Washington.- El ministro de Economía Martín Guzmán calificó hoy a la extensión de los derechos especiales de giro (DEG) a los 190 países miembros del Fondo Monetario Internacional (FMI) como “un logro importante al que se llegó gracias a liderazgos positivos en un momento muy difícil para el mundo”.
“Le va a permitir a los países que más lo necesitan tener mejores condiciones para lidiar con los efectos de la pandemia”, escribió Guzmán al responder a un tuit en el que la directora gerente del FMI Kristalina Georgieva anunciaba que el directorio del FMI inició la discusión para una ampliación de capital por USD 650.000 millones a repartir entre sus países miembros.
Guzmán publicó su tuit desde la capital estadounidense, un día después de reunirse dos horas con Georgieva para tratar un diferimiento de pagos originados por la deuda de USD 45.000 millones que Argentina mantiene con el organismo multilateral.
La ampliación de capital para los países miembros del Fondo le reportaría a Argentina un incremento de USD 4300 millones en las reservas de Banco Central, suficiente para que el país pueda honrar sus compromisos este año y restándole urgencia a la necesidad de acordar con el FMI un aplazamiento en los pagos.
El plan original del gobierno de Alberto Fernández era lograr el aplazamiento de pagos con el Fondo antes de mayo, cuando vencen pagos por USD 2.419 millones entre capital e intereses de la deuda con acreedores agrupados en el Club de París.
Guzmán prevé cerrar su visita a la capital estadounidense reuniéndose este miércoles con altos funcionarios del Departamento del Tesoro.
La titular de ese despacho, Janet Yellen, dijo ayer al comparecer ante el Congreso que apoya la ampliación de capital entre los países miembros del FMI porque “es nuestro interés nacional aumentar las reservas de países que lo necesitan, en este momento tan difícil, que no presionemos a los países a adoptar políticas deflacionarias y contractivas que complicarían aún más la recuperación” económica.
Yellen justificó la conveniencia de la ampliación de capital ante la pregunta del legislador republicano French Hill, quien le expresaba su desacuerdo con la idea de que naciones sancionadas por Estados Unidos debido a la violación de derechos humanos.
Yellen le respondió que su despacho trabaja con el FMI para definir reglas que garanticen que los fondos nuevos se destinen a la reducción de la pobreza y a responder a la pandemia, y no a pagar préstamos a China. Hill mencionó durante su intervención a China, además de Rusia, Irán, Siria, Venezuela y Myanmar.
El impulso para la inyección de fondos ampliada desde Washington a los países asociados al FMI cobró fuerza tras el cambio de administración en la Casa Blanca. La iniciativa había sido bloqueada por Steven Mnuchin, ex secretario del Tesoro de los Estados Unidos durante el gobierno de Donald Trump. Con la llegada del gobierno de Joe Biden y Yellen al Tesoro, la idea de aumentar los DEG volvió a la agenda.
Una vez que la propuesta de la directora gerente sea aprobada por la Junta Ejecutiva, se debe presentar a la Junta de Gobernadores, cuya decisión de aprobar una asignación de DEG requiere el apoyo de miembros que representen el 85 por ciento del total de votos.
Una emisión de DEG de aproximadamente USD 650.000 millones sería el máximo monto que los Estados Unidos pueden respaldar sin obtener la aprobación del Congreso, según informó la agencia de noticias Bloomberg.
El directorio aprobó la ampliación de los derechos de giro en abril de 2009, durante la Gran Recesión, y los países recibieron los fondos cuatro meses más tarde, dijo recientemente el portavoz del FMI Gerry Rice. Además del Tesoro, Guzmán también dedicará parte del miércoles a participar en una reunión virtual que el presidente Alberto Fernández celebrará con el presidente del Banco Mundial, David Malpass, en la búsqueda de apoyo del Banco Mundial en la negociación con el FMI.
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