El riesgo país cruzó la barrera de los 1.600 puntos y volvió a niveles previos a la reestructuración de la deuda

Cada vez es más complicado para el Banco Central mantener anclado al dólar. El fallo favorable a Lula da Silva en Brasil podría impactar en la Argentina

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(AP Photo/Richard Drew)
(AP Photo/Richard Drew)

El Banco Central vendió más bonos que nunca para impedir la suba de los dólares alternativos. Se acentuó la tendencia que comenzó el miércoles pasado. Desde aquel día, en cada rueda, la autoridad monetaria tuvo que vender más Bonos AL30C a 48 horas que en la anterior. El único comprador de bonos en dólares es el Banco Central. Y en estas operaciones pierde una parte de las divisas que compra en el mercado mayorista. El negocio no es el mejor porque esos bonos el Central los compra en dólares y los vende en pesos. La idea es que los dólares alternativos no pasen de $150.

Las distorsiones que provoca este esfuerzo es que hoy el bono AL30C que la semana pasada estaba 8% más barato que el GD30, el título que utilizan los operadores para eludir el cepo, ahora se dio vuelta y el título que utiliza el Gobierno es 3% más caro.

Como se sabe, para operar con el AL30 los saldos compradores de los clientes no pueden superar USD 100.000 nominales que equivalen a 36.000 en billetes dólar. Este dólar con su bajo precio tiene una renta de 19,50%. Los que quieren operar sin esta restricción lo están haciendo con el GD30.

En estas circunstancias, el dólar MEP con negocios por USD 39,1 millones se mantuvo sin cambios en la plaza oficial a $145,87 y en el mercado libre cerró a $ 146,64 un valor similar al de la rueda anterior. El gran movimiento estuvo en el contado con liquidación que negoció USD 63,2 millones y, sin bien su precio no varió en la plaza oficial ya que cotizó a $147,73 por la fuerza de la intervención oficial, en la plaza libre subió 70 centavos a $152,20 y la tendencia al alza sigue cada día.

El “blue” o dólar libre, sin grandes movimientos se mantuvo en $144 pero sin peso en el mercado ni en el ánimo de los inversores que solo tienen ojos para el contado con liquidación, también llamado “dólar fuga”.

La Argentina jugó en un escenario desfavorable e inesperado que va a traer problemas para mantener anclado al dólar. En Brasil, una reforma de la ley que dejó sin efecto las causas contra Lula Da Silva, derrumbó a la Bolsa y al real, porque los inversores al ver la posibilidad de que el año próximo el ex mandatario se presente como candidato, temen que Jair Bolsonaro acentúe su tendencia a acciones populistas pensando en esas elecciones.

Fue así como el índice Bovespa de la bolsa de San Pablo que estaba 1,60% abajo cerró con una pérdida de 4%. El real tuvo que ser sostenido por el Banco Central porque llegó a cotizar a 5,80 contra el dólar para cerrar a 5,78 reales lo que representa una suba de la divisa de Estados Unidos de 1,67%.

Si faltaban contratiempos, los bonos del Tesoro de Estados Unidos siguieron en baja y ahora dan una renta de 1,60%, la más alta en un año, y derrumbaron a los bonos del mundo en particular a los de países emergentes. Ecuador con su caída de ayer suma 35% de baja desde que salió del default. Vive una situación similar a la de la Argentina. Los bonos locales con ley Nueva York perdieron casi 3% y el riesgo país perforó el techo de 1.600 puntos básicos al terminar en 1.604 unidades (+0,7%), el nivel más elevado desde que salieron del default.

A pesar de los contratiempos, el Banco Central desaceleró más la devaluación. El dólar en la plaza mayorista, aumentó 19 centavos a $ 90,58, porque se le sumaron los días del feriado. El lunes pasado, en la misma circunstancia, la devaluación fue de 26 centavos. Los exportadores vendieron USD 198 millones y le permitió al Banco Central comprar alrededor de USD 50 millones que los tuvo que utilizar para controlar al dólar. Estas ventas, más la baja del oro de más de 1% y el alza del dólar de 0,43% frente a las principales monedas del mundo, que son parte de las reservas locales, hizo que bajaran 71 millones a USD 39.732 millones.

La Bolsa, padeció de lleno la situación de la región. No se pudo acoplar a la recuperación de Wall Street donde subieron el Dow Jones y el S&P 500. Solo bajó el Nasdaq de las tecnológicas. El S&P Merval, el índice las acciones líderes argentinas, cedió 2,01% arrastrado por la noticia que llegó de Brasil. De hecho, la caída grande arrancó a una hora y media del final de la rueda. Los negocios fueron muy bajos: $ 594 millones. Lo mejor pasó por Cresud (+3,46%), Central Puerto (+1,27%) y Loma Negra (+0,55%). La contracara estuvo en Aluar (-5,31%), YPF (-4,40%) y Ternium (-4,18%).

Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron una caída de 25% en los negocios que sumaron $ 1.805 millones. La rueda fue negativa para los ADR’s argentinos. Las mayores caídas estuvieron en YPF (-7,06%), MercadoLibre (-6,80%) e YPF (-5,90%).

Para hoy se espera una rueda tensa en la que poco depende de la Argentina. El exterior tomó el control de las economías emergentes. Lo más afectado será el anclaje del dólar y la inflación. De hecho, los plazos fijos UVA de particulares que venían creciendo a un ritmo de entre $ 1.500 a $ 2.000 millones diarios, el lunes de la semana pasada aumentaron $ 600 millones y el martes, tan solo $ 305 millones. También se desaceleraron las colocaciones en plazos fijos. El negocio ha variado y se terminó el carry trade (colocarse en pesos para luego tomar las ganancias y recomprar dólares, pensando que la tasa de interés va a ser más elevada que la suba de la divisa).

La estrategia de anclar al dólar va a ser cada vez más cara en términos de reservas porque los inversores no ven un horizonte favorable porque si en Estados Unidos sigue bajando el bono del Tesoro, por el temor a una suba de tasas, América Latina la pasará mal y la Argentina, peor porque además de la fuga de capitales deberá repensar su estrategia de devaluación y la tarifaria.

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