Cómo funciona la nueva “aspiradora” del Banco Central para frenar el dólar

Las ventas de divisas de la entidad en el mercado del contado con liqui y el MEP sacan pesos de circulación y, por ahora, mantienen moderada a la expansión de la base monetaria. Pero hay costos

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El Banco Central se muestra cómodo con los números monetarios de febrero, porque la pandemia parece haber suavizado el valle en la demanda de pesos que todos los años presiona a las reservas. Foto: REUTERS/Agustin Marcarian
El Banco Central se muestra cómodo con los números monetarios de febrero, porque la pandemia parece haber suavizado el valle en la demanda de pesos que todos los años presiona a las reservas. Foto: REUTERS/Agustin Marcarian

Una inesperada aspiradora de pesos, distinta de las masivas colocaciones de letras Leliq, salió a jugar en los dos primeros meses del año y por ahora contribuye a la calma cambiaria. Se trata de las ventas de dólares que hace el Banco Central para pisar las cotizaciones paralelas del dólar, como el contado con liquidación y el dólar MEP. En lo que va del año, esas operaciones son una de las principales herramientas que usa la entidad conducida por Miguel Pesce para mantener acotada la cantidad de pesos que se vuelcan a la economía.

Una de las medidas más heterodoxas del Banco Central arroja resultados más dignos de un paladar monetarista: la intervención en el mercado de bonos para pisar al dólar saca pesos de circulación y ayuda a reducir el exceso de dinero. La jugada hasta ahora tiene muy poco efecto para contrarrestar un nivel de inflación que llegó a 4 puntos porcentuales dos meses consecutivos, pero al menos calma las ansiedades de funcionarios que a nada le temen más que al dólar.

En lo que va del año, la base monetaria crece $52.948 millones, con datos actualizados al 24 de febrero. Fueron $11.050 en enero y $41.898 millones en febrero, con datos parciales. Son valores prácticamente en línea con los de un año atrás, teniendo en cuenta que entre medio hubo casi 36 puntos de inflación.

Fuente: EcoGo
Fuente: EcoGo

Con todo, no hay un cambio importante de tendencia a nivel monetario. El comienzo del año, de todos los años, suele concentrar una porción menor de la emisión monetaria para financiar al Tesoro y con ello la menor parte de las inyecciones de pesos a la calle. También, febrero suele ser el momento en el que cada año el pico de demanda de dinero alcanzado a fin de año pega la vuelta y los pesos vuelven a los bancos (en el Banco Central ven con agrado que, por la pandemia, ese pico de diciembre y ese valle de febrero se suavizaron este año) lo que hace habitual que la autoridad monetaria absorba los pesos de más.

La curiosidad este año está en el método.

“La compra-venta de Bonar 30 del BCRA, con USD 4.500 millones de nominales en cartera, sirvió no sólo como mecanismo de contención de la brecha cambiaria, sino también como factor de esterilización de pesos contra caída en reservas netas”, señaló el último informe semanal de EcoGo.

El presidente del Banco Central, Miguel Pesce
El presidente del Banco Central, Miguel Pesce

La principal herramienta que utilizó Pesce para sacar pesos de la calle en lo poco que va del año fue la tradicional, la colocación de letras Leliq a los bancos, que absorbieron $90.813 millones hasta ahora. En segundo lugar aparece un concepto que el Central denomina con algo de imprecisión como “Otros” y que en lo que va del año sacó de la calle $62.714 millones (también sacan pesos de la calle los futuros de dólar que le dieron ganancias al Central dado que el temor a un salto del tipo de cambio oficial no se concretó).

Sirvió no sólo como mecanismo de contención de la brecha cambiaria, sino también como factor de esterilización de pesos contra caída en reservas netas (EcoGo)

En ese concepto “otros” pesan mucho las ventas de dólares para bajar el MEP y el contado con liquidación. Lo que hace la mesa de operaciones del BCRA es vender bonos a cambio de pesos -baja así el valor en moneda local del Bonar 30- y recomprarlos con dólares. El objetivo es mantener pisado al dólar financiero. En los hechos, cambia dólares por pesos: vende dólares.

“Están esterilizando a razón de 50 pesos por dólar, porque en partes iguales compran en el mercado oficial a $90 y venden en bonos a más de $140″, explicó Juan Manuel Pazos de TPCG.

Fuente: EcoGo
Fuente: EcoGo

“La posición de dólares no les cambia, porque después encima recompran los bonos con dólares. Quedan con menos pesos, terminan con la misma cantidad de dólares y -casi- la misma cantidad de bonos”, abundó el especialista.

Dicho de otro modo, los USD 726 millones que lleva comprados el BCRA en el mercado cambiario mayorista se vuelcan en gran parte al mercado del liqui y el MEP. Mantienen a raya los dólares paralelos y reducen los pesos en circulación.

Sin embargo, como todo, el mecanismo tiene sus costos. El primero es que a pesar de comprar divisas de exportadores casi a diario, las reservas del Banco Central casi no crecen. En el año, las reservas brutas ganaron apenas USD 119 millones.

Están esterilizando a razón de 50 pesos por dólar, porque en partes iguales compran en el mercado oficial a $90 y venden en bonos a más de $140 (Pazos)

El otro costo es el efecto sobre los bonos. “El costo las paridades: ellos venden más de los que recompran, eso es oferta neta de bonos que baja el precio y te deprime el precio de los bonos. Eso no explica el riesgo país por las nubes pero es parte del problema”, dijo Pazos.

Por otro lado, agrega EcoGo, la estrategia no puede durar para siempre: “(Es un) mecanismo de esterilización y control de brecha cambiaria que depende exclusivamente de la sostenibilidad del flujo de ingreso de divisas por el mercado cambiario mayorista, dada la ausencia de stocks en las reservas del BCRA y la imposibilidad de colocar deuda en dólares en los mercados internacionales de capitales”.

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