Argentina registró durante enero un superávit comercial de USD 1.068 millones, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), un dato mejor a lo previsto entre analistas. Como señal de una mejora de la actividad económica, crecieron en simultáneo las exportaciones y las importaciones.
El saldo comercial fue un 2,2% o USD 24 millones superior al del mismo mes del año pasado, cuando alcanzó los 1.044 millones millones de dólares.
Según el informe oficial sobre Intercambio Comercial Argentino (ICA), en el primer mes del año, las exportaciones sumaron USD 4.912 millones, con un alza interanual del 7,3%, y las importaciones alcanzaron los USD 3.844 millones, lo que representó una mejora del 8,7 por ciento.
El INDEC detalló que en términos desestacionalizados, las exportaciones aumentaron 58,4% respecto de diciembre, con un comportamiento atípico por los paros de portuarios y aceiteros. “A nivel de rubros aumentaron solamente las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario (MOA), el resto reveló caídas: 30,0% para los productos primarios (PP) y 1,4% tanto para las manufacturas de origen industrial (MOI) como para los combustibles y energía (CyE)”, indicó el ente estadístico.
En tanto, las importaciones aumentaron 8,7% respecto a igual mes del año anterior (USD 309 millones), por subas en las cantidades y en los precios de 7,3% y 1,4%, respectivamente.
Marcelo Elizondo, director de la Consultora DNI, afirmó que “la previsión para 2021 para Argentina es de un alza de exportaciones en un 10%, lo que no permitirá recuperar lo perdido y nos coloca en resultados que llegarían a unos USD 60.500 millones, cifra aún 28% menor a la del récord alcanzado en 2011 y menor a la que se logró en siete de los diez años que integraron el decenio 2011-2020”.
“Pero debe considerarse que la principal razón para los malos resultados de Argentina no ha sido la pandemia sino que -además del problema sanitario internacional- Argentina ha exhibido serias dificultades domésticas que impiden al competitividad externa”, subrayó Elizondo.
En enero de 2021, las exportaciones netas de los principales productos y subproductos derivados del cultivo de la soja (porotos de soja, excluidos para siembra; aceite de soja en bruto; harina y pellets de la extracción del aceite de soja; y biodiésel y sus mezclas) registraron un superávit de USD 1.672 millones, unos USD 761 millones superior a enero de 2020.
“El salto en los precios internacionales de los commodities agropecuarios actúan como viento de cola para las exportaciones vía efecto precio y será un factor importante en los saldos comerciales de abril y mayo”, afirmó Milagros Suardi, economista de la consultora EcoGo.
Horacio Larghi, director de Invenómica, apuntó que “las exportaciones argentinas se encuentran relativamente estancadas desde hace once años. Y para peor, mientras que las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) representaban el 35% de ventas al exterior en 2010, se ubicaron en un 30% en 2020. Es decir, las exportaciones no solo se estancaron sino que además hubo una migración a productos con bajo nivel de desarrollo. Y esta tendencia empeorará en 2021”.
“La fuerte dependencia de las exportaciones argentinas en commodities es un problema que se agrava año tras año. Las exportaciones tienen una volatilidad muy alta dado que depende del precio de productos como soja, trigo, maíz, etcétera. Ante la débil recuperación económica de los principales compradores de MOI, las exportaciones de 2021 estarán intensamente influenciadas por las fluctuaciones del precio de los commodities y los desempeños de las cosechas”, acotó Larghi.
En 2020, el superávit comercial argentino alcanzó los USD 12.528 millones, mientras que en 2019 el saldo positivo fue de USD 15.990 millones
La mejora de las exportaciones en enero se dio “producto de la normalización de los puertos -fin del paro de trabajadores aceiteros-, las menores expectativas de devaluación, que también ayudarían en los meses venideros, y la recuperación de la economía brasileña que traccionó los envíos a nuestro principal socio comercial”, afirmó Matías Rajnerman, economista de la consultora Ecolatina.
Para 2021 se espera un crecimiento económico con un piso de 6%, por el efecto de arrastre positivo de 2020. El INDEC informó que el año finalizó con una contracción del orden del 10% -según cifras preliminares-, pero diciembre fue el octavo mes consecutivo con recuperación intermensual.
La economía argentina arrastra tres años consecutivos de contracción, agravada por la pandemia del coronavirus, pero este año rebotaría al menos 6%
Pese a esa perspectiva positiva para un fuerte rebote del PBI, el economista Walter Morales, de la consultora Wise, prevé que “el apuntalamiento de la economía también va a ocurrir por el sostenimiento de las trabas a las importaciones. Si bien a nivel de consumo en apariencia no hay cambios, porque se reemplaza el consumo de un bien importado por uno local, para éste último probablemente haya que contratar nuevos empleados, que al fin ya la cabo son nuevos consumidores o familias que fortalecen su consumo por incrementar su poder de compra”.
“Trabar importaciones tiene varios objetivos. El primero tiene que ver con la reconstrucción del tejido industrial; el segundo incrementar el uso de la capacidad y el tercero acelerar la generación de empleo -que trae aparejado el aumento del consumo-, para lo cual también se prevé incentivar la contratación de personal vía beneficios en las cargas”, consideró Morales.
Seguí leyendo: