El Banco Mundial sugirió que el Gobierno promueva el empleo, la infraestructura y la estabilidad económica

El representante del organismo ante el país, Jordan Schwartz, sostuvo en diálogo con Infobae que seguirán apoyando los programas en contra de la pobreza; la cartera local del banco llega a USD 7.000 millones

Jordan Schwartz, representante del Banco Mundial en Argentina

El representante del Banco Mundial en la Argentina, Jordan Schwartz, sostuvo que el Gobierno debe mantener el equilibrio entre las políticas que aseguren el crecimiento durante esta fase de la pandemia y el cuidado del gasto público, tras registrar en 2020 un déficit primario del 6,5% del PBI.

En una entrevista con Infobae, Schwartz afirmó que la Argentina tiene que promover medidas para aumentar el empleo registrado, la infraestructura y evitar la volatilidad macroeconómica que la distinguió en los últimos años. La cartera actual del banco en el país es de USD 7.000 millones, dividida básicamente en proyectos sociales, de salud e infraestructura.

Schwartz tiene 55 años, está casado y tiene una hija que se llama Lía, con quien disfruta hablando sobre temas ambientales y derechos de las mujeres. Además, le gusta componer música. Desde hace más de 20 años que trabaja en el Banco Mundial, especializándose en temas de infraestructura, conectividad, logística y sustentabilidad, así como también en finanzas y regulación. Antes de su designación en la Argentina, fue Director Global de Infraestructura, Finanzas, PPPs y Garantías del Banco Mundial. Entre 2014 y 2017, vivió en Singapur, donde fue Director del Centro Regional de Infraestructura y Desarrollo Urbano del Banco Mundial. También estuvo a cargo del Fondo Global de Financiamiento de Infraestructura, y fue economista principal en el Departamento de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial en América Latina y el Caribe.

Antes de ingresar al banco que preside actualmente David Malpass -quien esta semana aconsejó que la Argentina firme este año un acuerdo con el FMI- Schwartz trabajo en Booz Allen y Deloitte. Es autor de numerosos artículos sobre desarrollo económico y finanzas, fue co-autor del libro “Descubriendo los motores del Rendimiento en Empresas Publicas: El Rol del Sector Privado, la Regulación y la Gobernanza”.

- ¿Cuáles son los principales ejes y desafíos de la estrategia actual del Banco Mundial en la Argentina?

- Todas las actividades del Banco se centran en acompañar programas que puedan ayudar a reducir la pobreza o a generar oportunidades para el crecimiento, el empleo y el desarrollo sostenible del país. Hoy nos enfocamos en tres áreas principales: acompañar inversiones para expandir la provisión de servicios básicos, como agua, saneamiento y vivienda, y mejorar el acceso a estos servicios para las comunidades más pobres; apoyar a los hogares vulnerables a través de programas de protección social como la AUH o programas de salud; e invertir en programas que contribuyan a una recuperación económica sostenible, como aquellos que generan empleo, mejoran la conectividad o la movilidad, de personas y bienes, en un país tan extenso como la Argentina. Esto significa acompañar al gobierno con inversiones de largo plazo, y trabajar junto a ellos y otros socios para desarrollar estudios y trabajos analíticos que permitan mejorar el diseño y la ejecución de políticas públicas.

- En particular, ¿Qué sectores pretenden fortalecer en colaboración con el gobierno argentino?

- Trabajamos junto a la Secretaría de Asuntos Estratégicos, Jefatura de Gabinete, los ministerios sectoriales y las provincias para dar asistencia financiera o técnica a iniciativas que están bien diseñadas y destinadas a quienes más lo necesitan. Buscamos que el impacto del proyecto traiga beneficios económicos y sociales de largo alcance. Dado que nuestro financiamiento se repaga hasta 35 años, es importante invertir en sectores y políticas que produzcan beneficios de largo plazo. Dada la importancia de reactivar la economía y de ofrecer transporte seguro y eficiente para que podamos volver a trabajar, un foco importante para este año es invertir en el transporte urbano metropolitano, especialmente el ferrocarril.

Dado que nuestro financiamiento se repaga hasta 35 años, es importante invertir en sectores y políticas que produzcan beneficios de largo plazo

Además, estamos invirtiendo fuertemente en agua y saneamiento, particularmente los sistemas urbanos y peri-urbanos de AMBA, incluyendo el proyecto de saneamiento del Matanza-Riachuelo. También, apoyamos al sector de protección social para seguir financiando la AUH y otros programas que están bien focalizados. Creemos que es importante proteger a los más pobres de los impactos de shocks económicos y hemos trabajado junto a ANSES por más de 20 años en el diseño de los programas sociales argentinos.

Tenemos varios proyectos en carpeta, y me gustaría, además, poder contribuir a que el mercado de energía logre estabilidad financiera, que el sector agropecuario ante los cambios climáticos pueda ser resiliente, y que el turismo rural y el manejo forestal sean sostenible. Finalmente, nos gustaría seguir apoyando al país en avanzar hacia una cobertura universal de salud, como lo venimos haciendo con el apoyo a programas como el Plan Sumar. Igualmente, para alcanzar una cobertura universal de salud, nos gustaría contribuir a reforzar sistemas de información y salud digital, incluyendo la infraestructura de conectividad, plataformas digitales, interoperabilidad de sistemas existentes, y el desarrollo o expansión de telemedicina.

- ¿Cuál es la cartera del BM hoy en el país, en qué sectores está focalizada y cuáles son los préstamos para los próximos años?

- Tenemos una trayectoria larga, con una presencia extensa en el país. Hemos construido, junto con nuestras contrapartes en el gobierno, una cartera de USD 7.000 millones entre préstamos y garantías. Estamos con planes concretos para aumentar la cartera sustancialmente en el 2021. Este año, nos estaremos centrando en infraestructura y servicios básicos, programas de protección de los más humildes, y en reconstruir mejor, luego de la pandemia. Los préstamos de USD 420 millones aprobados por nuestro directorio a fin de febrero están destinados a estas áreas, y queremos financiar mucho más en términos de plantas de tratamiento de desechos cloacales, dar conectividad a comunidades que no cuentan con cobertura de internet y en vivienda social. En cuanto a la protección de los vulnerables hemos contribuido a financiar, expandir y mejorar el programa SUMAR de cobertura universal de salud, así como el Plan1.000 Días y la AUH. En términos de reconstruir mejor el país, nos enfocaremos en aumentar las frecuencias, la seguridad y calidad del transporte, así como su electrificación, empezando con la línea Mitre del tren.

Por otro lado, con el Ministerio de Desarrollo Productivo, la Agencia de Innovación y Jefatura estamos trabajando en áreas importantes para la gestión económica, como promover el gobierno digital, políticas de innovación y acceso a financiamiento para pymes. También, financiaremos en las provincias del Norte, con potencial de desarrollo del turismo, programas que apoyen un mejor manejo de los bosques nativos.

- ¿Cuál es su diagnóstico sobre la situación de la economía argentina?

- Para 2021 proyectamos un crecimiento de la economía de más de 6%, luego de 3 años de caída. El aumento del precio de las materias primas y una sequía que fue menos fuerte de lo esperado, potencian esta recuperación de la crisis fuerte del año pasado. Hay un escenario optimista, si bien también hay ciertos riesgos relacionados con la evolución de la pandemia y la volatilidad en los agregados macroeconómicos. En Argentina, como en otros países, la salida de la pandemia trae consigo el desafío de encontrar un balance entre -por un lado- seguir apoyando a los más afectados de la crisis y estimular la recuperación de la actividad, y -por el otro lado- la necesidad de ajustar el gasto público al espacio fiscal que cada país tiene. El Banco está apoyando a las autoridades en la definición de políticas y programas para enfrentar este desafío.

Además, aparte de factores externos y de la estabilización macroeconómica, el ritmo de la recuperación se podría beneficiar del alto nivel de capacidades de producción ociosas. Ya estamos observando un repunte en la construcción, en la industria, y en algunas áreas del comercio.

La salida de la pandemia trae consigo el desafío de encontrar un balance entre seguir apoyando a los más afectados de la crisis y estimular la recuperación de la actividad, y la necesidad de ajustar el gasto público

- En particular, ¿Qué cuestiones le preocupan y cuáles son las fortalezas que observa?

- El determinante principal para retomar la senda de un crecimiento sostenido es poder reducir la incertidumbre en las perspectivas económicas. Políticas claras y bien consensuadas son claves en este aspecto, e iniciativas como la creación del Consejo Económico y Social son por ello muy importantes. Por otro lado, llegar rápidamente a un control de la pandemia, a través de la campaña de vacunación también es fundamental, no solo del punto de vista epidemiológico sino también económico.

Entre las oportunidades, la coyuntura internacional ayuda. La evolución de los precios de las materias primas ha dado “aire” a la situación macroeconómica y las autoridades han podido aprovecharlo para empezar a corregir los principales desequilibrios, lo que se manifiesta en la baja de brechas en los tipos de cambio, así como en una cierta estabilización de reservas. Un gran desafío sigue siendo la situación fiscal, dada la necesidad de seguir asistiendo a los que han sufrido más los efectos de la crisis, la importancia de estabilizar el gasto en capital para enfrentar las grandes brechas de infraestructura, y todo esto con el imperativo de achicar los déficits. Coincido con los líderes económicos del gobierno que fomentar el crecimiento es un importante elemento de esta estabilización fiscal.

El determinante principal para retomar la senda de un crecimiento sostenido es poder reducir la incertidumbre en las perspectivas económicas

- ¿Cómo debe lidiar el país en esta situación de transición entre la parte más dura de la pandemia y el inicio de la recuperación económica y de la vacunación?

- Encontrar un equilibrio entre cuidar a la gente y cuidar a la economía es el desafío existencial de casi todos los gobiernos alrededor del mundo en estos días. Sería ingenuo decir que hay una serie de políticas relacionadas a la salida de la pandemia que solucionarían ambas cosas. América Latina fue la región que más sufrió el impacto de la COVID tanto en lo sanitario como en lo económico. El inicio del proceso de vacunación es clave así como que la sociedad se siga cuidando y manteniendo la distancia social. La salida de la pandemia nos da la oportunidad de repensar un modelo de desarrollo y crecimiento. El lanzamiento del Consejo Económico y Social es una buena noticia, y un ámbito donde Argentina puede pensar un modelo de crecimiento que sea inclusivo, que contemple el cuidado del medio ambiente y que genere inversión privada de largo plazo.

Schwartz afirma que el apoyo del BM seguirá más allá de lo que pase con el FMI

- En términos estructurales, hace casi dos décadas que el país tiene un nivel de pobreza superior al 30%. ¿Cuáles son las mejores herramientas para rever esta situación y cuál puede ser el rol del BM en este sentido?

- La crisis ha demostrado que más allá de la cobertura extendida que tienen los programas sociales en Argentina y lo bien focalizados que están, o sea que llegan a quienes deben llegar, hay en momentos de crisis, en los cuales los no se llega a todos los que se debería llegar. Es por ello, que debemos seguir perfeccionando los programas sociales. Sin embargo, una vez que llega la recuperación, se puede trabajar sobre los altos niveles de pobreza y sobre políticas que promuevan la inclusión. Promover la creación de empleos formales para quienes viven hoy en los márgenes de la economía formal es importante. Esto requiere que el sector productivo pueda expandirse y contratar nuevos empleados. También requiere elegir muy cuidadosamente como invertir los recursos públicos.

Dado que los paquetes de estímulo tienen una duración limitada, ver donde se genera más empleo ayuda a los trabajadores de ingresos bajos. En un país donde 1 de 4 trabajadores de bajos ingresos trabaja en la construcción, hay una línea directa entre inversión, empleo e ingreso. Dado que el espacio fiscal es limitado, promover inversiones del sector privado en todos los niveles y tanto de empresas domésticas como internacionales, será crucial en los próximos años.

Promover la creación de empleos formales para quienes viven hoy en los márgenes de la economía formal es importante. Esto requiere que el sector productivo pueda expandirse y contratar nuevos empleados

Finalmente, hay herramientas sectoriales que se pueden usar, como la expansión de los servicios digitales, incluyendo la banca y plataformas de pago online.

- En 2002 el BM fue clave para el apoyo al programa Jefes y Jefas de Hogar que luego se transformó en AUH. ¿Han cambiado los programas de transferencia en la región, se han modernizado?

- El programa Jefes y Jefas sentó las bases para el desarrollo de la AUH; pero no fue una transformación directa puesto que Jefes fue temporal y de crisis, asociado fuertemente a la participación en proyectos comunitarios, y la AUH es una política de largo plazo centrada en la protección y desarrollo de capital humano. El primer programa sentó las bases a través de sistemas de información necesaria para identificar a muchas de las familias beneficiarias, ya que fue uno de los primeros programas masivos que recolecto información sobre trabajadores informales y desocupados, incluyendo niños y niñas. La AUH conserva algunas de sus virtudes y mejora muchos otros aspectos: Por ejemplo, AUH tiene como beneficiario al niño y verifica la situación laboral de ambos padres. El beneficio es variable por hogar según cantidad de niños. Jefes y Jefas pagaba un beneficio plano por hogar. Además, AUH no tiene proceso de inscripción. ANSES utiliza registros administrativos, entonces la elegibilidad es automática mes a mes. Esto le permite funcionar como un estabilizador automático de ingresos, especialmente de los trabajadores formales.

Los programas de transferencias en general se han ido sofisticando e incorporando otros componentes a la transferencia pura y a las condiciones iniciales de educación y salud. Primero buscando fortalecer los impactos en estas áreas, y empujaron a las áreas a ser más activas en el servicio con estas poblaciones y a poner en juego alternativas para garantizar acceso a la educación y la salud. Por otro lado, también comenzaron a incluir otras temáticas, y a pensar en términos de “estrategias de salida” como talleres de nutrición para las familias, apoyo para generar pequeños negocios y en los últimos tiempos se abordan temas de violencia doméstica. En términos de implementación fueron mejorando sus sistemas de información y monitoreo estratégico de la población beneficiaria. Aprendimos mucho sobre como evolucionaron estos programas, pudimos aplicar las lecciones a otros países de la región y de otras partes del mundo.

El banco sigue apoyando los principales programas de lucha contra la pobreza del país (Reuters)

- Una de sus principales especialidades es la infraestructura. ¿Cuál es su diagnóstico sobre la situación local en esta materia, qué herramientas debe fortalecer y cuál es el rol del BM en este plano?

- Comparativamente, la Argentina ha tenido un nivel de inversión en infraestructura sumamente bajo en los últimos años, tanto en el sector privado como en el público. Alrededor del 1 por ciento del PBI, casi nada. En el Presupuesto para 2021, notamos un compromiso de aumentar la inversión pública como parte de un empujón para volver a crecer, mejorar servicios y vivienda para comunidades pobres y generar empleo por obras públicas. Me parece un impulso lógico y apropiado. Al mismo tiempo, es necesario que las inversiones vengan con un plan de operación eficiente, mantenimiento de largo plazo, de sostenibilidad financiera para que estos activos no se conviertan en pasivos después de su construcción.

Financiar la infraestructura es solamente uno de los desafíos... pagar para los servicios que vienen de la infraestructura -agua, saneamiento, transporte, vivienda, energía, lo que sea- es mucho más complejo. Requiere demanda para los servicios de los usuarios y una estructura de tarifas, peajes, cargas, o trasferencias que sea justa y adecuada. La falta de inversión privada para complementar las inversiones públicas es un tema perenne en Argentina y hay espacio para fortalecer y clarificar las reglas de juego para inversionistas. En infraestructura, todavía más que en los bienes comercializables, el riesgo soberano es la variable más importante en determinar los volúmenes de financiamiento privado. La infraestructura no cae del cielo. Hay que pagarla, y son el usuario o la persona que paga impuestos quienes pagan el servicio. Al nivel de los proyectos individuales que estamos financiando, estamos muy involucrados en apalancar la institucionalidad, la capacidad financiera y técnica del proveedor del servicio.

Al nivel del Gobierno, ofrecemos herramientas que ayudan en la priorización de inversiones según criterios sociales, ambientales, financieros y económicos. Podemos estimar los impactos de cualquier programa de inversiones en el empleo directo, indirecto e inducido, explorar opciones para mejorar la capacidad institucional para la gestión de inversiones públicas, y ofrecer consejos al nivel sectorial en las inversiones necesarias para lograr a los objetivos de acceso, calidad e impacto ambiental y climático.

La infraestructura no cae del cielo. Hay que pagarla, y son el usuario o la persona que paga impuestos quienes pagan el servicio

- La vacunación, salvo excepciones, marcha lenta en la mayoría de los países, pero en particular en las naciones en desarrollo. ¿Por qué ocurre y cómo podría acelerarse? ¿Hay desigualdad en este terreno?

- La escasez de dosis, especialmente de vacunas provenientes de laboratorios de Europa y Norte América, es quizás la principal causa de la lentitud del proceso de vacunación. Pero no es solamente la limitada cantidad de vacunas lo que crea desafíos a nivel global, sino también la complejidad del proceso de distribución y vacunación, el cual no tiene precedente. En cada país esto requerirá un proceso de coordinación nacional y subnacional; mecanismos de control de calidad; sistemas de información que permitan identificar a los beneficiarios, darle seguimiento a aquellos que necesiten una dosis adicional, o que ya estén vacunados; reforzamiento de la cadena de frío y almacenamiento a nivel nacional y subregional para las dosis y otro material necesario en él; capacitación del personal que llevará a cabo la vacunación; campañas de comunicación a la comunidad debido a la escasez mundial, la mayoría de los países tendrán que utilizar diferentes vacunas, y adaptar el proceso a cada tipo y a cada grupo de población prioritaria, como ya vemos en Argentina.

La lentitud global para las campañas de vacunación

- El país está buscando un nuevo acuerdo con el FMI para reprogramar la deuda que contrajo en 2018. ¿La dinámica de la relación entre el BM y el país está atada a esta negociación? ¿Influirá en algún sentido que se firme o no este programa con el Fondo?

- La relación del Banco con Argentina se basa en un programa de trabajo propio. Por ello no estamos directamente involucrados en la negociación entre las autoridades y el FMI. Eso dicho, estamos listo para asistir al gobierno en la formulación de reformas micro, macro y sectoriales y en la evaluación del impacto de estas reformas en términos de equidad, pobreza o sustentabilidad. Tenemos una larga trayectoria en diseñar programas sociales que reduzcan pobreza y en medir el impacto de ellos. También tenemos mucha experiencia en reformas financieras y técnicas en sectores claves como el energético. Muchas veces, el impacto y utilidad de instituciones como la nuestra vienen no solamente de los volúmenes de financiamiento barato, contra-cíclico y de largo plazo, sino del apoyo a través de asistencia técnica y asesoramiento basado en evidencia y experiencias de otros países. Esta combinación de características es la definición de nuestro papel en el desarrollo económico.

Fotos: Adrián Escandar

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