La semana que viene podría comenzar el tratamiento del proyecto de ley que presentó el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, por el cual se busca modificar el piso salarial a partir del que se comienza a pagar el Impuesto a las Ganancias.
La iniciativa, que recogió apoyos del oficialismo y de la oposición, establece un nuevo piso de $150.000 bruto por el cual se empieza a pagar el tributo. Sin embargo, en el proceso de discusión de las diferentes comisiones se irán haciendo modificaciones que apuntan a ampliar los beneficios para los trabajadores que tengan que pagarlo.
Entre esas modificaciones aparecieron pedidos para que, por ejemplo, aquellos que ganan hasta $150.000 brutos no paguen Ganancias por pasarse con el aguinaldo, descontar los gastos en educación, como cuotas de colegios, libros, materiales y viajes, entre otros, y sumar las horas extras y los viáticos de algunos sectores en donde estos dos ítems son cotidianos que no sumen para pagar Ganancias.
Pero los contadores y especialistas que pudieron acceder al proyecto esperan conocer la letra chica de las posibles modificaciones, para poder hacer las cuentas finas del beneficio que recibirían los trabajadores que hasta 2020 estuvieron alcanzados por el tributo.
El punto que concentra toda la atención es cuánto será la mejora de este cambio en el bolsillo de los trabajadores que hoy pagan el impuesto. “A nivel bolsillo dependerá si los umbrales del sueldo contempla situaciones especiales como las remuneraciones variables y aquellos premios que se usan mucho en momentos económicos como el que hoy atraviesa el país”, dijo a Infobae el tributarista Iván Sasovsky del estudio contable que lleva su nombre.
En una persona que tiene ingresos por 100.000 pesos y hoy paga ganancias cuando lo suban a 150.000 pesos tendría una mejora de 3.600 pesos por mes (Iván Sasovsky)
“En una persona que tiene ingresos por $100.000 brutos y hoy paga Ganancias cuando lo suban a $150.000 tendría una mejora de $3.600. Ese número anualizado es más importante, pero dependerá del ritmo que suben los precios”, agregó el tributarista.
Respecto a las deducciones, los especialistas consultados por Infobae observan que hay que “esperar a que empiece la discusión. Hasta ahora lo que tenemos es el proyecto oficial que eleva el piso de ingreso de tributación, pero no el mínimo no imponible, ni las escalas sino que incluye una deducción para los que ganan hasta 150.000 pesos. Es muy complejo hacer las deducciones en este esquema. Hay que pensar que, hasta lo que se conoce hoy, solo le genera un ahorro a los que pagaban Ganancias y cobraban menos de $150.000, al resto no”, explicó un especialista que prefirió el anonimato.
Actualmente, un soltero paga el impuesto a partir de un sueldo de $74.810 y el proyecto sube el piso a $150.000. Este cambio implicaría pasar de 2 millones de trabajadores que hoy lo pagan a casi 730.000 y volvería a estar en el orden del 10% de los asalariados registrados en todo el país.
Hasta ahora el cálculo del Gobierno es que el proyecto original tiene un costo fiscal de $40.000 millones. Pero el ministro Martín Guzmán entiende que hay que hacerle un guiño a la clase media para tratar de impulsar el consumo y con ello del empleo, luego de un año muy recesivo afectado por la crisis sanitaria, y que parte de ese sacrificio de ingresos volverá a las arcas fiscales a través del pago de los impuestos al consumo, principalmente IVA e Internos Unificados.
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