Según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional, la Argentina fue el país más afectado por la pandemia en términos de pérdida de puestos de trabajo. Así lo publicó el organismo en un informe firmado por la propia directora gerente Kristalina Georgieva y en el que analiza las consecuencias de la crisis sanitaria a nivel global.
Entre los países del G20, que son lo que suele medir el FMI a la hora de realizar sus informes de perspectivas económicas mundiales, la Argentina marcó el nivel más pronunciado de destrucción de empleo durante 2020, en un porcentaje que el staff técnico del Fondo ubicó por encima del 9%, el más alto entre los países incluidos.
El dato se enmarca en una de las mediciones que hizo el organismo multilateral para reflejar el efecto de los paquetes de estímulos fiscales llevados a cabo por las principales economías del mundo (incluyendo países emergentes) para afrontar el impacto de la pandemia en la actividad. En ese sentido, marcó que la Argentina destinó cerca de un 6% de su PBI en este tipo de medidas, una proporción similar a la de China y superior a la India, Rusia y México y por debajo de Sudáfrica, Turquía o Brasil entre los emergentes.
En ese contexto, el impacto que tuvo la crisis sanitaria en el mercado laboral fue para Argentina el más marcado de todos los casos medidos por el FMI. La pérdida de empleo se ubicó cerca del 9% del total. Por debajo del 8% quedaron México, Sudáfrica y Brasil. Entre las economías desarrolladas, Estados Unidos y Canadá sufrieron una destrucción de puestos de trabajo que rondó el 6%.
“El año pasado, las economías avanzadas desplegaron en promedio un 24% de su PIB en medidas fiscales, frente a tan solo 6% en los mercados emergentes y menos de 2% en los países de bajo ingreso. Las comparaciones entre países también muestran que medidas de apoyo más sustanciales se asociaron en muchos casos con una menor pérdida de empleo”, explicó Georgieva en el informe, publicado en un blog del Fondo Monetario.
El eje del reporte versa sobre la posibilidad de una “Gran Divergencia”, de forma tal que algunas economías puedan recuperarse rápidamente del coronavirus por un acceso temprano a vacunación, mientras otras regiones cuenten con menos posibilidades y tengan perspectivas de recomponerse de forma más lenta.
La pérdida de empleo en Argentina se ubicó cerca del 9% del total, según el FMI. Por debajo del 8% quedaron México, Sudáfrica y Brasil. Entre las economías desarrolladas, Estados Unidos y Canadá sufrieron una destrucción de puestos de trabajo que rondó el 6%.
“La mayor parte del mundo se enfrenta a una lenta distribución de las vacunas mientras se propagan nuevas mutaciones del virus, y las perspectivas de recuperación presentan peligrosas divergencias entre países y regiones. No cabe duda de que la economía mundial se halla ante una encrucijada. La pregunta es: ¿tomarán las autoridades medidas para evitar esta Gran Divergencia?”, se preguntó la directora gerente.
Además, el informe midió que la recuperación del ingreso per cápita en todo el mundo a un nivel pre pandemia podría tardar mucho tiempo. “Estimamos que, para el final de 2022, el ingreso per cápita acumulado será un 13% inferior a las proyecciones previas a la crisis en las economías avanzadas, frente a 18% en los países de bajo ingreso y 22% en las economías emergentes y en desarrollo, excluida China. Este impacto previsto en el ingreso per cápita incrementará en varios millones el número de personas en situación de pobreza extrema en el mundo en desarrollo”, consideró el FMI.
De acuerdo a datos del Ministerio de Trabajo, la cantidad de puestos de trabajo registrados en todo el país alcanzó en diciembre pasado a 11.941.000 personas, lo que representó una caída de 0,2% en términos desestacionalizados en relación con el mes anterior (21 mil puestos menos) y una baja de 1,8% (222,4 mil trabajadores) frente a igual mes de 2019.
Esa pérdida de 222 mil puestos de empleo registrados se dio incluso en el contexto de doble indemnización, una medida tomada por el Gobierno nacional antes del inicio de la pandemia, la prohibición de despidos que comenzó a regir en los primeros días de aislamiento social y el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) con el cual el Estado asistió a las empresas a pagar salarios durante 2020.
En la comparación interanual, el total de personas asalariadas se contrajo 2,1% (-202,1 mil trabajadores), con retrocesos de 3,4% en el sector privado (-202,1 mil) y 3,9% en el trabajo en casas particulares (-19,2 mil), mientras que el sector público presentó una suba de 0,6% (+19,3 mil trabajadores), según el balance 2020 que publicó la cartera laboral.
Asimismo, el trabajo independiente en conjunto presentó una caída de 0,9% frente a diciembre de 2019 (-20,4 mil) por sector autónomos, que durante el último año redujo su cantidad 7,5% (-30,3 mil aportantes).
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