólares continuará por un tiempo”, agregó.

Un informe de Consutatio Plus puntualizó que “la noticia de recibir USD 1.000 millones más equivalentes en DEG que lo esperado también debería ser bienvenida en una economía que cuenta con un nivel de reservas extremadamente bajo. Sin embargo, la reunión de Guzmán con Georgieva no arrojó ningún avance concreto en las negociaciones, por lo que deberíamos concluir que las chances de un acuerdo este año (ya sea antes o después de las elecciones) disminuyeron. Además, el discurso de Cristina Fernández, abogando por condiciones inéditamente laxas para el futuro acuerdo, y la retirada del Grupo de Lima, no ayudaron”.

Jorge Viñas, de AdCap, consideró que “para posiciones más largas o carteras de perfil más agresivo, se plantea la posibilidad de empezar a incluir bonos soberanos en dólares, ya que presentarían una relación rendimiento riesgo más favorable en distintos escenarios. Si el Gobierno consigue encaminar la ‘macro’, el potencial de recuperación de las paridades en dólares es fuerte, del orden del 15-20% si tan solo vuelven a niveles de fines de 2020. Si el Gobierno sufre complicaciones en su estrategia, eventualmente no podrá sostener los tipos de cambio bursátiles, cuya suba les daría ventaja a estos bonos frente a los bonos en pesos”.

En tanto, el panel S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires perdió en cinco ruedas un 3,8% en su promedio en dólares y un 5,2% en pesos. En lo que va de 2021, el panel líder de la Bolsa acumula una baja de 14% en dólares, y de 9,5% en pesos, frente a una inflación del 12% en el primer trimestre.

En el plano cambiario se mantuvo la pasividad de las últimas semanas, con la previsible devaluación gradual del peso que comanda el Banco Central en un mercado reprimido por trabas y controles.

La autoridad monetaria continuó como protagonista de las ruedas mayoristas, donde se alzó con un saldo neto positivo de USD 133 millones por sus intervenciones, para acercarse a compras netas por unos USD 1.400 millones en lo que va de marzo, su mejor desempeño desde noviembre de 2019.

Ante el próximo vencimiento del Impuesto a la Riqueza también estuvo activo el mercado del dólar MEP, donde el tipo de cambio implícito en la compraventa de bonos terminó $138,72, en su precio más bajo desde el 10 de diciembre, ante la abundancia de oferta por la necesidad de pesos.

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