El campo también se sumó a las críticas al proyecto que promueve el oficialismo de aumentar el impuesto a las ganancias a las empresas. Una de las primeras entidades agropecuarias en pronunciarse en contra del mismo, fue la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), desde donde alertaron que en el caso que se implemente la iniciativa provocará una retracción y caída de la actividad económica que sería difícil de revertir, teniendo en cuenta el contexto de pandemia por el que atraviesa el país y el resto del mundo.
Hay que recordar que el proyecto que el Gobierno envió al Congreso, promovido por el ministro de Economía, Martín Guzmán, vuelve a subir la alícuota de Ganancias del 30% al 35% y mantiene otro 7% por distribución de dividendos. Por lo tanto, la tasa efectiva del gravamen pasa a ser de casi el 40%, una de las más altas del mundo.
“Este proyecto de reforma no hace más que promover un círculo vicioso de la pobreza, ya que la voracidad fiscal sin límite del gobierno va a generar menos inversiones, menos empleo, provocará una menor actividad económica, más pobreza y un mayor gasto público”, precisaron los integrantes de la entidad que preside Horacio Salaverri.
El cálculo que realizan desde Carbap, a partir de que la modificación de la escala que se propone con las nuevas alícuotas escalonadas en tres segmentos (un primer escalón tendría una alícuota del 25% para ganancias netas de hasta $1,3 millones anuales, el segundo sería del 30%, para montos de hasta $2,6 millones y el tercero de 35% para ganancias superiores a $2,6 millones), derivaría en que una pequeña empresa con ganancias netas de 220 mil pesos mensuales, seria alcanzada por la mayor alícuota de 35% y no por la de 25 % como se había hablado en un comienzo.
Al respecto, desde CARBAP agregaron: “Son montos alejados de la realidad, los cuales promueven una presión tributaria altísima y por ende una alta recaudación fiscal que abarcaría a cualquier empresa pyme, afectaría el nivel de inversión e inclusive el capital de trabajo de las empresas en plena pandemia”.
Además, los representantes de los productores de Buenos Aires y La Pampa señalaron que “la gran avidez recaudatoria recaerá principalmente sobre el sector privado, ya que se afectaría la inversión y los gastos sobre el ejercicio 2021, dado que no solamente hay que pagar el saldo de declaración jurada sino los anticipos de ganancias correspondientes”.
Más críticas
Durante esta semana, los integrantes de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) calificaron como “absurdas” las nuevas escalas y la consecuencia directa de proponer niveles tan reducidos en las escalas implica “un incremento de la presión tributaria en un contexto macroeconómico crítico, incluida la mayoría de las pymes”. Así lo expresó la entidad en una carta dirigida al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
Por otro lado, la dirigencia de la Unión Industrial Argentina (UIA) transmitió su preocupación por el incremento de la presión impositiva al titular de la cartera de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. En una videoconferencia los industriales plantearon también su disconformidad al funcionario, aunque éste reconoció que se trata de un tema que escapa a su órbita.
Y por último, el presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja, adelantó que la entidad divulgará un documento crítico: “No hay ninguna duda que una medida de estas características generará más informalidad. Y se suma al aumento que se viene en ingresos brutos y en tasas municipales”, precisó.
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