El acceso al agua potable y a la vivienda digna sigue siendo un problema de envergadura en la Argentina. No hace falta viajar al interior profundo del país para notar la deficiencia de servicios básicos. A pocos kilómetros de la Casa Rosada hay bolsones de pobreza en donde el acceso al agua y a la vivienda digna parecen ser una utopía. Y esto quedó mucho más en evidencia en un proceso de pandemia donde una de las recomendaciones principales para mitigar las posibilidades de contagio es lavarse las manos y evitar los espacios hacinados.
Una forma de empezar a solucionar esto son los créditos de los organismo internacionales que tienen un destino específico, como por ejemplo el que se acaba de firmar con el Banco Mundial, que aprobó un financiamiento por un monto total de USD 420 millones para la Argentina, en el marco de dos préstamos; uno por USD 300 millones y otro por USD 120 millones para obras de agua y saneamiento y para la construcción de viviendas.
El crédito de US$300 millones permitirá ampliar y mejorar los servicios de agua y saneamiento en el Área Metropolitana de Buenos Aires, en particular en las zonas más vulnerables.
En tanto, los otros US$120 millones estarán disponibles para la construcción de viviendas sociales, beneficiando a unos 10.000 habitantes de la provincia de Buenos Aires.
”En el contexto de la pandemia de Covid-19, es urgente incrementar los esfuerzos para asegurar el acceso universal al agua y a las redes cloacales, así como viviendas adecuadas, a las poblaciones más vulnerables”, afirmó Jordan Schwartz, director del Banco Mundial para Argentina, Paraguay y Uruguay, a través de un comunicado.
”Este proyecto ayudará en la construcción de una economía más inclusiva, robusta y resiliente, y permitirá que 140.000 personas tengan acceso a agua de red, 305.000 tengan acceso a redes cloacales y otras 10000 tengan una mejor vivienda”, agregó el ejecutivo del organismo de crédito.
El programa de agua y saneamiento con atención a zonas vulnerables apoyará a la empresa AySA en la realización de obras de infraestructura para proveer agua potable y redes cloacales, así como mejorar el tratamiento de desagües en veinte municipios del conurbano y en la ciudad de Buenos Aires.
La reestructuración del proyecto Apoyo a la Gestión Integrada de la Cuenca del Salado, que busca fortalecer la protección contra inundaciones, permitirá contar con US$120 millones para reducir el déficit habitacional en la provincia de Buenos Aires y, al mismo tiempo, estimular la creación de empleo en el sector de la construcción.
En el conurbano bonaerense, 3,7 millones de personas no tienen acceso a agua de red y 6,8 millones carecen de cloacas. En 2020, la provincia de Buenos Aires estimó que existe un déficit de 3,8 millones de viviendas.
El nuevo proyecto prevé acciones para responder a situaciones de emergencia en el marco de la pandemia de Covid-19 y reforzar la capacidad de la estatal Aguas y Saneamientos (AySA) para mitigar los impactos en la salud de la población, por ejemplo, aumentando las herramientas digitales de pago y reclamos, entre otras.
Además, 312.000 personas se verán beneficiadas por la reducción de las pérdidas de agua, ya que el proyecto contribuirá a mejorar la eficiencia de AySA mediante la reducción de fugas y la optimización del uso de la energía en estaciones de bombeo y pozos profundos, junto con la instalación de paneles solares para generar energía in situ.
Estas medidas permitirán reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), como las del gas metano que se produce en el tratamiento de aguas residuales. El programa de agua y saneamiento con atención a zonas vulnerables es un préstamo que financia resultados de gestión, con indicadores específicos para medir el cumplimiento. De margen variable, es reembolsable en 32 años y tiene un período de gracia de 7 años.
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