Culminaron las audiencias públicas del gas y ahora se abre el plazo en el cual el Ente Regulador del Gas (Enargas) deberá definir cómo y cuánto será la tarifa de transición que se aplicará durante este año, mientras en paralelo se trabaja en una nueva Revisión Tarifaria Integral que marque el derrotero desde 2022 en adelante.
La decisión de lo que puede llegar a pasar con el valor que quedará en la parte superior derecha de las boletas de gas tuvo su primera etapa en las audiencias y ahora tendrá una segunda etapa que en los pasillos del poder político.
La discusión entre el interventor del Enargas, Federico Bernal y el ministro de Economía, Martín Guzmán, es bastante simple. El primero llega con una idea de, si hay que ajustar, que sea como máximo un alza de un dígito. En octubre hay elecciones y en el Instituto Patria sigue más de cerca las encuestas de opinión e intención de votos que los números del Presupuesto 2021. Mientras tanto, en el Ministerio de Economía miran que en septiembre hay vencimientos con el FMI y ven los números de los subsidios y explican que, como mínimo es la pauta de inflación: 29%. No hay coincidencias ni en el tiempo ni en el aumento.
En esa discusión se podría pensar que quien define es el presidente Alberto Fernández quien, en varias ocasiones hizo referencia al fin de los subsidios y al camino de reconfiguración tarifaria, y en la semana dijo en el programa Fuego Amigo que “las tarifas deberían aumentar entre 70% y 80% de lo que aumenten los salarios”.
Tomando la pauta que maneja el Gobierno en donde los salarios subirían entre cuatro y cinco puntos por arriba de la inflación esperada, y el aumento del costo de vida no superaría el 29%, lo que dijo el Presidente se traduciría en un ajuste de 25% de las tarifas, un porcentaje para nada despreciable para las empresas que, hasta ahora, creen que no tendrán más del 9 por ciento.
Lo que dijo el Presidente se traduciría en un ajuste de 25% de las tarifas, un porcentaje para nada despreciable para las empresas que, hasta ahora, creen que no tendrán más del 9 por ciento
Según explicaron las autoridades en la audiencia pública, una boleta promedio sin impuestos y con el Estado afrontando entre 55,7% y 60% del costo del gas, en marzo para un usuario medio ronda $642 - $702, de mantenerse inalterable y cumpliendo la Ley de Presupuesto en lo que se refiere al tipo de cambio, la misma boleta alcanzaría a $2.160 y $ 2.396 en julio.
Asimismo, si se cumple la Ley de Presupuesto en lo que refiere a los subsidios el Estado pasaría a cubrir entre el 35% y el 37,2% del valor del gas por lo que la misma factura en marzo significaría un costo de entre $753 y $826 y en julio se dispararía a valores que van desde $2.653 a $2.956, aproximadamente.
Si se toman en cuenta los dichos del Presidente, las facturas deberían subir en el segundo caso en donde los subsidios se mantienen como los propuso el ministro Guzmán y los aprobó el Congreso, hasta alcanzar a unos $1.000, un aumento de 25% sin tener en cuenta el agregado de los impuestos.
Mientras que el pedido de las distribuidoras, que en promedio solicitaron en las audiencias públicas un incremento de 50% para este 2021, las boletas en julio deberían rondar los $1.130 por mes más impuestos.
Las distribuidoras solicitaron en las audiencias públicas un incremento promedio de 50% para este año
Si el que “gana” la pulseada es Berla, los valores serían bastante menores. En las primeras reuniones que tuvo el interventor del Enargas con las empresas estableció un techo de 7% de aumento en la tarifa final, que luego se movió a un 9%. En las empresas se miraron y se miran anonadadas. Entienden que llevan varios meses con las tarifas congeladas y que esta discusión era para resolverla durante el 2020 y no para este año. Saben que hay elecciones y que ningún gobierno -”no importa el color”- en una circunstancia como la que hoy vive la Argentina se animaría a un ajuste importante de las tarifas.
Sin embargo, miran al Ministerio de Economía y siguen con atención la gira de Martín Guzmán por los Estados Unidos, en particular los encuentros con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el martes próximo, porque “no sólo se va a prestar mucha atención al tema tarifario y su relación con los subsidios, sino también el nivel de inversión de los privados. Y si no hay un razonable aumento de tarifas sólo nos quedará mantener el servicio y no habrá inversión”, dijeron a Infobae desde una empresa del sector.
Suba de la luz
Algo similar están avisando las compañías generadoras de energía eléctrica que, aunque todavía no tuvieron su audiencia pública, emitieron un comunicado en donde señalan que sin tarifas no hay fondos para el mantenimiento de las centrales eléctricas.
Mediante una carta dirigida al Secretario de Energía, Darío Martínez, las generadoras de energía eléctrica reiteraron la “necesidad de actualización de la remuneración” a los generadores enmarcados en la Resolución SE Nº 31/2020 dado que “han permanecido congelados desde su publicación en febrero de 2020. En síntesis, se han acumulado de esta forma 13 meses consecutivos sin actualización a pesar de lo establecido en el Anexo VI de la citada norma; afectando los ingresos del parque de generación que produce el 60% de la energía eléctrica del país, pudiendo comprometer el normal abastecimiento del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM)”.
“Hay dos centrales que cubren la demanda de la Ciudad de Buenos Aires, Costanera y Central Puerto. Si alguna sale de operaciones porque no pudo hacer el mantenimiento o se le rompe un máquina vamos a tener cortes de luz en las casas”, explicó una fuente del sector a este medio.
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