En los primeros meses del año, el sector inmobiliario está mostrando números positivos, aunque lejos de las cifras promedio de compraventa de propiedades que se registraban en los años más activos para la actividad. En febrero, se firmaron 1.499 escrituras en la ciudad de Buenos Aires, un 5,8% más que en el mismo mes del año anterior, según las estadísticas del Colegio de Escribanos porteño.
En pesos, las operaciones crecieron un 40,8% en relación a febrero de 2020. Pero, sin embargo, el monto promedio en dólares de las escrituras cayó: fue de USD 97.494, una baja interanual del 9,9%. Con todo, desde el sector rescatan como dato positivo que el bimestre comenzó con una recuperación del 11 por ciento.
“Si tenemos un dato levemente alentador es que en los últimos cuatro meses hubo tres recuperaciones interanuales. Pero el otro dato es que ni aun creciendo a un 100% estaríamos al nivel de un año medianamente normal. De la capacidad de generar nuevos créditos, esperamos que sea un incipiente reactivador. Hoy el crédito hipotecario es apenas el 4% del volumen de operaciones”, señaló Carlos Allende, presidente del Colegio de Escribanos porteño. En febrero, solo 69 escrituras fueron formalizadas a través de créditos hipotecarios, un 40% menos que el mismo mes del año anterior.
En el sector esperan que se apruebe un proyecto del Poder Ejecutivo que fue enviado al Congreso en octubre del año pasado. Si se concreta, la Ley de Sistema de Cobertura y Promoción del Crédito Hipotecario prevé un esquema de créditos hipotecarios donde el valor de las cuotas a abonar se ajustará por el Coeficiente de Variación Salarial (CVS). De esta forma, los créditos se actualizarán por CER (inflación) para los bancos y por salarios para los deudores. Para cubrir la diferencia se establecerá un fondo compensador administrada y con una capitalización inicial del Estado (Fondo Fiduciario de Cobertura y Promoción).
Desde las empresas inmobiliarias consideran que la medida será clave para la reactivación, más allá de otras iniciativas que avanzaron en los últimos meses, como el “blanqueo” y los beneficios fiscales ya aprobados para los que inviertan en proyectos inmobiliarios y obras privadas nuevas.
“El crédito es fundamental para esta actividad, dado que este efecto dominó termina beneficiando a todos los tipos de inmueble. Es una herramienta con un efecto multiplicador de operaciones muy importante en nuestro sector. A través de un crédito una persona puede acceder a su primera vivienda y el vendedor de esta puede adquirir una unidad más grande, generando así una cadena en la que cada eslabón agrega sus ahorros, o bien un nuevo crédito, para comprar una unidad más grande o mejor”, señaló Gerardo Azcuy, fundador y director General de Azcuy, empresa de real estate.
Durante 2020 se rompieron los récords de caída de la actividad inmobiliaria en la ciudad de Buenos Aires. Según los datos del Colegio de Escribanos porteño, durante el año pasado se firmaron apenas 18.764 escrituras de compraventa de inmuebles, un 44% menos que en 2019, que ya había sido el peor año de la historia para el sector, con poco más de 33.000 escrituras firmadas. Sobre ese total de operaciones, en todo el año pasado, hubo apenas 1.092 concretadas con crédito hipotecario, una baja de 64% con respecto al año anterior.
Los precios de venta de las propiedades en la ciudad de Buenos Aires acumulan 22 meses consecutivos en descenso, según datos de la plataforma inmobiliaria Zonaprop. En 2020 cayeron 7,1% y 9,6% desde el máximo en 2019. Actualmente, el precio medio de un departamento en Buenos Aires se ubica en USD 2.531 por metro cuadrado.
En cuanto al costo de la construcción, desde octubre de 2020 aumentaron por encima de la devaluación, este escenario derivó en una recuperación del costo en dólares (9,6% en el último trimestre). Actualmente, el valor es 44% menor al registrado en abril del 2018, previo a la devaluación.
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