Los expertos en construcción de viviendas coinciden en que, si se trata de un inmueble edificado, se recomienda revisar la cubierta antes de hacer cualquier movimiento, comprobar las condiciones de la impermeabilización, el aislamiento, los interiores y hacer las adecuaciones necesarias.
Las cubiertas son el remate de toda obra, “definiendo la naturaleza del proyecto con techo plano, con tejas, chapa, o terminación mediterránea, terraza verde o con un lucernario; le dan una impronta que la transforman en una creación distinta. Considero que una cubierta debe reunir las siguientes condiciones: capacidad estructural y funcional; aislación hidráulica; aislación térmica, y facilidad de mantenimiento. Desde lo funcional, es la última barrera en contacto con el exterior”, dijo a Infobae, Andrés Millán de Construcciones CAM.
Hay dos tipos de cubiertas, las planas y las inclinadas. Las primeras se materializan mediante una losa, y las segundas requieren de cabios (listones), de madera o metálicos con terminación de chapa o tejas. Estas pueden quedar encajonadas de manera que no se vean o tengan libre escurrimiento.
Hay dos tipos de cubiertas, las planas y las inclinadas. Las primeras se materializan mediante una losa, y las segundas requieren de cabios (listones), de madera o metálicos con terminación de chapa o tejas
Juan Pablo Fernández, director de Arquitectura de Fast Construcciones para el Grupo Coria, dijo a Infobae, que, “al levantar un techo se tiene en cuenta la finalidad y el concepto estético. Por ejemplo, si es una vivienda en la cual se quiere contemplar una azotea accesible, la cubierta será de losa. Si la casa se encuentra en una zona donde nieva convendrá hacer un techo con una inclinación pronunciada a fin de evitar la acumulación de nieve”.
Los especialistas, informaron que una losa de 60 m2 se levanta en una semana y una de 140 m2, en 10 días con una cuadrilla de 7 personas. Y en el caso de la opción de un techo de chapa el tiempo es similar, porque se complementa con una terminación en el interior en madera.
Las cubiertas, al igual que otras edificaciones, son diseñadas y ejecutadas para que tengan una durabilidad, como mínimo, de 30 años, aunque eso siempre dependerá del mantenimiento.
“Al diseñar también, debe observarse cuáles son las cubiertas que requieren menos o más mantenimiento. Una de tejas, seguramente, puede demandar algo más intensivo a partir de tener que revisar periódicamente canaletas, zinguerías o roturas. Sin embargo, una cubierta plana con una membrana impermeable como terminación requerirá de pintura cada dos años para protegerla”, detalló a Infobae, Gabriel Torraca, director del estudio de arquitectura Gatarqs y de la desarrolladora Grupo Idea Desarrollos (GRID).
Asimismo, destacan los especialistas es analizar las variantes para ahorrar en el consumo energético, tanto en invierno como en verano. “Es fundamental ese balance térmico que va a permitir hacer grandes diferencias económicas”, contó Torraca.
Materiales, tipos y costos
Hay dos grupos, están los techos con pendiente y los planos, ambos se pueden construir de varias maneras y con materiales diferentes. Los planos, en los últimos años se convirtieron en una tendencia, y se los asocia con diseños más contemporáneos y líneas simples.
Los planos, en los últimos años se convirtieron en una tendencia, y se los asocia con diseños más contemporáneos y líneas simples
Nicolás Doheijo, gerente de construcción y proyecto del Estudio Lago Architects, destacó a Infobae: “En las cubiertas con pendiente lo más normal es armar una estructura portante de madera que luego se cierra con machimbre, capas aislantes, cámara de ventilación y se remata con la terminación seleccionada que podría ser alguna variedad de teja, chapa, entre otras. Las planas, se pueden edificar con una losa de hormigón in situ con una estructura portante de vigas y mallas de hierro. Otra opción, es armar con viguetas premoldeadas y ladrillos cerámicos o de telgopor terminando con una capa de compresión para formar la losa”.
Las cubiertas planas bien hechas duran mucho, el único mantenimiento que requieren es hacer un cambio de membrana cada 20 años para asegurar su impermeabilidad permanente.
Entre los materiales más usados en techos de losa para una vivienda tipo donde las luces sean hasta 6 metros, se encuentran las viguetas pretensadas (de 3 metros parten desde $1.800 promedio y de 4 metros, desde $2.500), ladrillos de telgopor (por ejemplo de 10x42 x100 cm, por unidad, promedian $200, malla sima (de hierro, de 6 mm, oscilan $3.000 promedio, pero también va en la medida de la cuadrícula que suele ser de 15x15 cm o 30x30 cm, según la marca) y la carpeta de compresión de hormigón. Excediendo la luz de 6 metros serán losas de hormigón armado o hasta sistemas más complejos, como las tensadas que dependerán de la decisión arquitectónica adoptada. El valor promedio del m2, oscila en 350 dólares.
Para cubiertas del tipo galería se puede contemplar una estructura de madera o de metal y techarla con una cubierta liviana, como policarbonato (las placas de espesor de 4 mm y de 290x210 cm oscilan en $2.000 promedio), chapa, las comunes acanaladas pueden oscilar en $1.500 por lámina y las galvanizadas de color en $2.500 por lámina; o tejas, si son estilo francesa esmaltadas, cuestan $220 promedio por unidad y si son coloniales, unos $180 por unidad, también hay de plásticos y de varios colores siendo más económicas. Los tirantes de madera, por ejemplo, de 2x4 x 3,05 de altura, por unidad promedian los 500 pesos.
Son diversos los materiales para generar una buena aislación. “Desde espumas de poliuretano; poliestireno; poliestireno con grafito
También son diversos los materiales para generar una buena aislación. “Desde espumas de poliuretano; poliestireno; poliestireno con grafito, que es para desarrollar las últimas tecnologías como son las cubiertas invertidas, donde la aislación térmica está por encima de la aislación hidrófuga cuando, por lo general, la práctica habitual constructiva en la Argentina habla de que es al revés”, argumentó Gabriel Torraca.
Mantenimiento
Nicolás Doheijo recomendó “armar una estructura resistente que asegure la rigidez de la cubierta. Respetar las pendientes para certificar un buen escurrimiento y verificar la aislación correspondiente para quedar totalmente impermeable y evitar cualquier tipo de filtración futura”.
“Las superficies planas son cubiertas con membranas hidráulicas que podrán ser las clásicas a base de productos asfálticos, con geotextiles, aluminizadas (para las no transitables a la vista), con aislación térmica incorporada y barrera de vapor, hasta las modernas a base de soluciones acrílicas impermeables a aplicar sobre mantos de fibra o las poliureas de excelentes resultados, así como aditivos a hormigón o contrapisos aireados. De adoptarse membranas en mantas o asfálticas se aconseja aplicar pinturas de imprimación, con lo que la membrana irá pegada y no flotante; en caso de haber alguna filtración (esperemos que nunca ocurra), se marcará en la zona derruida de otra forma. La marca o infiltración puede aparecer en cualquier lugar dificultando su reparación”, dijo Andrés Millán.
Cualquiera sea la membrana hidráulica adoptada debe asegurarse su continuidad y estanqueidad en todo su desarrollo, empalme entre los diferentes mantos y rematar contra muros verticales insertos en la terraza y en todo el perímetro en las correspondientes babetas (debe trepar verticalmente entre 15 a 20 cm y culminar, en un tramo horizontal 2.5 a 5 cm). En las cubiertas de tejas como las de chapas, la continuidad hidráulica la da la adecuada superposición entre las tejas, las pizarras, o tejuelas metálicas o las chapas.
Cualquiera sea la membrana hidráulica adoptada debe asegurarse su continuidad y estanqueidad en todo su desarrollo, empalme entre los diferentes mantos y rematar contra muros verticales insertos en la terraza y en todo el perímetro
Cada sistema tiene su estructura de sujeción, clavaderas, correas, de madera o metálicos, por ejemplo. “Lo neurálgico en toda cubierta es su capacidad hidráulica, nada nuevo, el eslabón más débil en el caso de los techos de estructuras de madera o metálicas son las zinguería de cierre, en las terminaciones o aleros, la unión entre dos planos convergentes limahoyas o divergentes limatesas o cumbreras y las canaletas”, amplió Millán.
En cuanto al mantenimiento y los aspectos fundamentales para proteger el techo, según los expertos, es ideal, si es una losa de hormigón, el tratamiento hidrófugo, sea mediante membrana plástica o asfáltica, cuya durabilidad dependerá de la exposición al sol.
“Es importante realizar una inspección de la cubierta una o dos veces al año y verificar que los desagotes pluviales estén limpios, que la membrana no se haya levantado o englobado, entre otras. Una cubierta de tejas, siempre que se los mantenga en condiciones, tiene una duración prolongada. El mejor ejemplo lo tenemos en las casas de Buenos Aires donde hay viviendas de más de 100 años que no tienen problemas”, comentó Juan Pablo Fernández.
El nuevo Código de Edificación de Buenos Aires exige la construcción de cubiertas verdes que favorecen las aislaciones térmicas de los techos y, “sobre todo, mejoran el efecto isla de calor que se produce en todas las grandes ciudades y concentraciones de mucha edificación aminorando, justamente, este impacto”, concluyó Torraca.
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