Mientras el precio internacional de la soja en el mercado de Chicago se acerca a los valores máximos de los últimos 7 años, la campaña local en la antesala de la cosecha atraviesa enormes dificultades desde lo climático, por la falta de precipitaciones y las elevadas temperaturas de las últimas dos semanas.
Más allá de que a mediados de enero y principio de febrero hubo una reactivación de las precipitaciones que frenó el deterioro y se creía que con las lluvias la campaña de soja tendría una cosecha importante, la realidad indica que el escenario climático siempre estuvo en contra para la oleaginosa.
En este contexto, en su informe mensual, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) ajustó a la baja en 4 millones de toneladas su estimación de cosecha. Se trata de una caída del 9,2% en relación a la estimación del mes pasado y ahora la misma se ubica en 45 millones de toneladas. Mientras que para la campaña de maíz se mantiene la proyección en 48,5 millones de toneladas, y con muchos lotes que aguardan nuevas precipitaciones.
Con pronósticos climáticos que señalan que recién en la segunda quincena del actual mes se registrarían precipitaciones con valores cercanos a los de esta época, hasta el momento las zonas más afectadas por el clima adverso son el centro y sur de Santa Fe, Entre Ríos, una buena parte de las provincias de Buenos Aires y Chaco. Todo lo contrario sucede en sectores de Córdoba, Santiago del Estero y La Pampa, el NOA y el centro-norte de Santa Fe.
De acuerdo a los técnicos de la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario, “la extrema variabilidad del clima ha vuelto a recordar las condiciones de extrema sequedad en las que terminó la campaña gruesa 2017/18. Hay pérdidas muy graves de rendimientos y de superficie sembrada. Aún no es posible estimar el piso de producción con la que terminará está campaña de soja de extenderse la falta de agua”.
El informe, además, resaltó que las pérdidas por falta de precipitaciones alcanzan en estos momentos las 850.000 hectáreas, que especialmente son de soja de segunda, que en esta campaña ocupa casi 5,3 millones de hectáreas, es decir el 31% de las 17,2 millones de hectáreas de la oleaginosa en Argentina.
Además, los especialistas sostienen que la caída de rendimientos se profundiza en las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Entre Ríos y Santa Fe. El rendimiento nacional se estima que alcanzaría un promedio de 27,5 quintales por hectárea, 1,7 quintales menos que en la evaluación del mes anterior. El panorama contrario sucede en Córdoba, que aportaría casi 14,5 millones de toneladas y rendimientos de 32,1 quintales por hectárea.
Maíz
La cosecha de maíz a nivel nacional alcanzó hasta el momento el 4% del área sembrada, cuando un año atrás se había cosechado el 7%. Según detalló la Bolsa de Comercio de Rosario, en la zona núcleo hasta el momento los rendimientos cosechados se ubican entre 45 y 100 quintales por hectárea y se proyecta que los mismos alcancen los 79,6 quintales por hectárea y una producción total de 48,5 millones de toneladas.
“El número de producción se compone de un nivel de siembra de 7,1 millones de hectáreas y una superficie destinada a grano comercial de 6,11 millones de hectáreas”, explicaron desde la BCR, y agregaron: “Los maíces tardíos transitan etapas críticas pero en el oeste de la Región Pampeana, donde mayor participación tienen, cuentan con mejores condiciones ambientales”.
Muchos productores comentaron en las últimas semanas que el maíz temprano comenzó las etapas reproductivas en diciembre pasado algo complicado. Las precipitaciones de enero llegaron en un buen momento para potenciar el llenado de granos.
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