Los mercados del mundo empiezan a dar señales de que se terminó la era de tasas de interés bajas

La caída del petróleo de casi 7%, la devaluación brusca de la lira en Turquía y la fuga de capitales en países emergentes son indicadores del mundo que se viene

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People wearing protective face masks, following an outbreak of the coronavirus, are reflected on a screen showing Nikkei index, outside a brokerage in Tokyo, Japan February 28, 2020. REUTERS/Athit Perawongmetha
People wearing protective face masks, following an outbreak of the coronavirus, are reflected on a screen showing Nikkei index, outside a brokerage in Tokyo, Japan February 28, 2020. REUTERS/Athit Perawongmetha

El recrudecimiento de la pandemia en Alemania que paralizará su economía y la devaluación brusca de la lira turca son señales de que se terminó una era de tasas bajas en el mundo. Las cajas que daban dólares y euros no solo se están agotando, sino que Estados Unidos va a aumentar los impuestos a las empresas. La fuga de capitales de países emergentes se está acentuando.

La fuerte caída del petróleo de 6,79% y la suba del precio de los bonos del Tesoro de Estados Unidos fueron los mejores indicadores del mundo que se viene. Los inversores se alejan de las inversiones de riesgo y buscan activos conservadores. El petróleo cayó porque se prevé menor actividad económica en el mundo y va a arrastrar a la baja a las acciones. Por eso hubo vuelo a la calidad (fly to quality), como se llama al movimiento de cobertura ante esta volatilidad.

Brasil ya subió sus tasas de interés a una semana pasadas de 2% a 2,75% y en el mercado de futuros esperan que esté a 5% a fin de año. Es la manera que tiene de cubrirse de la fuga de dólares. Además, mañana licitará swaps por USD 3 mil millones para evitar el renacimiento del dólar que ayer bajó 0,72% a 5,478 reales. En México el dólar subió 1% a 20,77 pesos. En realidad, el dólar se fortaleció frente a casi todas las monedas.

La caída de las Bolsas del mundo, incluidas las sudamericanas, fueron una muestra del pesimismo que acosa al planeta. La Argentina, debe sumar a estos problemas que los bonistas acreedores de la provincia de Buenos Aires, sin renunciar a seguir negociando, denunciaron en los tribunales de Nueva York el incumplimiento en los pagos. El viernes, si no hay novedades, la provincia que gobierna Axel Kicillof podría entrar en default.

Otra complicación es la rebelión fiscal en el impuesto a la riqueza. Se estima que más de 70% de las personas físicas alcanzadas por el gravamen presentarán recursos de amparo. El agro es el más afectado por este impuesto.

Una característica de la nueva economía argentina es la ausencia de cheques. La tasa de descuento para los de primera línea es de 8% pero no se consiguen. Casi todos están deshaciéndose de los dólares para enfrentar obligaciones porque cada día que los tienen en su poder caen frente al peso. Sin embargo, el miércoles, jueves y viernes de la semana pasada se desaceleró el crecimiento de los depósitos UVA. Ahora aumentan a un ritmo de $500 millones diarios, contra entre $1.000 y $1.300 millones de las ruedas anteriores. De todas maneras, en dos meses y medio, duplicaron el monto que había en los bancos.

No extrañó que el “blue” o dólar libre, que marcó un precio de venta de $ 143, se negociara en algunos lugares a $ 140 porque con las limitaciones de los vuelos va a disminuir aún más la demanda de billetes por parte de los viajeros que eran casi los únicos compradores en ese mercado.

En el mercado de dólares alternativos, el Banco Central no tuvo que intervenir. Las operaciones que se hicieron con el AL30C, el bono que utiliza la autoridad monetaria, cerró en baja. En el caso del dólar Bolsa o MEP, el mercado estuvo pesado y negoció apenas USD 19,6 millones, pero hay que tener en cuenta que hoy es feriado en los mercados argentinos y esto hizo que las operaciones pendientes de ayer se acumularan para mañana. El MEP perdió 37 centavos y cerró a $142,78, mientras el contado con liquidación con negocios por USD 57,4 millones -un monto reducido- cedió 14 centavos a $148,77. En la plaza libre, el MEP cotizó con una baja de 50 centavos a $142,88. El contado con liquidación, quedó sin cambios en $ 149,91.

En la plaza mayorista, con negocios por USD 296 millones, el Banco Central compró USD 130 millones y recuperó con creces los USD 70 millones que vendió la rueda anterior. El dólar subió 7 centavos a $ 91,64 siguiendo su lento ritmo devaluatorio. Las reservas lograron quebrar un rally de cuatro ruedas de baja y aumentaron apenas USD 28 millones a 39.677 millones porque hubo que pagar deudas.

El riesgo país aumentó levemente a 1.519 puntos básicos por la caída de los bonos argentinos con ley extranjera. El resultado pudo ser peor de no haber habido un leve repunte en la mitad de la rueda.

La Bolsa, tuvo un monto de negocios reducido de $ 539 millones y el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, perdió 1,16%. YPF (-4,54%) se derrumbó por la caída del petróleo en el mundo y fue uno de los grandes impulsores de la caída de las líderes.

Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron 30% menos de negocios que en las ruedas anteriores. Operaron apenas $ 1.743 millones. Los ADR’s argentinos tuvieron una rueda donde predominaron las bajas. Los certificados de las petroleras fueron los más perjudicados. Ternium perdió 5% e YPF, 4,3%. Despegar fue el otro derrumbe significativo con 5,3% al alejarse la posibilidad de reactivar los viajes en el mundo por el recrudecimiento de la pandemia. La pausa que impone el feriado de hoy llega en buen momento porque permitirá a los argentinos ser observadores de como se está moviendo el mundo.

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