El discurso del presidente Alberto Fernández durante la Asamblea Legislativa tuvo distintas referencias a la economía, entre las que incluyó menciones a la gestión del Gobierno de Mauricio Macri, el impacto de la pandemia y la recuperación post crisis sanitaria para este año. Además, especificó que la inflación es uno de los temas claves a resolver y anticipó el envío de distintos proyectos de ley ligados a la economía.
Para los economistas consultados por Infobae, el costado económico del discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso no tuvo demasiadas sorpresas e incluso la calma cambiaria de los últimos meses le evitaron al jefe de Estado tener que hablar de cuestiones como el dólar o la brecha.
Para María Castiglioni Cotter, economista de C&T Asesores Económicos, Alberto Fernández “primero trató de ‘justificar’ lo que pasó el año pasado y resaltar la recuperación de diciembre, algo que es falaz porque muchos sectores que estuvieron ‘cerrados’ después recuperan pero además en los últimos meses la recuperación fue más lenta a nivel mensual”, comentó.
En ese sentido, la economista dijo que “para este año habló poco, lo que planteó en general esta en línea con lo que se esperaba. Habiendo calmado al dólar, el Gobierno apuesta a patear el acuerdo con el Fondo Monetario, lo que le permite no tener que mostrar un sendero económico de mediano plazo. Y convalida lo que van a hacer este año: una política fiscal electoralista”, consideró.
Respecto a la querella que realizará el Poder Ejecutivo contra los funcionarios del Gobierno anterior por el acuerdo financiero con el FMI, Castiglioni Cotter afirmó que “si se miran los números de la deuda, lo que ve es un cambio de acreedor. El Gobierno anterior tomó un crédito con el Fondo y fue usando eso para pagar vencimientos de deuda. El tipo de préstamo requería una devolución corta, mientras que el nuevo programa requiere reformas estructurales. La deuda es el resultante del déficit fiscal”, aseveró.
Por otra parte, apuntó que el discurso del Presidente deja ver que este año el eje de la política económica será “muy proconsumo”. “El impulso al consumo es algo muy común en las gestiones del kirchnerismo, mientras que sobre la inflación no precisó demasiado, solo habló de controles y de tarifas, pero el año pasado hubo controles y la inflación igual fue muy alta, ese es el mayor desafío”, concluyó Castiglioni Cotter.
Por su parte, el director de la consultora Analytica, Ricardo Delgado, marcó que del discurso presidencial quedan marcados cuatro puntos principales en materia económica: la negociación con el FMI, inflación, la infraestructura y las tarifas.
Al respecto, Delgado consideró que “el principal problema es la inflación”. “El Presidente habló que se ataca con un programa macro económico contenido en el Presupuesto y que asumimos está incluido en el programa con el FMI. Es lo más ortodoxo, que son las cuestiones fiscales y monetarias. Eso sumado a las mesas de concertación y acuerdos de precios y salarios. También hizo referencia a la fiscalización por parte del Estado, no es novedoso pero es positivo que lo haya explicitado”.
Delgado afirmó que este tipo de discursos son “más políticos que de instrumentos económicos en sí” y dijo que la referencia hecha por Alberto Fernández al FMI “fue ambivalente”. “Fue muy duro cuando habló de la querella criminal a los funcionarios que negociaron, es algo que forma parte de la política. Dejó también una puerta abierta a que el acuerdo con el Fondo se alcance y dijo que ‘no vamos a incumplir’. Un acuerdo como el que busca la Argentina debería incorporar necesidades específicas, porque el monto del acuerdo es 10 veces mayor al promedio de programas hechos por Fondo en su historia, es un caso excepcional”, dijo.
Respecto a la iniciativa para “judicializar” una decisión de política económica como el acuerdo con el Fondo, Delgado consideró que “no es buena” y recordó como contraparte la causa por dólar futuro contra Cristina Kirchner. “Sí me parece que hay que establecer responsabilidades. Eso lo tiene que determinar algún ámbito de Gobierno. Es verdad que uno cuando utiliza fondos públicos a futuro tiene que tomar ciertas prevenciones y responsabilidades. Conceptualmente judicializar este tipo de cosas es complejo porque limita mucho la toma de decisiones”, mencionó.
Sobre las tarifas, que el Presidente dijo que buscaría completar su “pesificación”, dijo que conceptualmente está bien” pero que “es necesario también pensar en las estructuras de costos de las empresas. Muchas inversiones que están atadas al dólar. Las cuestiones financieras son importantes”, consideró Delgado.
“No me produjo ninguna sorpresa el discurso, es la reafirmación de la línea básica del ‘albertismo’. Puso el foco en temas clave, pero no veo un giro copernicano en ningún aspecto. Los discursos se dan como siempre en contextos determinados, la mayor tranquilidad de corto plazo que hay ahora le sirve para reforzar posiciones previas. Por eso el dólar no estuvo en la agenda, por ejemplo”, concluyó.
El directivo de la Unión Industrial Argentina (UIA) y miembro del Consejo Económico y Social José Urtubey destacó el discurso al que consideró “positivo por sus características desarrollista y federal”. En ese plano, mencionó que “queda plasmado el desafío de que se llegue a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”.
Por otra parte, el ejecutivo fabril remarcó que el Estado “impulse la obra pública en toda sus variables” y que se haya mencionado “a los aspectos logísticos es algo interesante”. “Desde lo estructural pensar en el medio ambiente y en un cuadro tarifario sustentable es positivo”, cerró.
En tanto que Aldo Abram, economista de Libertad y Progreso, se mostró “preocupado por cierto diagnóstico” del discurso de Alberto Fernández. “El empobrecimiento según él tiene que ver con el accionar de los empresarios y se equivoca. Los países que han progresado y han sacado de la pobreza a sus habitantes lo han hecho incentivando al sector privado con reglas del juego generales, que respeten las libertades de mercado y que incentiven la inversión para que generen trabajo productivo y bien remunerado”, comentó. “El Presidente piensa que el que saca a la gente de la pobreza es el Estado, no pasa en ningún lado”, continuó.
Sobre la medida de judicializar el préstamo con el FMI, Abram dijo no estar de acuerdo “como no estuve de acuerdo cuando se judicializó la causa de dólar futuro”. “Son decisiones de política económica que no pueden ser judicializadas. No todo lo que se hace y tiene resultado malo lo es, siempre la política beneficia a uno y perjudica a otros. Si fue una medida tomada equivocadamente y que terminó mal en el marco de una política económica que un Gobierno pensaba que estaba bien, eso lo juzga la gente en elecciones”, remarcó.
Por otra parte, “desde un punto de vista de seguridad jurídica que es importante para la Argentina y para las posibilidades de inversión, en un país donde un inversor no puede defender sus derechos cuando son avasallados por el Estado, (el Presidente) abrió por un lado una expectativa de modificar el Consejo de la Magistratura para que vuelva a ser independiente de la política, que hoy tiene capacidad de presión enorme”.
“El resto de las palabras sobre la Justicia abren incertidumbre sobre cómo puede afectar la independencia de la Justicia una reforma como la que plantea y que se va a reflejar en la inversión y la capacidad de crecimiento de la Argentina”, concluyó Abram.
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