El ministro de Economía, Martín Guzmán, empieza hoy su visita a Washington con un encuentro en el Banco Mundial que precede a la cita cara a cara con funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI), que tendrá lugar mañana. Mientras que el funcionario argentino aún no descarta públicamente la posibilidad de cerrar un nuevo programa “antes de mayo”, la expectativa del mercado es que no haya acuerdo hasta después de las elecciones. Sin embargo, para llegar hasta octubre el Gobierno tendrá que hacer varios pagos abultados con las escasas reservas del Banco Central.
Según datos de la secretaría de Finanzas del Ministerio de Economía, este año la Argentina tiene que pagar USD 5.072 millones al FMI si se toman en cuenta juntos tantos los vencimientos de capital como los de intereses. De esos, USD 305 millones ya se pagaron el mes pasado. El próximo vencimiento es en mayo, por otros USD 296 millones y luego de ese, en agosto corresponde abonar otros USD 396 millones. Son los tres pagos de intereses, dentro de todo pequeños.
Las grandes erogaciones llegan con los pagos de capital, que vencen en septiembre y diciembre. En ambos casos son USD 1.868 millones que hay que pagar de una sola vez si es que Guzmán no consigue un acuerdo que refinancie esos vencimientos antes de esas fechas.
Sin pagos importantes de bonos en manos de privados como resultado de la reestructuración de la deuda en dólares cerrada en septiembre del año pasado, el primer gran escollo en materia de vencimientos llega en mayo. Ese mes vencen pagos por USD 2.419 millones entre capital e intereses de la deuda con el Club de París, aunque hay margen de negociación.
Ya el año pasado, en contexto de pandemia, el Tesoro acordó una postergación de los pagos al Club. Se descarta, por otro lado, que una buena sintonía entre el FMI y la Argentina también permitiría reprogramar o refinanciar el pago de este año también. Sin embargo, hasta ahora no hay nada anunciado y la obligación de pago sigue en pie.
En la cuenta de almacenero de Economía juega un fenómeno histórico que se espera se concrete por la situación excepcional de la pandemia. Esto es, que el directorio del FMI apruebe una ampliación del capital del organismo que repercutirá en un aumento de los Derechos Especiales de Giro (DEG), la moneda del Fondo, que tiene cada miembro. La Argentina recibiría el equivalente a unos USD 3.350 millones por esa decisión. Estados Unidos, dueño del 45% del capital y del derecho a voto en el FMI, ya adelantó que está a favor. Se necesita el 60% para aprobarlo y, aunque no sea un hecho, ya varios especialistas incorporan ese dinero a sus cuentas. Aunque desde su aprobación pueden pasar hasta 5 meses para su concresión, es la apuestadel Gobierno.
“En la cuenta del Tesoro en el BCRA todavía hay unos USD 1.000 millones en concepto de DEG. El año había arrancado con 1.300 millones que en parte se usaron para pagar los vencimientos de febrero. Los vencimientos con el FMU de mayo a agosto se puede pagar con lo que hay en DEG”, dijo Lorena Giorgio, economista de Econviews.
“Respecto de los pagos de capital al Fondo, que vence en septiembre y diciembre, no habría problema que se paguen con los nuevos DEG que serían USD 3.350 millones. Los vencimientos son algo más de USD 3.800 millones, y esa diferencia se puede saldar con asistencia del Banco Central”, agregó la especialista.
“Apretaron el cepón sobre importaciones al máximo para juntar reservas y están apostando al giro de DEG, porque cada vez está más claro que hasta octubre un acuerdo no es posible”, coincidió Gabriel Caamaño de Consultora Ledesma.
“Lo que si podría generar problemas es el Club de París que vencen unos USD 2.400 millones en concepto de capital en mayo y, ahí, las opciones son o bien defaultear a la espera de cerrar un acuerdo con el Fondo después de las elecciones que siente las bases para después reperfilar más amistosamente. Cambiar DEG por fondos líquidos o comprarle los dólares al BCRA, poco probable”, dijo Giorgio.
Gira por Washington
Hoy Guzmán sostendrá en las próximas horas una reunión con autoridades del Banco Mundial, como previa al encuentro con funcionarios del organismo que conduce Kristalina Georgieva para destrabar la negociación por un nuevo programa financiero, la misión principal por la cual el ministro de Economía viajó a los Estados Unidos.
El ministro será recibido, entonces, por el vicepresidente para América Latina del Banco Mundial, Felipe Jaramillo, el director de Operaciones, Axel van Trotsenburg, y el representante ante la Argentina, Jordan Schwartz.
Desde el martes comenzarán los encuentros con los funcionarios del FMI. Ese día, según informó el organismo financiero, tendrá lugar la primera reunión entre Guzmán y la vicedirectora para el Hemisferio Occidental, Julie Kozack, y el jefe de la misión argentina, Luis Cubeddu, junto al representante del país ante el organismo, Sergio Chodos.
En lo que va del año, será la primera aproximación del Gobierno hacia el FMI en un contacto con las autoridades del nivel más alto. Quien quedó fuera de la reunión es Alejandro Werner, director del Hemisferio Occidental, un funcionario que fue una de las caras visibles de los fallidos acuerdos entre el organismo y el Gobierno de Mauricio Macri en 2018.
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