El futuro de la cotización del dólar es, probablemente, una de las obsesiones de los ahorristas e inversores argentinos que más difícil es de predecir en el corto plazo pero, dado el fatalismo al que los tienen acostumbrados innumerables programas de estabilización fallidos, el que más fácil parece de prever a plazos más largos. Difícilmente un ahorrista esté dispuesto a apostar en contra de la divisa por plazos prolongados pero, de esa manera, puede estar dejando de lado oportunidades puntuales.
Esas oportunidades puntuales aparecieron en los últimos meses, luego de que el dólar libre tocara techo en $195 y mediante una combinación de declaraciones fiscalistas, intervención en los mercados paralelos y más cepo, el ministro de Economía, Martín Guzmán, lograra esquivar la bala. Más que nada en posiciones ajustadas por inflación, bancos, fondos y otros inversores le están sacando jugo a colocaciones en moneda local, como así también los ahorristas se vuelcan en algún nivel a colocar su dinero en plazos fijos UVA -el stock de depósitos privados de esta modalidad crece 103% desde fines de octubre y ya roza los $100.000 millones. En febrero, Guzmán reforzó esa visión al anunciar que usaría al dólar como ancla anti inflacionaria.
Pero con la brecha cambiaria en torno al 60%, advierten los especialistas, si bien existen alternativas para aprovechar rendimientos en pesos, mucho tiene que ver con el perfil de riesgo de cada inversor.
“Para estos perfiles conservadores mantenerse en dólares está perfecto porque uno nunca tiene la precisión respecto a en qué momento el dólar puede dar un salto” (Busaniche)
“Antes de decidir inversiones hay que tener en cuenta cuál es el perfil de riesgo del ahorrista. Puede ser conservador, moderado y agresivo”, explicó Tomás Busaniche, head de research y contenidos de Mujer Financiera, un sitio de finanzas orientado a la franja femenina.
“Mantener una estrategia de cobertura cambiaria, porque se percibe que existe una alta probabilidad de que haya una devaluación, significa que a pesar de que se pierdan oportunidades de rentabilidad que pueden aparecer no nos movemos. Para estos perfiles conservadores mantenerse en dólares está perfecto porque uno nunca tiene la precisión respecto a en qué momento el tipo de cambio puede dar un salto”, dijo.
“Ahora, para inversores con perfiles más moderados o tendiente a agresivos, lo que se recomienda es diversificar para tomar más riesgo. Hasta un 70% en moneda local, pasar dólares a pesos y aprovechar estas rentabilidades para en un plazo no muy largo volver a dólares. ¿En qué tipo de instrumentos invertiría esa porción en pesos? Serían bonos CER y bonos dollar-linked, porque garantizan una indexación y no una tasa fija u otra variable que no le gana a la inflación”, agregó.
También con la aclaración de que la estabilidad se logró con dólares de la exportación que mantienen postergados a desequilibrios macroeconómicos que son “gigantes dormidos”, la asesora financiera Lucía Pignani tiene sus predilecciones entre las opciones en pesos, una vez asumido el riesgo.
“De continuar esta desaceleración cambiaria y el control de las expectativas, los instrumentos en pesos emergen como alternativas de inversión para los ahorristas. Sin embargo, no debemos olvidarnos de la inflación que es la otra variable a tener en cuenta en Argentina”, comentó la especialista.
“De continuar esta desaceleración cambiaria y el control de las expectativas, los instrumentos en pesos emergen como alternativas de inversión” (Pignani)
“En instrumentos de tasa fija la lupa está puesta en el Boncer 2021 (TO21) que vence el 4 de octubre del 2021 (20 días antes de las elecciones) y tiene ofrece un rendimiento, tasa interna de retorno, del 45% anual. Por otro lado, los instrumentos atados a la evolución de la inflación ganan terreno ya que aportan cobertura en este contexto. El plazo fijo UVA (UVA+1%) destrona al tradicional (37%) y los bonos CER de mediano y largo plazos (Boncer TX23 y Boncer TX26) le ganan a los más cortos”, agregó.
Para Mauro Cognetta, asesor financiero, el mercado le creyó a Guzmán su previsión de dólar oficial para fin de año, pero no tanto su objetivo de cerrar diciembre con una inflación anual del 29%. “El mercado parece haberle creído al menos lo primero, que el dólar oficial va a estar planchado. De hecho ya lo está, en lo que va de marzo la variación dista mucho de las variaciones de los meses previos”, comentó.
“Guzmán dijo que el dólar oficial cerraría el año en $104 y la inflación en el 29%. El mercado parece haberle creído al menos lo primero” (Cognetta)
En ese sentido, Cognetta recomienda pestar atención no sólo a los activos ajustados por inflación también papeles dollar-linked. “Hoy los bonos dollar-linked están rindiendo positivo, sobre todo el que vence este año, porque el mercado sigue esperando un salto discreto T2V1. Para el que no necesite la plata hasta fin de año, puede haber una oportunidad. Algún inversor conservador o tesorería que necesite cubrir su exposición, nosotros lo estamos ejecutando”, comentó.
Los bonos dollar-linked son títulos en pesos ajustados por el tipo de cambio oficial, que a su vencimiento pagan en monedda local y que no cubren contra un salto de los dólares paralelos pero si para subas discretas en el mercado formal. Lo interesante es que después del furor de octubre pasado por esos papeles, sus precios cayeron y ahora ofrecen rendimientos altos, por ejemplo, el T2V1 paga 7,34% a su vencimiento en noviembre.
“Ya que no hay tanta credibilidad alrededor del objetivo de inflación, los bonos CER son también una cobertura frente a la inflación. La realidad es que irse a pesos apostando al carry nuevamente pensando que en algún momento vas a salir a tiempo, lo más difícil es eso. Tanto para inversores sofisticados como para quienes no lo son”, comentó.
SEGUIR LEYENDO: