La luz roja se encendió para la Argentina y la región. La tasa de los bonos del Tesoro norteamericano a 10 años, después de tocar 1,74% cerró en 1,73% el nivel más alto de los últimos 14 meses. Por supuesto, la suba no solo afectó a las Bolsas y bonos de países emergentes, sino que derrumbó más de 7% los precios del petróleo y casi 2% la cotización de la soja, el maíz y el trigo. También arrastró a las acciones tecnológicas en el Nasdaq e hizo bajar a los principales índices de Wall Street.
Los inversores salieron de los activos de riesgo. La calma por las palabras optimistas de Jerome Powell, el titular de la Reserva Federal (el Banco Central de Estados Unidos) duró 24 horas. La vida real indicó que aumentaron las solicitudes de desempleo y que no solo está lejos la solución de la pandemia, sino que puede haber una ola más grande por la mutación del virus. Además, la desconfianza sobre una de las vacunas, hizo temer que el proceso de inmunización se retrase.
Los bonos locales más cortos tuvieron bajas de alrededor de 0,40%, pero una leve suba en los más largos hizo que el riesgo país bajara apenas 4 unidades y quedara en 1.535 puntos básicos, pero más débiles porque no se sabe cuánto podrán soportar la presión de una tasa de interés tan elevada en Estados Unidos.
La Bolsa de San Pablo, por caso, que venía de una rueda optimista cedió 1,47%. También bajaron los bonos de la deuda brasileña, pero la moneda local subió ya que el dólar cedió 0,56% a 5,5670 reales, pero esto fue mérito de la exagerada suba del día anterior de la tasa de referencia a 2,75% anual. Pero el comportamiento del real fue la excepción porque el dólar se fortaleció en el planeta.
El mercado cambiario argentino ignoró esa realidad. El Banco Central sigue desacelerando el ritmo devaluatorio. Esta vez el dólar subió 9 centavos a $91,30. Cabe recordar que Brasil espera una inflación de 4,5% y la Argentina puede llegar a fin de año a una superior a 40%.
El monto negociado en el mercado mayorista fue de USD 242 millones, pero el Banco Central se preocupó de abastecer a los importadores, porque la inflación mayorista de 6,5% estuvo impulsada por los productos que llegan del exterior. De esta manera, el saldo fue neutro y se reflejó en las reservas que perdieron USD 62 millones y bajaron a USD 39.773 millones debido a la mayor intervención en el mercado cambiario y al pago de la deuda. En dos días, las reservas perdieron USD 102 millones.
Los dólares alternativos fueron sometidos por la intervención del Central y por la creencia de que en el corto plazo es más negocio apostar a los bonos CER y depósitos UVA. Por eso el dólar MEP con negocios por USD 28,2 millones bajó 87 centavos a $ 144,71 cuando se trató del mercado oficial donde se opera con el bono AL30C. En el libre quedó sin cambios en $ 145,24.
El contado con liquidación replicó al MEP y tuvo un movimiento moderado. Se negociaron USD 63,8 millones y cerró igual que la rueda anterior en $ 149,68. En el mercado de los operadores, donde se utiliza el GD30C, también operó sin alteraciones en el precio al cerrar a $ 151,18.
El “blue” sigue sin movimiento por la falta de compradores y siguió en $ 144.
La Bolsa fue la más impactada por el cambio del escenario internacional. El volumen operado fue escaso, apenas $ 789 millones, una constante de las últimas ruedas. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, perdió 2,64%. La única alza fue la de la cementera Holcim con 0,60%. El derrumbe lo encabezó Banco Supervielle con 5,57%, seguido de Comercial del Plata con 4,74% y Transportadora Gas del Norte con 4,49%. Pero el papel que más incidió en la caída del S&P Merval fue YPF (-3,67%) por su elevada ponderación en el cálculo del indicador.
Donde se mantuvo elevado el monto de negocios fue en los ADR’s, que operaron $ 2.432 millones. Estos certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York, se vieron afectados por el mal humor de los inversores. Los ADR’s argentinos no registraron alzas. Lo mejor fue IRSA Propiedades Comerciales, que mantuvo la cotización del día anterior. Entre los más afectados estuvieron MercadoLibre (-6,60%), IRSA (-6,18%) y Despegar (-5,24%).
Los que no paran de crecer son los depósitos UVA de los ahorristas privados. El viernes aumentaron $ 1.346 millones. En lo que va del año crecieron 71%, es decir que en poco tiempo más -están creciendo a un ritmo de más de 1% por día- pueden duplicar el monto con el que finalizaron 2020.
Pero la realidad cambia y lo que hoy parece ser un buen negocio, en pocos días puede tornarse negativo. La tasa de retorno de los bonos de Estados Unidos está alterando todos los mercados y la Argentina no está exenta. En cualquier momento puede acercarse a 2% anual y aumentar la recesión del mundo y la caída de los precios de las materias primas. La que más importa a la Argentina, la soja, hace una semana cotizaba a USD 530. Ayer cerró a USD 511 por tonelada.
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