El impacto de la pandemia generó y profundizó desde el año pasado dificultades económicas a gran escala. Sin embargo, el aumento de variables como la inflación y la pobreza se repite en la Argentina desde hace varios años, mucho antes de que el efecto devastador del coronavirus se conociera en todo el mundo.
Según expresó anoche el ex ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, en el país, la falta de respuesta frente a estos problemas posee causas bien definidas en el territorio nacional: la grieta política y la ausencia de un plan estructural con bases sólidas e integrales para reconstruir la economía.
El duro diagnóstico de Remes Lenicov en televisión acerca del rumbo elegido por las distintas dirigencias complementó la reciente presentación de “El desencuentro entre política y economía. Bases para la recuperación del crecimiento con equidad distributiva”. Se trata de un informe de 24 páginas en el que con datos precisos expone la preocupante realidad que atraviesa el país y ofrece instrumentos para pensar un plan a largo plazo.
“Tenemos que tener un momento para discutir y ver qué es lo que nos pasó. Otros países han crecido, han bajado la inflación y la pobreza y nosotros hemos hecho todo lo contrario. ¿Por qué? Hay una desconexión muy grande entre los objetivos de la política y el comportamiento de la economía”, afirmó en diálogo con la señal TN.
El ex titular de la cartera económica durante la presidencia de Eduardo Duhalde apuntó directamente a la grieta que prevalece entre los políticos argentinos. Aseguró: “Si mantenemos la grieta, cada vez que cambia el gobierno se vuelve todo para atrás. Hay muchos cambios que requieren permanencia y no son fáciles. A mí me tocó dirigir economía en una época muy difícil, pero en tres o cuatro meses empezamos a crecer. Muchas veces el dirigente tiene que hacer cosas que no le gustan. No puede estar pendiente de qué dice la encuesta”. “El dirigente dirige gente, tiene que estar por encima y tener visión de largo plazo”, remarcó.
En el documento realiza consideraciones sobre lo que llama “el fracaso económico y social de nuestra democracia”. En ese apartado detalla: “La inflación es elevadísima: la acumulada en 37 años resultó la más alta del mundo (excl. Venezuela): 20.000.000.000 %. Se quitaron 7 ceros y el promedio anual fue de 58 %”.
Por otro lado,“la pobreza aumenta: en 1983 era de 16 % y a fin de 2020 superó el 40 %, cuando en América Latina y en el mundo se redujo. Además, se contrajo la clase media y se fueron perdiendo las posibilidades de ascenso social”.
También agrega que “se crece muy poco: solo 1,6 % anual (0,7 % per cápita), y de manera muy volátil: hubo 21 años de crecimiento y 16 de caída” y que “el país es poco competitivo (puesto 81/86 según el WEF), la productividad es baja (30 % de la de los países avanzados) y no crece desde 2000″.
Frente a estas problemáticas, durante la entrevista Remes Lenicov reforzó su postura sobre las claves para progresar. Se refirió a la necesidad de una “estrategia” en donde primero se discutan “cuáles son los problemas”. “Hay pobres porque no hay empleo, no hay empleo porque no se invierte, no se invierte porque no hay ahorro”, ejemplificó.
Y añadió: “La deuda se discute. Pero, ¿cuál es el el origen de la deuda? El déficit fiscal. La deuda pública aparece cuando se aumentan impuestos; a pesar de eso se gasta más, parte se financia con emisión que genera el impuesto inflacionaria y otra parte se toma deuda. En estos 40 años de democracia, cuatro veces renegociamos la deuda. Y en todas hicimos quita”. “El problema no son los que nos prestan, el problema es que el Estado gasta más de lo que se puede recaudar”, resaltó.
Encontrar las preguntas y superar problemas del siglo pasado
En el texto publicado, el otrora ministro distingue complicaciones como la “incapacidad para construir acuerdos sincerando la realidad”, las “excusas para justificar la falta de solución a los grandes problemas del país” o “la pretendida conspiración antinacional”.
En relación a esto, en su aparición televisiva, acotó: “Siempre buscamos echar la culpa a los de afuera. Si el resto de los países puede manejar la situación, ¿por qué nosotros no?”
“Cuando yo digo hagamos un diagnóstico es: discutamos a fondo cuales son los tres o cuatro problemas. De eso surge lo que deberíamos hacer. Antes debemos discutir a dónde queremos ir”, explicó.
Remes Lenicov habló de los permanentes “justificativos” para no abordar estas dificultades y que “antes era un orgullo de clase media en Argentina”. “Hoy escuchas a los chicos jóvenes que se reciben y quieren irse al exterior. Es una vergüenza”, lamentó.
En este punto también expuso su mirada acerca de la inflación. Describió que “el mundo desarrollado” posee un 1,5% de inflación en promedio y “el mundo en desarrollo” un 4%. Por esa razón, lo definió como “un tema del siglo pasado”. A pesar de esto, en el país, la inflación de febrero fue de 3,6% y acumuló un 40,7% en los últimos doce meses.
A su vez, enfatizó: “Sacando Argentina, Venezuela, Sudán, Mozambique, no hay inflación. Permanentemente discutimos el equilibrio social o el equilibrio macroeconómico. En todo el mundo pasa eso y lo han resuelto, se han puesto de acuerdo. Lo que tiene que ser temporal es permanente, acá es estructural”.
La deuda y un acuerdo a largo plazo
Ayer Alberto Fernández habló con el jefe del Banco Mundial y prometió que Argentina “va a honrar sus deudas”. Mientras, en un acto por el Día de la Memoria en Las Flores, Cristina Kirchner lanzaba su propio mensaje al Fondo Monetario Internacional: “No podemos pagar la deuda porque no tenemos la plata”.
Consultado respecto al tema, el funcionario de la era Duhalde dijo que “la política decide la economía” y por eso el gobierno “tiene que definir a dónde tiene que ir, antes de arreglar con el Fondo tiene que saber que quiere hacer. Tiene que ir con un programa”.
“Ahora, ¿por qué no se hace el programa? Nadie quiere dar la cara. Nadie quiere malas noticias”, criticó. Y afirmó: “En los últimos diez años la deuda aumentó porque no pagamos, pero Argentina no creció nada. Siempre buscamos un factor exógeno”.
En ese sentido, el economista citó la postura de su informe, aportar una “metodología de discusión y una metodología para generar un programa económico con objetivos, instrumentos y resultados”.
El fin último, según su visión, es que “la política realice un planteo integral para todo el país”, “salir de la grieta”. “Sino nos vamos a seguir hundiendo más allá de que este año crezcamos”, alertó.
Sobre el final de la publicación hace referencia a la búsqueda de acuerdos políticos, económicos y sociales y concluye en que “lo peor que nos puede ocurrir es continuar con esta actitud conservadora, por más que discursivamente se la disfrace de progresista o liberal”.
“Si se sigue haciendo lo mismo en un mundo que avanza y cambia aceleradamente, nos seguiremos hundiendo en la decadencia”, sintetizó.
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