La rueda financiera se presentó con tendencia negativa tanto en las plazas externas como en los mercados domésticos, con un renovado descenso de precios de los títulos públicos argentinos, ante renovadas señales de incertidumbre.
Este martes, los títulos Globales -en dólares con ley extranjera- cayeron 0,5% en promedio, mientras que el riesgo país argentino subió siete enteros, a 1.519 puntos básicos.
Marín Guzmán se reunió con Kristalina Georgieva, dado que el Gobierno busca renegociar deuda mediante un plan de facilidades extendidas
Esta baja se produjo “en un marco en el que la atención se centró en las negociaciones entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional, y en medio de una mayor aversión al riesgo global luego que la lira turca cayera fuerte frente al dólar, después que el presidente Tayyip Erdogan destituyera el fin de semana al titular del banco central del país”, comentó Portfolio Personal Inversiones en un reporte de mercado.
Por otra parte, inquietó a los agentes de mercado la falta de definición por la reestructuración de la deuda en dólares de la provincia de Buenos Aires, habida cuenta de que se trata del “sub soberano” más importante del país, luego de que un grupo de bonistas demandó en Nueva York al distrito por el default de la deuda.
Sucede que el próximo viernes vencerá el plazo de aceptación de la oferta de canje, que la Provincia de Buenos Aires presentó en abril de 2020 para reestructurar su deuda. El mercado estima que habrá una nueva extensión de tal plazo, y sería hasta el 26 de abril de 2021.
“Esta sería la decimocuarta extensión, en el marco de las conversaciones con los acreedores para refinanciar la deuda provincial. En este contexto, el gobierno provincial informó ayer que, uno de los mayores acreedores (Golden Tree Asset management LP) firmó un acuerdo confidencial (non-disclosure agreement) con la provincia, el cual incluye una propuesta. Pero la misma no fue aceptada”, reseñó Portfolio Personal.
Por otra parte, el ministro de Economía, Martín Guzmán, se reunió el lunes en Washington con autoridades del Banco Mundial, mientras que este martes lo hizo con la titular del FMI, Kristalina Georgieva. Guzmán procuró dar una buena señal ante el organismo, con un aumento en los ingresos mayor al de los gastos, y con una reducción en el déficit financiero, aunque aún con un fuerte crecimiento de los subsidios económicos.
En febrero regresó el déficit fiscal, aunque se advirtió una mejora significativa en los ingresos
En este punto, no pasó desapercibido para la valuación de los títulos públicos el déficit fiscal primario de $18.757 millones obtenido por el Gobierno febrero, tras un efímero superávit primario de $24.074 millones en enero.
“La dinámica fiscal de febrero ha mostrado un sendero compatible con los objetivos buscados por el Gobierno Nacional: una expansión del gasto primario con una mayor incidencia de los gastos de capital y una la mejora significativa en los ingresos que permite fortalecer la sostenibilidad de las finanzas públicas”, comunicó el Ministerio de Economía.
El resultado financiero del segundo mes de este año -que contempla los pagos de deuda pública- resultó negativo en 64.317 millones de pesos.
Los bonos negociados en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) cayeron en promedio un 0,5%, luego de ganar 0,6% en los dos días hábiles anteriores. El bono referente Bonar 30 (AL30) perdió un 0,3 por ciento.
La Bolsa de Buenos Aires operó en rojo, con escasa liquidez ya que los inversores estuvieron pendientes de alguna señal que pudiera surgir desde Estados Unidos, donde el ministro de Economía del país se reunió con la titular del FMI.
El índice S&P Merval de Buenos Aires restó un 1,2%, hasta las 48.615 unidades, cuando los indicadores de Wall Street exhibieron caídas entre 0,8% y 1,2 por ciento.
Las bolsas globales exhibieron pérdidas luego de los comentarios del presidente de la Reserva de Estados Unidos, Jerome Powell, al tiempo que se siguió de cerca el comportamiento de la pandemia en algunas regiones del mundo.
Powell afirmó a un panel del Congreso norteamericano que una próxima alza de la inflación posterior a la pandemia no se saldrá de control ni alimentará una ruptura destructiva de una inflación persistente.
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