Un grupo de acreedores granarios damnificados por la crisis de la cerealera Vicentin, tras incurrir en cesación de pagos a fines de 2019, elevó una propuesta al directorio de la exportadora para evitar el “desguace” de la compañía, que se plantee una reestructuración de la misma y se la vuelva a poner en funcionamiento plenamente.
Fuentes cercanas a la empresa, manifestaron a este medio que la propuesta fue recibida ayer al mediodía y que el Directorio destacó el esfuerzo por elevar una iniciativa. Además, adelantaron que la misma será analizada en el seno de la compañía, pero reiteraron que la solución y la salida de la crisis será en el marco de un consenso general, donde todas las partes que integran el Concurso de Acreedores puedan realizar todos los aportes que son necesarios para superar este difícil momento.
En ese sentido, desde el entorno del directorio de Vicentin señalaron que ya se está creando un comité de reestructuración, que cuenta con mucha atención y se aguarda que en ese ámbito, con reserva y confidencialidad de los temas que se traten en el marco de las negociaciones, haya un acuerdo entre todas las partes involucradas.
Para los damnificados, si Vicentin continúa con la composición accionaria actual es muy improbable que vuelva a comprar el volumen necesario de granos
El proyecto, firmado por unos 60 acreedores, fue enviado a las autoridades de la aceitera tras que ésta comunicara la intención de conformar una mesa de reestructuración para salvaguardar y relanzar la compañía, tras el default que declaró la empresa hace ya más de un año, cuando alegó estrés financiero y dejó deudas por casi 100 mil millones de pesos.
Así, los deudos expresaron que “la única alternativa para volver a poner a Vicentin en marcha” es capitalizar gran parte de las las acreencias, diseñar planes de pagos para aquellos que no deseen capitalizarse con quitas o esperas, generar acuerdos con acreedores de granos para asegurar el abastecimiento, como así también con los financieros para el capital de trabajo y separar de las decisiones y la gestión a los actuales directores y accionistas.
En este sentido, los firmantes del proyecto remarcaron “la importancia que una parte significativa de los acreedores capitalicen sus deudas y se comprometan a aportar granos y capital de trabajo, ya que en la situación existente, es económicamente inviable que un nuevo accionista aporte el capital de trabajo necesario para la puesta en marcha de la compañía. y además para cancelar pasivo”.
El proyecto, firmado por unos 60 acreedores, fue enviado a las autoridades de la aceitera
Sin embargo, otro punto central que se destaca de dicha iniciativa, a la que accedió Infobae, es que exista la participación del Estado nacional y provincial, como así también de la banca pública, con la cual la empresa mantiene, solamente con el Banco Nación, una deuda en torno a los USD 300 millones.
“Hemos estudiado en profundidad las alternativas para este tipo de reestructuraciones y creemos firmemente que la participación del Estado Nacional y el de la Provincia de Santa Fe serán imprescindibles para poder llegar a una solución. Por otra parte, el Banco Nación, como agente de desarrollo para el país, es esencial para construir herramientas para financiar la originación y recomponer el capital de trabajo de la empresa”, expresa el documento.
El plan
Para los damnificados, si Vicentin continúa con la composición accionaria actual es “muy improbable que vuelva a comprar el volumen necesario de granos, que recomponga su capital de trabajo y que venda el paquete de control accionario a un inversor que realice un plan de pagos aceptable por los acreedores”. Asimismo, también observan como muy difícil que sin la intervención estatal exista una “reestructuración exitosa”.
Por tal motivo, para lograr la tan mentada “mesa de reestructuración y que posibilite llegar a un acuerdo entre los acreedores que puedan elaborar el plan y su implementación para cumplimentar los puntos planteados anteriormente” el proyecto ve como central poder acordar quitas y/o esperas y la capitalización de acreedores, teniendo en cuenta la sostenibilidad del plan. Pero también ven como necesario acordar con los acreedores que aporten originación y financiación, los cuales “tendrán un tratamiento independiente y diferencial”.
No obstante, cabe mencionar que para llegar a ese punto, es necesario valuar la empresa para determinar las quitas y/o esperas en los planes de pagos, capitalización de acreencias y participación residual de los accionistas actuales, como así también determinar el accionar sobre las compañías vinculadas del grupo. En estos puntos, los acreedores ven “los principales conflictos para con los accionistas actuales”.
En este sentido, aseguran como un factor crucial la “transferencia de las participaciones de los actuales accionistas, los cuales deberán proponer un mecanismo ineludible, a satisfacción de los acreedores, que asegure la transferencia del 100% de las acciones si se llega a un plan de reestructuración exitoso”.
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