La semana financiera dejó movimientos muy marcados, con amplia volatilidad pero un saldo positivo entre puntas. El empuje vino desde Wall Street, donde el Dow Jones de Industriales creció 4%, para tocar un récord histórico en los 32.700 puntos, mientras que el Nasdaq alcanzó a una ganancia de 3 por ciento.
Para las acciones argentinas el balance semanal dejó un alza promedio de 3,1% en dólares, según la evolución del S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires medido en “contado con liquidación”.
Y hasta el peso argentino lució mejor si se toma en cuenta el declive de la cotización del dólar libre, ofrecido a $142 (con un mínimo de $140 el jueves), un zona de mínimos desde septiembre que tumbó la brecha cambiaria hasta el 56% por primera vez desde abril del 2020.
Pero los bonos en dólares de la Argentina volvieron a ser la excepción: siguieron ofrecidos a la baja, para acumular una pérdida de 32% desde su salida al mercado seis meses atrás.
Los bonos emitidos en el marco de la reestructuración soberana del año pasado terminaron con una caída promedio de 1% en la semana, aunque el jueves y viernes recuperaron parte del terreno perdido después de una pronunciada racha bajista de 10 ruedas en el comienzo de marzo, que los llevó a valores mínimos de los últimos seis meses, desde que salieron a cotizar.
Algunas emisiones Globales con ley extranjera aún exhiben tasas de retorno de hasta 20% anual en dólares, una rentabilidad extraordinaria en la comparación internacional, con la curva de rendimientos negativa: esto es con una tasa de retorno más elevada para los bonos de menor plazo, que revela el escepticismo inversor sobre su repago.
En este sentido, el riesgo país medido por la banca JP Morgan terminó en los 1.603 puntos, después de haber anotado un máximo intradiario de 1.680 puntos el miércoles 10.
Para los expertos de Torino Economics, “el mayor obstáculo lo constituye el tiempo, dado que el Gobierno tendría solo hasta el vencimiento de la deuda con el Club Paris - el 30 mayo- para lograr convencer al FMI y al Club de Paris de dar un plazo de prórroga, bajo un compromiso de conversaciones permanentes con el Fondo, de forma de no entrar en el mes de julio en una calificación de ‘default’, lo cual generaría un nuevo incremento en el índice de riesgo país, de tal forma que, ante la volatilidad de los mercados, y la incertidumbre local, los bonos argentinos continuarían su descenso y cerrarían, aún más, cualquier posibilidad de nuevas emisiones en los mercados internacionales”.
Los bonos en dólares lanzados por el canje con acreedores privados por más de USD 100.000 millones tocaron mínimos en seis meses
“Tuvimos algunas semanas difíciles, que muchos ligaban a lo que ocurría en los mercados emergentes, ya que la tasa de los bonos de EEUU venía subiendo y eso golpeó fuerte este riesgo. Pero con el correr de los días, nos dimos cuenta que Argentina es una película aparte y que si bien lo que sucedía afuera nos podía afectar, nuestra apatía o tendencia complicada no era precisamente heredado. En concreto, era propio y se refleja claramente cuando en las últimas ruedas la corrección de los mercados externos se frenó y Argentina siguió cayendo -con los bonos rompiendo mínimos todos los días-”, comentó Nicolás Chiesa, director de Portfolio Personal Inversiones.
“La cautela sigue primando entre los inversores, ya que no detectan aún drivers que puedan revertir las deprimidas valuaciones, dentro de un clima de incertidumbre política y económica acentuado por ser un año electoral. Así es que bajo dichas restricciones, la expectativa radica especialmente en lograr refinanciar los compromisos financieros con organismos, ante la postergación de un acuerdo con el FMI, aunque sea parcialmente a través de la ingeniería financiera de los DEG (Derechos Especiales de Giro) a ser recibidos”, aportó el economista Gustavo Ber.
“Los bonistas que ingresaron en el canje de deuda bajo legislación extranjera se ven preocupados por la cotización de sus títulos que se encuentran en niveles de default -aunque no lo estén-, y por la demora de un acuerdo con el FMI”, comentaron desde Research for Traders.
El BCRA compra divisas
Las intensas liquidaciones de exportaciones del agro, cuando está cerca el período de mayores ingresos estacionales por este concepto, alimenta al mercado de cambios formal y permiten al BCRA acaparar las compras de contado, en un mercado con demanda privada restringida por el estricto control de cambios.
La autoridad monetaria acumula un saldo neto positivo de USD 960 millones en lo que va de marzo. Y acaparó en tres meses y medio cerca de USD 2.400 millones, si se tienen en cuenta los saldos positivos de diciembre (USD 608 millones), enero (USD 157 millones) y febrero (USD 633 millones según estimaciones preliminares).
Las acciones argentinas -medidas en dólares- están saliendo de un piso desde el 30 de octubre pasado
El lunes, la tonelada de soja en el mercado de Chicago estuvo negociada en los USD 530 para los contratos con entrega en mayo, pico de la cosecha en Sudamérica, en un máximo de precios desde junio de 2014.
Aunque luego recortó posiciones, a USD 516, conserva una ganancia interanual del 65 por ciento. La mejora de precios de los productos exportables del agro -granos y derivados industriales como aceites y harinas- augura ingresos extra en un rango de 8.000 a 10.000 millones de dólares este año.
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