Después de tres meses consecutivos de caída de la confianza de los consumidores que llevó el índice general a niveles de mayo de 2019, la medición correspondiente a la primera quincena de marzo arrojó una suba de 1,1% que virtualmente neutralizó la baja observada en febrero.
Si bien el informe del resultado del relevamiento de Poliarquía Consultores para el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella (CIF) a 1.200 personas radicadas en los principales aglomerados urbanos del país no fundamenta las causas del punto de giro del humor de las familias, se puede inferir que tres factores coincidieron en esa dirección:
1) la reapertura del ciclo educativo presencial de la enseñanza pública en diversas localidades del país;
2) el ajuste trimestral de las jubilaciones y pensiones, junto a un bono compensatorio para los tramos próximos al mínimo en abril y mayo; y
3) la estacionalidad favorable que caracteriza al tercer mes del año, en particular con la expectativa que a ese momento había generado la aceleración del ritmo de vacunación contra el covid-19, y la estabilidad del tipo de cambio libre.
Sin embargo, como ya se ha tornado habitual desde la irrupción de la crisis sanitaria y sus efectos sobre el aislamiento social y la actividad productiva y comercial en general, nuevamente el informe privado reveló un escenario heterogéneo a nivel regional: el índice de confianza cayó en CABA 3,6%; pero subió en Gran Buenos Aires y en el Interior, 2,3% y 1,6%, respectivamente, en comparación con febrero.
El informe privado reveló un escenario heterogéneo a nivel regional: el índice de confianza cayó en CABA 3,6%; pero subió en Gran Buenos Aires y en el Interior, 2,3% y 1,6%, respectivamente
Mientras que, con respecto al nivel de un año antes, en todos los casos se anotaron claras disminuciones, en línea con la retracción que mantiene la economía en su conjunto, aunque con notable disparidad: bajó 8,4% en el interior; 7,5% en el Gran Buenos Aires y 4,9% en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De ahí resultó una caída del índice nacional de 7,4 por ciento.
En el desagregado de los subíndices según la Situación Personal, Situación Macroeconómica y expectativas de compras de bienes durables para el hogar y automotores en general y de inmuebles, en particular acusaron comportamientos heterogéneos. “Las variaciones más salientes fueron una caída del subíndice Bienes Durables e Inmuebles de 6,4%, contrarrestada en parte por el incremento de los subíndices de Situación Personal 5,1% y Situación Macroeconómica 2,4%”, destaca el informe del CIF respecto de febrero.
El subíndice de Bienes Durables e Inmuebles se mantiene en altos niveles en la comparación interanual, favorecido por la baja en términos relativos de los precios equivalentes en dólares
A pesar de la caída de este mes, el subíndice de Bienes Durables e Inmuebles se mantiene en altos niveles en la comparación interanual, acumulando un incremento de 51,4% con respecto a marzo de 2020, favorecido por la baja en términos relativos de los precios equivalentes en dólares, dado que en general a nivel de industria e importadores prevalece el cambio oficial mayorista, por debajo de $100 por dólar, en el caso de los consumidores la referencia de conversión es el libre y “solidario”, que se mantuvo en el mes en la zona de $143 a $150 por unidad.
En cambio, “tanto el Índice de Situación Personal como Situación Macroeconómica presentan contracciones interanuales, con caídas de 12,5% y 21,4%, respectivamente”, destaca el análisis de los economistas del Centro de Investigación en Finanzas de la UTDT, las cuales se asocian a la retracción del empleo y del poder de compra de los salarios, en el primer caso, y a la aceleración de la inflación y suba del riesgo país, en el segundo.
Por nivel educativo, al que toma como una aproximación al nivel de ingresos del individuo, el estudio privado detectó “un comportamiento heterogéneo ya que la confianza de los consumidores de ingresos más altos subió 5,6% mientras que en los más bajos cayó 4,5%, siempre respecto al mes anterior. En la comparación interanual, son los hogares de nivel más bajo los que acumulan la mayor caída en la confianza, 17,2%, mientras que los de nivel educativo/ingreso alto muestran un incremento del 1,9 por ciento”.
La confianza de los consumidores de ingresos más altos subió 5,6% mientras que en los más bajos cayó 4,5%, en ambos casos respecto de febrero
Expectativas inmediatas y a futuro
A nivel nacional, en marzo el CIF observó un mayor optimismo con respecto a las Expectativas Futuras, con suba de 3%; pero crece el pesimismo frente a las Condiciones Presentes, cayó 1,8% con respecto a febrero.
Por el contrario, en comparación con un año antes, el ICC registró un resultado inverso: cayó 18,6% en el primer caso y subió 19,9% en el segundo, a tono con la diferente percepción en cada momento de los efectos de la crisis sanitaria por parte de la población en general.
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