Desde el 29 de enero pasado, el dólar “blue” es más barato que el dólar minorista en bancos: hoy, en el mercado paralelo se paga un 9,9% o casi 16 pesos por debajo del dólar al público, que se volvió el más caro de todos los segmentos con una carga tributaria del 65% más el spread que se cobran las entidades financieras por la intermediación, es ofrecido a $159,89 en promedio para la venta.
La venta de dólar “solidario”, limitado a un cupo mensual de USD 200, se va desmoronando mes a mes. Cedió en febrero pasado a poco más de USD 212 millones -incluidos consumos con tarjeta en el exterior-, frente a los USD 920 millones de agosto de 2020. La cifra es 20 veces menor que los USD 4.285 millones de octubre de 2019.
La paradoja del dólar “solidario” es que el Gobierno cada vez recauda menos por los impuestos que le aplica a los ahorristas
Y en cuanto a número mensual de personas que demandaron divisas, pasaron de cuatro millones de compradores en agosto de 2020 -excluidos consumos en el exterior- a unos 754.000 en enero de este año.
Por varios motivos, la venta de dólares en los bancos cayó con fuerza, tanto en número de compradores como en el monto global:
1) Fuerte devaluación. La seguidilla de diversos saltos cambiarios que se sucedieron en los últimos tres años de crisis en la economía argentina desembocó nuevamente a un régimen de control de cambios a partir de septiembre de 2019. Así como la Argentina es uno de los países con más inflación del mundo, también es de los que más devaluó su moneda. Y como es evidente, hoy el dólar es caro y por lo tanto se vende cada vez menos.
Desde el regreso del “cepo” un año y medio atrás, la suba del dólar oficial fue un poco inferior a la de la inflación acumulada. El dólar mayorista avanzó 53,5% (de $59,51 a $91,37), mientras que el promedio de precios minoristas lo hizo un 63,8 por ciento. Sin embargo, el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) que mide el BCRA sigue alto, en los 120 puntos (sobre una base 100 del 17 de diciembre de 2015), por la devaluación y la suba de los precios internacionales que el país exporta.
2) Salarios atrasados. Con salarios que en promedio avanzaron 48,1% entre agosto de 2019 y diciembre de 2020 (último dato de INDEC), queda claro que el dólar oficial y la inflación subieron a un ritmo muy por encima de los ingresos, divergencia que aleja más a esta alternativa de ahorro .
3) Carga tributaria. Obviamente es el factor de más peso. La venta de divisas al público tiene un tope mensual de USD 200 y el recargo del 30% del Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS), que se paga desde el 26 de diciembre de 2019, más otro 35% de anticipo de la percepción de Ganancias, vigente desde el 16 de septiembre del año pasado. Sobre este último impuesto se pude solicitar el reintegro en los casos que corresponda-, aunque esta devolución nunca es plena en una economía con una inflación anualizada por encima del 40 por ciento.
Ese 65% extra, sobre un tipo de cambio ya caro para los bolsillos de los consumidores, vuelve al dólar “solidario” cada vez menos accesible y demandado.
La paradoja es que el Gobierno cada vez recauda menos por las cargas sobre el dólar, a pesar de la suba del precio y de los impuestos. Según los datos de recaudación de AFIP, las ventas de dólar “solidario” para atesoramiento y consumos con tarjeta en el exterior (sin contar inversores institucionales y otros), apenas superó los USD 200 millones en febrero.
De ese total, por el impuesto PAIS la AFIP recibió $5.987 millones, más otros $6.985 millones por adelanto de Ganancias. Estos $12.972 millones recaudados por gravar la venta de dólares representaron apenas 1,8% del total ($716.595,4 millones).
Mes a mes esta percepción para desalentar la demanda de ahorristas pierde relevancia en los ingresos del Estado. En enero, estos gravámenes contribuyeron con el 2,3% del total recaudado; un 2,4% en diciembre, mientras que en noviembre habían significado 2,8%; y en octubre 3,2 por ciento. En agosto, antes de la entrada en vigor del recargo a cuenta de la liquidación anual de Ganancias, el impuesto PAIS aportó 3,8% de lo recaudado.
4) Turismo restringido. Hay que tener en cuenta que gran parte de la demanda de divisas de los individuos tiene como destino el consumo de bienes y servicios en el exterior. Las medidas de aislamiento por el coronavirus, el cierre de fronteras y la suspensión de los vuelos redujeron casi por completo esta necesidad de dólares, junto con una recesión local que también atrofió el apetito por productos importados.
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