La intervención del Banco Central fue sin tregua, de apertura a cierre. Invadió el mercado de dólares alternativos con venta de bonos en dólares contra pesos. La venta de bonos AL30C (en cable) fue récord y apuntó contra el contado con liquidación, en particular, que se estaba escapando por encima de $150. Logró controlarlo en la plaza oficial, pero en la que se opera el bono DG30, donde reinan los operadores, el contado con liquidación siguió alza.
El dólar MEP o Bolsa perdió 48 centavos y cerró en $ 145,39 con negocios por 33,7 millones. En el mercado libre, el MEP cotizó $ 146,68 $ 1 por encima del viernes con negocios por USD 33,7 millones.
El contado con liquidación que operó uno de los volúmenes más elevados del año, USD 83,3 millones y tuvo un derrumbe de $ 3.04 (-2,07%) a $ 144,73. En la plaza oficial se repitió el absurdo de hace unas semanas de que el dólar cable valiera menos que el dólar Bolsa, cuando tiene un costo adicional porque son dólares que tienen como destino cuentas en el exterior. Pero en la plaza de los operadores, que es la que refleja la realidad, el llamado “dólar fuga” subió 50 centavos a $ 152,70. Para desagrado del Banco Central, todos los días este tipo de cambio suma alzas.
En la plaza mayorista, el dólar aumentó 8 centavos a $ 90,66 y se vio la mayor desaceleración del tipo de cambio que rige el comercio exterior. Esta vez, el monto de negocios fue de apenas USD 194 millones y el Banco Central compró alrededor de USD 40 millones, pero tuvo que vender en la plaza cambiaria para contener a los dólares alternativos y la suba de las reservas fue de apenas 16 millones a USD 39.748 millones. Cuando alguien pregunte como comprando tantos dólares diariamente, el Central no aumenta sus reservas en la misma proporción, la respuesta la tendrá en los esfuerzos cada vez mayores para contener la suba del dólar y en el atraso de la venta de divisas a los importadores, que le está costando más de 400 pedidos de amparos en los tribunales de quienes quieren comprar en el exterior elementos esenciales para la producción.
Esta vez el escenario en el exterior le jugó a favor a la Argentina porque Brasil se tranquilizó y el real y el Bovespa, el índice de las acciones de la Bolsa de San Pablo, estuvieron casi neutros. La tasa de bonos del Tesoro de Estados Unidos, dio una buena noticia al bajar a 1,55%. Pero la debacle de los bonos en dólares con legislación extranjera, hizo que el riesgo país batiera otro récord post default y aumentara 47 unidades a 1.647 puntos básicos y va en busca del techo de los 1.700 puntos. Como no hay vencimientos a la vista, el valor de estos bonos pasa inadvertido en la economía. Pero su valor es el de un título pronto al default. Por otra parte, el dólar retrocedió 0,37% ante las seis principales monedas del mundo.
La Bolsa se contagió de la recuperación de las Bolsas de Nueva York y el S&P Merval, subió 0,40% y cerró cerca de sus máximos del día. El monto de negocios de $ 639 millones no le da sustento al alza porque implica la participación de pocos jugadores en el mercado.
Las acciones de mejor comportamiento fueron las de BYMA (+3,58%), seguido de Banco Macro (+2,81%) y Edenor (+2,78%). Las bajas más importantes fueron las de Ternium (-3,82%) afectada por la leve baja del petróleo, junto a Transportadora Gas del Norte (-2,76%) y CableVisión (-2,69%).
Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- operaron un acotado monto de $ 1.757 millones. Los ADR’s argentinos, tuvieron una excelente rueda especialmente los del sector tecnológico impulsados por la fuerte suba del Nasdaq de los Estados Unidos donde estos papeles que venían acumulando caídas, tuvieron un día de euforia. Por eso el ranking lo encabezaron Globant (+7,48%) y Mercado Libre (+6,02%).
Los plazos fijos UVA, que son la apuesta a que la inflación seguirá elevada y que los índices mensuales superarán el valor de los dólares alternativos y el “blue”, que quedó inmóvil en $ 144, moderaron su ritmo de crecimiento por tercera rueda consecutiva. El jueves pasado, subieron menos de $ 600 millones, cuando 4 días antes, los avances eran de entre $ 1.500 y 2.000 millones diarios. Los plazos fijos a tasa, están estancados. Ya no hay carry trade, es decir nadie apuesta a que las tasas le van a ganar a la devaluación.
El escenario cambió raudamente y ahora la pelea por hacerse de dólares es cara a cara con el Gobierno que ve peligrar su plan de anclar la divisa y contener los precios.
De hecho, una de las empresas grandes indicó que sus ganancias fueron por la venta de activos entre ellos oficinas y maquinarias. Adrián Mercado, uno de los principales brokers inmobiliarios dio fe de este movimiento. “Paralizado el mercado inmobiliario, el gran movimiento de febrero fue el de mi división de subastas online donde se colocaron desde grupos transformadores, camiones, mini elevadores, equipamientos de laboratorios, vehículos de empresas y hasta topadoras, grúas y montacargas”, aseguró. Por otra parte, otra fuente confirmó que estas ventas son descapitalizaciones de empresas para afrontar las pérdidas y van a afectar al impuesto a la riqueza que vence a fin de marzo porque es una tendencia que lleva más de un año.
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