En el marco de un ciclo de charlas organizado por “ConArgentina” con el objetivo de debatir los grandes temas nacionales, diferentes especialistas protagonizaron un debate sobre el rol del campo y la agroindustria en la economía nacional y la necesidad del sector de mejorar su competitividad para aumentar las inversiones y el agregado de valor.
Bajo el título “Hablemos de la Agro-Bio-Industria”, el encuentro virtual fue transmitido por Infobae y moderado por María Beatriz Giraudo, productora rural, dirigente empresaria y miembro de ConArgentina. Como disertantes participaron Leonardo Sarquís, director general de CONFiagro y ex ministro de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires; Fernando Vilella, Director del Programa de Bioeconomía de la Universidad de Buenos Aires e Ingeniero Agrónomo y el economista del Cippec y profesor de la UBA, Martín Rapetti.
ConArgentina es un grupo de ciudadanos de diferentes profesiones, trayectorias y afinidades políticas diversas, unidos por el deseo de ofrecer una visión de futuro y una estrategia de desarrollo económico, social y ambiental para el país acorde con las exigencias del siglo 21.
Desde dicho espacio transmitieron la idea de que la Argentina necesita un modelo de desarrollo urgente que incluya a toda la población y el concepto de Agro-Bio-Industria abre la oportunidad de lograrlo. “Todo esto ofrece un cambio absoluto y potencia el mapa de posibilidades en Argentina, con un abordaje a través de la bioeconomía que refleja tanto los nuevos escenarios globales, como las necesidades actuales del país, planteando una gran herramienta para avanzar en reducir los inadmisibles niveles de pobreza”, señaló Giraudo.
Con el foco puesto en la importancia que tiene la bioeconomía, Fernando Vilella, sostuvo: “La Bioeconomía, la Vaca Viva, es seguramente parte de la solución. Se trata de agregar valor a la biomasa, con conocimiento cada vez más sofisticado, cuidando el ambiente productivo y social en un camino virtuoso que hoy encuentra mercados dispuestos a recibir dichos productos. Tenemos recursos naturales, ciencia y tecnología más empresarios modernos aptos para lograrlo en plazos cortos. Es imprescindible una dirigencia que genere políticas de consenso que faciliten las inversiones necesarias para lograrlo”.
Por su parte, el economista Martín Rapetti hizo su análisis sobre el aporte de la bioeconomía al desarrollo económico. “Dicho desarrollo está caracterizado por un proceso conformado por varias actividades que empiezan a invertir o acumular capital físico y humano, y sobre todo generan un aumento muy significativo en la capacidad productiva de esas actividades. Ese es un pilar, que lo podemos llamar inversión y productividad. Hay otro pilar para que sea virtuoso el desarrollo económico, tiene que integrar a la población y generar empleo”, dijo.
“Un tercer elemento es que estas actividades tienen que generar divisas, porque si hay crecimiento de la actividad y no hay suficiente generación de divisas, es como una máquina que se queda sin aceite. Y acá es importantísimo que se pueda exportar. Y para que el desarrollo económico sea virtuoso tiene que darse cubriendo toda la geografía de un país, que lo podemos llamar federalismo. La bioindustria o la bioeconomía cumplen cabalmente con tres de estos elementos, que son la acumulación y la productividad, la generación de divisas y por último su carácter disperso en el territorio”, agregó.
Exportaciones y mercado interno
En el terreno de las exportaciones y el desafío que tiene el país de aumentarlas para que ingresen los dólares que hoy está necesitando la economía, sin descuidar el mercado interno, el economista comentó: “Hay que encontrar la forma de poder exportar y al mismo tiempo generar alimentos que sean accesibles para los sectores populares urbanos. Y hay que encontrar las políticas públicas que permitan atender lo interno y externo. Un ejemplo podría ser lo que hizo Uruguay de diferenciar los cortes de carne vacuna de exportación. En ese sentido, hoy el campo y la bioeconomía son actores centrales. Pero sin el campo no se puede, pero con él no alcanza. No podemos pensar que solamente con dicha actividad vamos a poder salir de este difícil momento”.
Y agregó: “Si nosotros queremos volver al pico del nivel de ingreso por habitante que tuvo el país en 2011, con un crecimiento del 3,5% por año, vamos a llegar a ese nivel en 2027. Para que eso ocurra, vamos a tener que generar un total de exportaciones de más o menos USD 121.000 millones en 2027. Eso significa agregarle unos USD 40.000 millones de exportaciones a la Argentina. Si las actividades agropecuarias y las economías regionales crecieran a un ritmo como en las últimas dos décadas a un 4 o 4,5% por año, solamente podrían aportar la mitad de esos 40 mil millones de dólares que se necesitan. Es decir, vamos a necesitar de otras actividades. Y ahí aparecen la economía del conocimiento, los servicios, la industria, el turismo, los minerales, etc. Hay que potenciarlas a todas y no depender de una sola”.
Visión de país
En varios pasajes de las diferentes disertaciones, los especialistas enfatizaron el pedido al Estado de mejorar las actuales condiciones de competitividad, generar confianza, y tener seguridad jurídica y funcionamiento de las instituciones que impulsen las inversiones locales y extranjeras. Y también reclamaron un consenso de todos los sectores, que permita salir de la difícil situación que en el último año ha profundizado la pandemia.
En ese sentido, Fernando Vilella recordó que el problema central de la Argentina tiene que ver con la falta de inversiones que imposibilita el desarrollo y solucionar los problemas sociales del país, como la indigencia y pobreza. Al respecto, dijo: “Lo que se está necesitando es tener una visión de hacia dónde vamos y qué país queremos. Y eso no lo resuelve un grupo político y se necesita un consenso de grandes mayorías”.
A todo esto, el ex ministro de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, Leonardo Sarquís, sostuvo: “En la actualidad no hay una definición concreta sobre hacia dónde se quiere ir. Se necesita un plan estratégico que nunca se termina de hacer y esa es una de las razones por la cual las provincias no pueden trabajar de manera integrada, donde dependen más de la voluntad de las personas y no de un plan general a nivel país”.
Sobre las bases que debería tener el consenso generalizado que se está reclamando desde el sector privado, Sarquís señaló: “Es fundamental el consenso, donde no importa el partido político que le toque gobernar y deberíamos estar ahora de pensar en un país en grande, que lo formamos todos los habitantes, con diálogo, respeto más allá de las diferencias. Hay que tener una perspectiva distinta. La agroindustria y todas sus Bios que pueden llegar a acompañar pueden aportar muchísimo para esto, ayudando con la generación de empleo, arraigo, agregado de valor, entre otros aportes”.
Al momento del cierre del evento, Giraudo planteó como desafío poner el foco en todas la potencias que tiene la Argentina, para de esa manera lograr su despliegue y fortalecer su relación con el mundo y la demanda global.
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