La plaza overnite, la que mantiene las posiciones abiertas después del cierre de los mercados bursátiles, cambiarios y de materias primas y funciona como un mercado para prever lo que sucederá el lunes, traía buenas noticias en la medianoche argentina. La principal es que los bonos del Tesoro de EEUU a 10 años estaban subiendo de precio y, por lo tanto, su tasa de retorno, que había alcanzado 1,64% el viernes y provocó la caída de acciones y monedas latinoamericanas, estaba en retroceso y bajaba a 1,61%.
Esa tasa es la que cambió todas las reglas del juego en el último tiempo y provocó una fuga de capitales de la región que se sintió con intensidad, además de en la Argentina, en Brasil, donde el Banco Central debió intervenir para evitar la devaluación del real y tener que subir las tasas de interés.
La semana pasada, el real padeció una devaluación de 2,15%, la mayor desde noviembre del año pasado y superior -en una semana- a lo que el Gobierno argentino tiene planeado para todo marzo. Por caso, el dólar mayorista terminó la semana con una suba de 51 centavos a $ 90,86 contra 57 centavos de la anterior. Pero hay detalles que hacen ver que las realidades son diferentes: Brasil está preocupado porque su inflación sea de más de 4% este año y la Argentina, porque no supere 30%.
Aspiradora
También bajaron los bonos y las bolsas de Latinoamérica porque la tasa de bonos norteamericanos por encima de 1,60% transforma a EEUU en una aspiradora de dólares de los mercados emergentes.
Las Bolsas de Nueva York, a la medianoche, acompañaban este movimiento de suba de precios de los bonos con alzas de hasta 0,55% como era el caso del Nasdaq de las acciones tecnológicas. La suba del Dow Jones y del S&P 500 no superaba 0,40%.
El anclaje sigue adelante y lo ayudó una semana que terminó sin sobresaltos porque los bonos de la deuda después de una fuerte caída, entre jueves y viernes recuperaron una parte de lo que perdieron y el riesgo país bajó 47 unidades a 1.603 puntos básicos después de haber alcanzado un máximo de 1.650.
Los dólares alternativos, tanto en el mercado donde interviene el Banco Central, como el de los operadores, donde no hay límites, finalizaron la rueda en equilibrio, pero siguió la sangría de bonos. Como se sabe, el Central compra en dólares el bono AL30C y lo revende en pesos para contener al dólar Bolsa o MEP y al contado con liquidación.
Estas intervenciones son las que le impiden que las fuertes compras diarias de dólares que hace a favor de la mayor liquidación de los exportadores, no puedan elevar considerablemente las reservas.
Bonos sí, importaciones no
El viernes en la plaza mayorista donde se operaron USD 261 millones, el Central compró USD 105 millones, pero las reservas crecieron tan solo 17 millones a USD 39.823 millones. Cabe acotar, que estas compras elevadas las consigue sacrificando la demanda de los importadores a quienes les entrega los dólares en cantidades mínimas.
La evolución de los mercados del exterior ayudó a las acciones argentinas. La Bolsa de buenos Aires terminó con un alza semanal de 3.87% por el impulso de las acciones de los bancos y las petroleras.
El viernes en la plaza mayorista donde se operaron USD 261 millones, el Central compró USD 105 millones, pero las reservas crecieron tan solo 17 millones
En el mercado overnite, el petróleo estaba operando 1% arriba, tanto en el Brent, que es referente de Europa, como en el WTI que es el indicador de Estados Unidos que utiliza la Argentina. Pero esta buena noticia para el país, por la situación de Vaca Muerta y de YPF, se convierte en un problema porque el combustible es uno de los elementos que impulsa el alza de precios y que el gobierno pretende mantenerlo regulado y con aumentos por debajo de la inflación.
Cuando faltan 15 días para presentar las declaraciones y pagar la primera cuota del llamado impuesto a la riqueza, el dólar está en una posición que puede ser controlado, pero a un costo muy alto en términos de reservas. El problema del Gobierno es que dos días de buen desempeño de los bonos, no le garantiza que podrá mantener controlado al dólar y, menos a la inflación.
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