La pandemia no evitó que Pinamar esté por cerrar un verano movido, distinto a otros, pero con dinamismo. En los últimos meses, fue seleccionada por mucha gente como destino para mudarse en forma permanente. Mariano G., de 49 años, un especialista del mundo de la comunicación institucional, se radicó con su familia hace algunas semanas en este lugar donde trabajará remotamente y combinará algunos días en viaje a Buenos Aires.
“Pinamar tiene muchas razones por las que es elegida para residencia, tiene un acceso ágil, mucho verde y el mar, factores muy valorados por la gente luego del confinamiento. Desde la llegada del Covid-19, adelantamos el plan para terminar de construir la casa y mudarnos. Esta zona plantea un estilo de vida que supera lo estrictamente vacacional. Una vez que uno está acá, puede disfrutar de los mejores amenities y sin gastar dinero: caminar por el bosque, salir a correr a la playa o pescar”, comentó a Infobae.
Es muy común ver gente en la playa entre las 7 y las 9 de la mañana haciendo ejercicios físicos antes de iniciar la rutina laboral. “Esto lo permite un lugar así, nuestra casa está a sólo 3 minutos del mar. O cortar tipo 15 horas para ir al mar, y retornar a las 18, para seguir trabajando. Además, con mis hijos, vamos a pescar, ellos pueden andar en bicicleta, o ir al colegio solos, como ocurría antes en Buenos Aires. Vivir en un ámbito más tranquilo y trabajar desde casa, nos alentó con mi esposa para apurar la decisión de culminar la construcción”, añadió este hombre que junto a su esposa docente decidieron dejar su propiedad en Palermo, y mudarse con sus hijos en edad escolar, a los que inscribieron en el colegio Tierra del Sur.
No son los únicos, claro. Se estima desde el inicio de la pandemia, que más de 1.200 familias se mudaron allí, y a lo largo de 2020 se presentaron pedidos de permisos para construir por más de 50.000 metros cuadrados. Los propietarios levantan su hogar para instalarse definitivamente, o intercalar viajes de trabajo, en la semana, entre la Capital y la Costa.
Hasta la empresa local que se ocupa de dar servicio de Internet tuvo que ampliar la red de fibra óptica para poder satisfacer la demanda y permitir que los habitantes de siempre y los nuevos vecinos puedan tener buen acceso al servicio para trabajar vía remota.
Perfil de los inversores
Gerardo Gioiello, socio Gerente de GYG Brokers, señaló a Infobae, que “si bien aún no llegó el fin de la temporada, el resultado hasta ahora es bueno. Creo que en pandemia fue mayor la calidad de las operaciones que la cantidad, y durante el verano esta tendencia se mantuvo, aunque aumentaron las consultas con respecto a otros años”.
En 20/21 se registró un aumento de la actividad inmobiliaria, con muchas transacciones de venta de lotes (Kacef)
Voces expertas, precisaron que también se notó mucho interés de pequeños inversores que quieren empezar a posicionarse allí, a manera de ahorro o con la idea de tener una segunda vivienda cercana a la playa. Los lugares más solicitados son los desarrollos en curso en la zona de Pinamar Norte, cómo también creció Mar de las Pampas y Cariló, apuntando a un público de alto poder adquisitivo.
Fernando Marzullo, de Constructora del Mar, aseguró que “se trató de una temporada atípica. En términos de demanda, recibimos muchas consultas y se efectivizó el alquiler de casas, principalmente de más de 200 m2 (3 dormitorios y dependencias), preferentemente con pileta”.
En la zona, a partir de julio aumentó los precios se recuperaron y están en sus máximos históricos, a diferencia de lo ocurrido en otras plazas, como la de Buenos Aires, incluso. Hoy es posible conseguir lotes unifamiliares entre 50.000 y 100.000 dólares en muy buenas zonas.
Departamentos en la Avenida Bunge, de dos y tres ambientes, a estrenar, se consiguen a partir de los 120.000 dólares. Y el valor de una vivienda, nueva, o una que está próxima a concluirse, se cotiza entre 1900 y 2400 dólares por m2.
Jorge Kacef, gerente de Pinamar SA, dijo que “llegando casi al fin de la temporada de verano, podemos decir que en 20/21 se registró un aumento de la actividad inmobiliaria, con muchas transacciones de venta de lotes. También aumentó la cantidad de construcciones y el interés por la venta de desarrollos en pozo. Factores como el valor de los terrenos o el costo de construcción parecen haber generado algunas oportunidades para quienes eligieron invertir aquí”.
En pandemia fue mayor la calidad de las operaciones que la cantidad, y durante el verano esta tendencia se mantuvo, aunque aumentaron las consultas con respecto a otros años (Gioiello)
Los expertos coincidieron en que las unidades de 2 y 3 ambientes fueron las más buscadas. Al igual en la zona céntrica para aquellos que tienen hijos adolescentes y buscan de que puedan moverse solos y tener todo al alcance.
“Dentro de las búsquedas, sobresalen los lotes unifamiliares. Esta oportunidad también se traslada a los terrenos multifamiliares y comerciales, para construir edificios y galerías comerciales tanto en el centro, en la zona conocida como Náyades que se está consolidando”, señaló Kacef.
A la par que se edifican unidades a través de la construcción tradicional, nuevas formas edilicias han proliferado en Pinamar y toda la Costa. Paneles en madera y la perfilería de acero galvanizado como el steel frame se posicionaron bastante, siendo más elegidas por las familias o parejas jóvenes, que prefieren la culminación de su vivienda en menor tiempo.
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